Rivera enardece a la 'marea naranja'
El líder de Ciudadanos propone una ley de impacto económico para las infraestructuras y defiende un Plan Hidrológico Nacional técnico, que «no juegue con los sentimientos»
Guillermo Hermida
Domingo, 10 de mayo 2015, 00:43
Albert Rivera llegó, habló y triunfó. Entre gritos de «¡presidente, presidente!», el líder nacional de Ciudadanos hizo ayer parada en Murcia, donde congregó a más de medio millar de personas en un mitin en el Hotel Nelva. Allí propuso una ley de impacto económico para todas las infraestructuras públicas, que garantice su viabilidad y cuantifique el retorno social y monetario de las mismas, para evitar casos como los del aeropuerto de Corvera o la desalinizadora de Escombreras.
Publicidad
Rivera, que ayer siguió camino hacia Alicante dentro de la intensa gira que le llevará a protagonizar 25 actos en dos semanas de campaña, tomó la palabra cuando los aplausos tras la proyección de un vídeo promocional de Ciudadanos aún resonaban sobre la frase final, un «no nos sigáis, acompañadnos», que casi como todo lo que sale de boca del líder, parece buscar mármol.
Lo que encuentran esas frases es un público receptivo: «Los españoles se han levantado del sofá y han tomado las riendas». Aplauso. «Queremos contar votos, no sondeos». Aplauso. «Esta legislatura es la más decisiva en 30 años y nosotros seremos decisivos para su rumbo. Y vamos a tomar el timón del cambio». Ovación, oreja y vuelta al ruedo.
Con la platea enardecida -alguna militante bordeó el síncope-, Rivera dejó de lado el lirismo y se aplicó al jamón, que los informativos de mediodía demandaban carnaza. Después de lo de la ley de impacto económico -«es más fácil robar de un aeropuerto vacío», remató-, tocó el Plan Hidrológico Nacional. «Es necesario y hay que hacerlo, pero con diálogo, no jugando con los sentimientos. Y dejar el debate técnico a los técnicos». Rivera quiere poder decir lo mismo en Murcia que en Zaragoza y Tarragona, «hacer pedagogía y eliminar los bandos que se han tratado de hacer para escudar otras cosas». Finalmente, no pudo evitar dejar otra perla para los anales: «Queremos echar agua al fuego, no leña».
En el capítulo de pactos, un clásico de su discurso, Rivera volvió a insistir: «Los que nos ofrezcan consejerías o cargos de confianza nos verán levantarnos de la silla. No haremos pactos por puestos, sino por principios e ideas». Ideas que son «buenas o malas, pero no rojas o azules», y que pasan por las listas abiertas, el cambio en la ley electoral, la persecución del fraude fiscal y «bajar los impuestos a las clases medias».
Publicidad
Mostrando músculo
Ciudadanos aprovechó el acto para mostrar músculo. Camisetas naranjas y coches forrados con la imagen de Rivera procedentes de las 38 agrupaciones regionales, parte del millar de listas electorales que bajo su marca concurrirán en las urnas el próximo día 24, un día en que «España se juega mucho», Rivera 'dixit'.
«Hemos pasado del coma profundo a la UCI», resume su percepción del modelo económico y de recuperación del PP, «que sirve para cuatro», zanjó Rivera. Y puso como ejemplo los 7,5 millones de españoles que «tienen trabajo, pero les cuesta llegar a final de mes o los 4,5 millones aún en paro». La receta de Ciudadanos pasa por el I+D+i y, ante todo, por la educación.
Publicidad
El ejemplo es Finlandia, el país que indefectiblemente ocupa los primeros puestos en los informes PISA: «Llevan 60 años sin cambiar el modelo e invierten tres veces el porcentaje del PIB que se invierte aquí», sentenció Rivera, que tachó a nuestros políticos de cortoplacistas: «Hay que invertir hoy para recoger los frutos no en cuatro años, sino en una generación».
Ya en la recta final, volvió a apuntar alto: «Quiero valores, no escaños. Y no decepcionéis a la gente: dejad el pabellón bien alto», espetó al respetable, que para entonces ya había desenfundado los móviles a la caza del 'selfie' con el candidato.
Publicidad
El estilo de Rivera va calando en sus cuadros. Antes de su intervención y el vídeo, el candidato a la presidencia regional, Miguel Sánchez, dejó de lado los folios y se lanzó por la vía emotiva. «Voy a hablar desde el corazón», advirtió, para a renglón seguido recordar su primer encuentro con Pedro Antonio Sánchez en los tiempos en que éste era director general de Juventud, hace ya casi dos décadas. «No puede gobernarnos alguien que no ha trabajado fuera de la política desde hace tanto tiempo», apuntó Miguel Sánchez.
«Estamos haciendo historia en la Región», advirtió el candidato, quien coincidió con Rivera en señalar que los resultados de Ciudadanos «mejorarán los que señalan las encuestas» y que su partido viene «a cambiar las cosas». Sánchez definió otra vez su propuesta de cambio de ley electoral -circunscripción única y límite del 3% para entrar en la Asamblea Regional- y cargó contra «las obras faraónicas del PP», un partido que según él «ha dejado de escuchar a la gente».
Publicidad
«El PSOE y el PP trabajan con una red clientelar debajo que les da seguridad. Nosotros no, y es algo que nos encanta», remató el candidato regional. La 'marea naranja' asintió y aplaudió. Otra vez más.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión