Las emergencias marítimas relacionadas con los barcos de recreo aumentan un 13% en la Región de Murcia
Los incidentes con la inmigración irregular han caído a la mitad en dos años, pero el rescate de personas se mantiene por encima del millar
Salvar a una persona en el mar no tiene precio. Es gratis, aunque su valor es incalculable. Rescatar, en cambio, una embarcación puede salirle ... al dueño por un pico (entre 350 euros y 749 euros la hora, según el tamaño). Es la diferencia abismal que marca la legislación española sobre navegación y seguridad marítima. Es también la ley que rige a bordo del buque 'Punta Mayor' de Salvamento Marítimo –60 metros de eslora y 13 de manga–, con base en Tarragona, pero presente allá donde haga más falta: barcos a la deriva, incendios y alertas de contaminación sobre todo, explica su capitán, el asturiano Carlos Gustavo Álvarez Rodríguez.
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El servicio de Salvamento Marítimo funciona las 24 horas durante los 365 días del año. Sin embargo, en una jornada de calma, la tripulación del 'Punta Mayor' dedica su trabajo desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde a tareas de mantenimiento para tener todo a punto ante una salida de emergencia. Prueban las bombas de achique y los sistemas contra incendios, hacen gestión administrativa y, además, una actividad crucial para mantener el pulso del equipo: entrenamientos y simulacros con otras unidades.
LA VERDAD se embarca
Día soleado, aunque con la mar picada en el puerto de Cartagena. LA VERDAD se embarca en el 'Punta Mayor', que programa un simulacro de rescate y remolque de una embarcación. El conejillo de Indias será la 'Salvamar Draco', 21,5 metros de eslora y 5,5 de manga, con una potencia de 28 nudos que la hace idónea para intervenciones rápidas de rescate. Las dos naves, en ese naranja sanguino que se distingue a varias millas, zarpan para la maniobra desde el puerto de Cartagena y ponen la proa hacia el sur. La costa murciana es una autopista sin descanso. A los 2.199 buques que en 2024 se movieron por los muelles de mercancías, se suman las 160 escalas de cruceros y el tránsito de barcos de recreo, pesqueros, turísticos de pasajeros y otros usos que atraviesan día y noche el litoral mediterráneo, habitualmente sereno, pero con cambios abruptos por los vientos de levante. Las zonas rocosas y los cabos requieren especial precaución, que no siempre brilla al timón.
Hay que mantener engrasados los operativos por imperativo social. Cada vez hay más barcos, más tráfico marítimo y, por tanto, crecientes incidencias en los 282 kilómetros de la costa murciana. La Región se mantiene entre las provincias con más matriculaciones en la náutica, con picos históricos como el de 2023, cuando se registraron 300 nuevas embarcaciones de recreo, un 12% más que el año anterior y muy por encima del 2,2% de crecimiento nacional. Desde enero hasta julio de este año se han matriculado 155 nuevas motos acuáticas y casi un centenar de embarcaciones, lo que supone un 20% más que el año pasado, según los datos de Capitanía Marítima.
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Más tráfico en el mar
Este dinamismo náutico tiene otra cara de la moneda. Las embarcaciones de recreo provocaron un 13% más de intervenciones de emergencias en la costa murciana que el año anterior. Los efectivos de Salvamento Marítimo tuvieron que rescatar a 1.231 personas y a 148 barcos. Solo en el pasado julio, llevaron a cabo 50 intervenciones de emergencia. Una de las más recientes no se le borra de la mente al jefe del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Cartagena, sociedad del Ministerio de Transportes, Sergio Rodríguez Carbonell, cuya demarcación abarca toda la costa murciana y se adentra hasta 60 millas náuticas del litoral, en el límite equidistante con Argelia.
La escena imborrable del verano es la del niño de 9 años y la mujer de 37 años que fueron rescatados en estado muy grave el pasado 21 de julio, después de que la hélice de una embarcación, en la que pasaban el día en familia, les alcanzara provocándoles cortes profundos. Lanza un ruego a navegantes: «Nunca arranquen los motores de un barco sin asegurarse de que no hay personas en el agua», insiste. «Seguridad y navegación, siempre juntos», escribe.
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Cumplir los sistemas de seguridad de 'hombre al agua' y llevar a bordo todos los dispositivos de emergencias puede parecer una obviedad, pero el responsable recuerda que es cuestión de vida o muerte. Con 27 años cumplidos en tareas de salvamento, lo ha visto todo.
El 'Punta Mayor' pespuntea la costa de Cartagena hasta El Portús, donde la 'Draco' ha parado el motor para simular la necesidad de rescate. Cuando es solo una embarcación al pairo, como tantas que ha rescatado, las dos tripulaciones ejecutan su entrenamiento. A bordo del 'Punta Mayor', el segundo oficial, Mikel Abeal Inchaurrondo, se ajusta los arneses de seguridad para actuar como en una situación real de remolque de una embarcación averiada. A una milla de la costa, el buque se aproxima por la proa del salvamar y lanza un cabo de remolque. La maniobra se realiza con la máquina parada del 'Punta Mayor' para comprobar la puntería de tiro desde una plataforma a la otra. También realizan pruebas de comunicación entre las dos naves y con el Centro de Coordinación. Las grandes bobinas de cable de hierro pueden remolcar un buque de hasta 200 metros de largo. «La prevención es el mejor salvavidas. Escucha la ley del mar», dice el patrón de la 'Draco', Juan Madrid.
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La vuelta a puerto es rápida. Es lo que tienen los simulacros. Apenas hay imprevistos, como en la vida real. «Cuando salimos a una emergencia, no sabemos a qué hora volveremos, por eso un capitán me dijo una vez que tuviera siempre una reserva de sueño y, por supuesto, de comida», comparte el primer oficial de puente, José Manuel Pérez Arias.
La llegada de pateras cargadas de inmigrantes es otro motivo de alerta y una parte significativa de la actividad de Salvamento Marítimo, aunque el número de incidentes por esta causa se redujo a la mitad el pasado año, con 474 intervenciones, frente a las 880 de 2023 y el millar de 2022. Uno de los últimos despliegues de Salvamento Marítimo fue el provocado por un carguero ruso hundido en diciembre de 2024 cerca de la costa de Cartagena para buscar a los tripulantes desaparecidos, lo que añadió complejidad a las operaciones.
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Estas misiones añaden una dimensión humanitaria a la labor del personal, que no está libre de situaciones críticas, como la que provocó el petrolero cargado de crudo, en febrero de 2024, entrando a 10,5 nudos a la dársena de Cartagena, haciendo caso omiso a las órdenes del práctico para que redujera la velocidad a 6 nudos. Lo que pudo ser otro desastre comparable con el 'Prestige' quedó en un susto generado por la negligencia del capitán de la nave.
Personas socorridas
2022 2.175
2023 1.868
2024 1.231
Incidentes de inmigración irregular
2022 1.001
2023 880
2024 474
El 'Clara Campoamor' y la 'Draco', siempre en alerta
Es uno de los mayores buques polivalentes de Salvamento Marítimo en la costa española. El 'Clara Campoamor', con sede en el puerto cartagenero, es un emblema de la lucha contra la contaminación marina y del rescate en el mar, con sus 80 metros de eslora y sus 25.000 caballos de potencia. Como el 'Clara', solo hay otros cuatro en España, que cuenta además con una dotación de 10 remolcadores de entre 40 metros y 60 metros de eslora, 5 guardamares patrulleros de 32 metros y 55 salvamares como la 'Draco', con sede en la Región. Es la nave más versátil y rápida, por lo que se ocupa de la mayoría de los rescates marítimos.
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Intervino en la atención a la embarcación que apareció a la deriva en abril de 2024 en aguas de Cartagena, con cuatro cadáveres a bordo de mujeres norteafricanas, una de las intervenciones más trágicas a las que se han tenido que enfrentar en los últimos años. La dotación para la protección en aguas españolas cuenta además con tres aviones de patrulla marítima y 11 helicópteros para rescates el altamar, evacuaciones médicas y operaciones de rescate de largo alcance.
Escuchar la ley del mar, lema del Ministerio
'Mitos que hacen agua. Haz oídos sordos a los cantos de sirena y escucha la ley del mar' es el lema de la campaña de seguridad para la náutica de recreo que ha lanzado este año el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. En resumen, hay que ignorar los consejos 'del cuñado' y hábitos viciados del navegante como consumir alcohol, no mantener en buen estado los elementos de seguridad, zarpar con la mitad del depósito para navegar a más velocidad y no vigilar a los menores en cubierta. La mitad de las emergencias en verano tienen como protagonistas embarcaciones de recreo. La campaña recuerda que «una alerta a tiempo es tu mejor salvavidas». Antes de zarpar recomienda comprobar el equipo de navegación y el gobierno de propulsión, la estanqueidad de la nave y el sistema de achique. El patrón debe inspeccionar el buen estado del ancla y los cabos, las tomas de corriente y las baterías. Probar las luces de navegación y llevar linternas y pilas de repuesto, chalecos salvavidas, arneses de seguridad y silbatos. Es conveniente llevar a bordo medios alternativos de propulsión, repuestos y herramientas, aparejos de pesca, trajes térmicos, impermeables y un botiquín. El barco debe llevar conectado el sistema de 'hombre al agua' mientras navega. Respetar el uso del canal 16 VHF y del canal 70 de la LSD es tan aconsejable como mantenerse a la escucha de los mensajes que se emitan.
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