Elena González-Blanco García: «La inteligencia artificial no te va a quitar el empleo, pero sí el que sabe utilizarla»
«En sectores importantes para la Región como la agricultura y el turismo, vemos casos de uso de la IA espectaculares»
Cuando uno piensa en la directora de Inteligencia Artificial de Microsoft para Europa, Oriente Medio y África, se imagina a algún perfil profesional relacionado con ... la informática o con cualquier otra titulación de ciencias. Pero resulta que quien ocupa en realidad este puesto es una doctora en Filología Hispánica procedente de la Región: Elena González-Blanco (Murcia, 1981), quien el próximo miércoles recibirá uno de los premios Laurel que entrega el Colegio de Periodistas. Con un currículum de vértigo, que incluye una experiencia investigadora en Harvard y una aventura emprendedora con la 'startup' Clibrain, Elena González-Blanco atiende por teléfono a LA VERDAD mientras espera la salida de vuelo hacia Ámsterdam y defiende las grandes posibilidades que la IA ofrece a la Región en los campos de la agricultura y el turismo.
–La inteligencia artificial ha experimentado un gran impulso en los últimos años y ya está presente en prácticamente todos los ámbitos. ¿Hasta qué punto está cambiando nuestras vidas?
–Se trata de una evolución tecnológica. Es decir, las cosas no van a cambiar de un día para otro, ni a mí me gusta secundar todas estas noticias tremendistas de que la IA acabará con el mundo, con el trabajo, y que de un día para otro las cosas van a transformarse radicalmente. Yo creo que esto es un proceso que sí que es cierto que avanza muy deprisa, pero también es verdad que lo que estamos viendo son, al final, mejoras para el ser humano. ¿Qué es lo que estamos viendo? Primero, un aumento de la productividad, pues ahora somos capaces de buscar información mucho más rápido; de traducir, corregir textos, generar ideas, trabajar en equipo y revisar, por ejemplo, un contrato de una forma mucho más ágil. La IA es una herramienta que nos hace ser muy productivos y tener acceso a una gran cantidad de información a una velocidad enorme. Si nos fijamos en avances concretos, podemos ver una gran cantidad de casos de uso que demuestran que todas las industrias se están transformando y van a ir haciendo suya esta tecnología. Por ejemplo, en el ámbito legal, el trabajo de un abogado de hace diez años y de un abogado dentro de dos años será bastante diferente, en el sentido de que las herramientas que va a tener serán muchísimo más rápidas a la hora de buscar información en una gran cantidad de documentación, como pueden ser las sentencias. En el ámbito sanitario, la digitalización de los historiales clínicos hará posible buscar indicios de información o analizar el impacto de un medicamento en una escala masiva con un montón de datos, lo que permitirá acelerar muchísimo la cura de determinadas enfermedades. En cualquier área, la mezcla de datos de distinto tipo y la capacidad de poder dotarlos de inteligencia, va a hacer que prácticamente todas las industrias puedan ser más productivas.
«El éxito de la inteligencia artificial está en que cada industria la aplique con conocimiento de negocio»
–Hay mucho miedo y recelo hacia la inteligencia artificial. ¿Qué le diría a quienes temen que les quite el puesto de trabajo?
–Lo primero que les diría es que pierdan el miedo, porque la inteligencia artificial no te va a quitar el empleo, pero sí que te va a quitar el trabajo la persona que sabe utilizar la inteligencia artificial si tú no la usas. Entonces, creo que hay que perder el miedo y empezar a utilizarla como un aliado que nos va a ayudar a hacer nuestro trabajo mucho mejor, con el conocimiento de negocio y con el conocimiento de cada uno de nuestros ámbitos, sabiendo bien cómo funciona la tecnología. Tenemos todos que formarnos, no en el sentido de aprender a programar, ni mucho menos, pero sí de aprender a utilizar la IA; saber cómo funciona, cuáles son las herramientas adecuadas a las necesidades que tenemos y cuáles son los casos de uso para los que funciona mejor, porque no todo sirve para todo. Creo que esta formación hará que la sociedad y cada uno de los ámbitos vayan mejorando, porque al final el éxito de la inteligencia artificial está en que cada industria la aplique con conocimiento de negocio para dar un salto estratégico. Para esto es necesario que no solo los profesionales que tienen perfiles digitales sean los encargados de implementarla, sino todos en general, especialmente aquellos que toman las decisiones estratégicas.
–En el caso de la Región, donde la agricultura y el turismo son sectores importantes, ¿qué posibilidades ofrece la IA para el crecimiento económico?
–Concretamente en esos dos sectores, estamos viendo una serie de casos de uso de la IA espectaculares. En el caso de la agricultura, la optimización del sector con inteligencia artificial nos está permitiendo, por ejemplo, detectar si hay una planta que tiene una plaga, ver por el color y el calibre de los tomates si están más o menos maduros, para decidir cuándo es el mejor periodo para recogerlos... La sensorización de todos los procesos agrícolas, los nuevos modelos de inteligencia artificial generativa y las plataformas de datos integrados (climatológicos, humedad del suelo) permiten que el agricultor que tiene invernaderos o campos sea capaz de tomar decisiones en tiempo real sin tener que ir visitando cada una de las áreas, pudiendo hacerlo de una forma predictiva en lugar de reactiva, lo que permite un ahorro significativo y también evita una serie de riesgos enormes. Precisamente en los sectores más tradicionales son en los que más avances estamos viendo. Y luego en el turismo, donde cada vez buscamos una mayor personalización, la inteligencia artificial nos permite parametrizar mucho más en función de cada visitante, para conocer cuáles son las mejores recomendaciones y cuáles son los mejores servicios que se pueden dar al cliente. De esta forma, los sistemas de atención al cliente, que hasta hace unos años funcionaban de una forma bastante ortopédica, ahora están consiguiendo una calidad que permite interactuar y dar servicio a un montón de clientes en momentos pico de turismo del año que antes simplemente no podíamos atender. Y conseguir, por ejemplo, a través de los 'reviews' de los usuarios de un hotel, dar solución a un problema o coger el 'feedback' y mejorar los servicios.
«Optimizaremos los consumos y aprovecharemos mejor cada gota»
–En una región como Murcia, afectada históricamente por la falta de agua, ¿la inteligencia artificial puede suponer una revolución a la hora de aprovechar mejor los recursos hídricos?
–Sí, porque, además, ya hemos visto algún caso de uso. Hace unos meses conocí un programa que utilizaba la inteligencia artificial para predecir el cauce de los ríos y optimizar los recursos hidráulicos en función de las predicciones fluviales. Es decir, como decía antes en el caso de la agricultura, juntar los datos de predicción meteorológica con la predicción de demanda hace posible contar con una estimación de lo que puede pasar y, luego, optimizar los propios consumos y hacer que se aproveche mejor cada gota de agua. La IA permite que podamos ser muchísimo más eficientes con menos recursos.
–¿Lleva España buen ritmo en el desarrollo de la IA?¿En qué país deberíamos fijarnos, quién está haciendo bien las cosas?
–Evidentemente, los grandes desarrollos se están produciendo ahora mismo en Estados Unidos, porque al final la mayoría de grandes compañías están presentes allí. China está también creciendo a una velocidad enorme en este sentido. Europa, lamentablemente, está bastante más retrasada en tecnología y, especialmente, en inteligencia artificial. Pensando dentro de Europa, para mí Francia es el país de referencia en cuanto a lo que son 'startups' y unicornios. ¿Por qué? Porque se ha hecho una política desde hace ya varios años en la que se está fomentando muchísimo la colaboración entre universidades, inversores y círculos de emprendimiento, potenciando de verdad que la IA sea uno de los productos bandera dentro del país. Creo que tenemos un buen referente al otro lado de los Pirineos. ¿En España? Pues creo que se están haciendo cosas en la parte de 'startups' y unicornios, pero tenemos poquitos testimonios todavía. Tenemos un potencial muy grande, pero debemos darnos prisa. Para mí, la moraleja es que aquí hay una carrera en la que no podemos quedarnos atrás. Sobre todo, porque tenemos un activo muy importante que es nuestro idioma, el español, uno de los más hablados del mundo. Y cuando precisamente uno de los retos de la IA es el lenguaje, creo que deberíamos hacer mucho más para posicionarnos , explotando todas estas variedades y riquezas de nuestra lengua. Así que el mensaje es que todavía nos queda mucho por hacer, de forma que no podemos perder el tren y esperar, porque tenemos una oportunidad muy grande.
«Poner la regulación antes que la innovación es darse un tiro en el pie»
–La secretaria de Estado de IA, María González Veracruz, es también murciana. ¿Ha mantenido algún contacto con ella?
–No lo he tenido todavía, porque su nombramiento es reciente. Espero conocerla pronto. Lógicamente, con el Ministerio sí que hemos trabajado bastante.
–¿Cree que hay que regular la IA? ¿Hay que ponerle límites?
–Creo que lo más importante es formar a la sociedad. De hecho, por ejemplo, en Microsoft se acaba de lanzar un proyecto gigantesco para todo lo que es formación a todos los niveles de la sociedad, porque hemos visto que uno de los problemas que se están generando es que, por desconocimiento, muchas veces la gente envía datos confidenciales a herramientas sin saber realmente qué hacen con ellos. También, como en las grandes empresas tecnológicas, en Microsoft hay toda una infraestructura de lo que llamamos 'Responsable AI', que permite que toda la inteligencia artificial, por defecto, sea responsable, segura, privada, que no comparta datos y genere unos entornos protegidos para que nadie pueda tener ningún problema y no pueda entrar en temas donde se genere contenido no deseado o se hagan cosas con imágenes de personas que no se pueden hacer. Los productos que lanzamos van con toda esa capa de salvaguarda para que no haya ningún tipo de problema. El tema de la regulación es bastante espinoso porque uno de los problemas que tenemos es la diferencia entre la regulación en distintos países. Es decir, en Europa a veces tendemos a sobrerregular en el ámbito tecnológico y, claro, lo que tenemos que hacer es, por supuesto, poner una serie de guías y tener muy claro hacia dónde están yendo las cosas y cómo hacerlas, pero lo que no podemos hacer es poner la regulación por delante de la innovación, porque entonces nos damos un tiro en el pie. A veces se tiende a pensar demasiado, cuando uno habla de inteligencia artificial, en la regulación como la primera palabra, y creo que la regulación no tiene que ser la causa, sino la consecuencia.
–¿A usted qué es lo que más le ha impresionado de la IA?
–Pues lo que me ha sorprendido es el viraje que ha dado en los últimos años, tanto la tecnología como la reacción del mercado. Hace apenas tres años, yo era la lingüista loca que quería que las máquinas hablaran y ahora, de pronto, todo el mundo cree en lo que yo creía. Ahora veo que esto no solo no es una burbuja, sino que es una apuesta gigantesca en la que estamos viendo todavía solamente la punta del iceberg. Mi impresión es que, hasta ahora, todo el mundo ha jugado con la IA y lo que vamos a ver es que empiezan a haber casos de uso reales que funcionan bien y donde ya los resultados son fiables y no son solamente un experimento.
«La IA lo hará mejor que los humanos en algunas tareas. Pero en medicina, los robots nunca operarán solos»
–Usted suele defender que, por mucho que evolucionen la IA y la robótica, siempre serán necesarios los humanos para controlar las máquinas.
–Habrá tareas en las que la IA lo hará mejor que un humano. Por ejemplo, encontrar información entre miles y miles de páginas, como en el caso que decía de las sentencias, ya que la IA tiene una capacidad de acceso a datos prácticamente ilimitada y a una velocidad más rápida que la del ser humano. En otros ámbitos como la medicina, los robots nunca operarán solos. Es decir, los médicos operarán mucho mejor utilizando robots y otras herramientas de precisión que les permitirán hacer su trabajo de forma más eficiente, pero esas herramientas deberán ser utilizadas y entrenadas por personas que tengan ese conocimiento de negocio del ámbito en el que se está trabajando.
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«No podemos separar ciencias y letras como lo hacemos ahora mismo en España»
¿Qué visión tiene de la Región de Murcia?
–Creo que es un lugar con un potencial enorme. Cada vez que me encuentro con murcianos, veo a personas con un gran potencial, gran talento, mucha calidad humana, pero también mucha calidad intelectual. Es una combinación que veo muy comúnmente entre los ciudadanos de esta Región, quizá por la forma de educarnos, por el terreno, por el clima o por nuestra mezcla cultural que llevamos en la sangre.
–Que una filóloga como usted sea responsable de IA en una gran empresa como Microsoft, ¿rompe el mito de que la innovación y la tecnología solo son para gente de ciencias?
–Sí, y cada vez más. Fue en Harvard cuando me di cuenta de la importancia de la interdisciplinariedad, que en España no tenemos tan grabada a fuego como en otros países, no podemos separar ciencias y letras como lo hacemos ahora mismo. Pienso que hay que humanizar la tecnología. Si queremos que las máquinas hablen, no podemos lograrlo si no conocemos el lenguaje. No funciona igual la tecnología en inglés que en español. Y dentro del español, las variedades de México, Argentina, Colombia o España son distintas. Aún la inteligencia artificial no está madura ahí. Ya si lo extrapolamos a variantes locales, ¿quién enseña panocho a la inteligencia artificial? Pues tendrá que hacerlo alguien que conozca cómo funciona el contexto, en qué determinadas áreas se utilizan determinadas palabras y para qué. Entonces, es importante la ciencia que posibilita el análisis de datos a gran escala, pero también el conocimiento cultural y lingüístico.
–El reconocimiento se lo entrega el Colegio de Periodistas de la Región. En el campo del periodismo, ¿la IA incrementa el riesgo de que cada vez se difundan más bulos?
–La IA es una tecnología muy potente que puede ser utilizada para bien y para mal. Es como si yo tengo un cuchillo de cortar jamón en casa, que puedo usar para matar a gente, pero lo uso para cortar jamón. Pero esto no es solo de la IA. A día de hoy corren gran cantidad de bulos por internet, cada vez más sofisticados, y lo que hay que hacer es educar a los usuarios para que no caigan en trampas. Tenemos un problema de ausencia de pensamiento crítico, que vemos en los chavales que copian y pegan información sin saber exactamente si es o no veraz. Hay que educar muchísimo.
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