Educación solo comprará libros para cursos impares y podría dejar fuera tercero de la ESO

En esas condiciones, la Consejería de Educación considera que no es rentable comprar libros para los alumnos que estudiarán cursos pares, ya que solo servirían para un año académico. Por esa razón, la Administración regional ha decidido centrar los esfuerzos económicos en los cursos impares, que estrenarán el nuevo currículo escolar con los libros adaptados a esos contenidos.

Aun así, tampoco es previsible que se incorpore al programa el curso de tercero de la ESO, que aún no recibe los libros gratuitos, ya que la Administración regional considera que la moratoria aprobada con los presupuestos da de plazo hasta 2026 para incorporar nuevos cursos al plan de gratuidad, y teniendo en cuenta la incertidumbre normativa y la pretensión de la Consejería de Educación de ir mutando a un sistema de libros digital a medio plazo, Educación está valorando no incluir los libros de tercero de la ESO en el reparto de la asignación para el próximo curso.

El diseño del plan de ayudas para libros de texto del próximo curso no se ha completado aún, y acumula cierto retraso con respecto a otros años.

La Consejería de Educación dispone este año de 6,2 millones de euros para los manuales educativos, que se reparten entre los libros de los cursos asignados al plan de gratuidad y las ayudas para material escolar (las becas tradicionales, que se asignan en función de la renta y solo a los alumnos con menos recursos). Teniendo en cuenta la coyuntura planteada por la Lomloe, con cambios de programación en los cursos impares, y la moratoria, Educación estudia dedicar más dinero a las becas que al plan de libros gratis. Así, la Consejería solo compraría manuales adaptados a la Lomloe para dos cursos de Primaria (tercero y quinto) y para primero de la ESO, en los que toca renovar porque el uso de varios años ha deteriorado buena parte de los ejemplares.

Para evitar que los estrictos requisitos de renta para lograr una beca de libros vuelvan a dejar fuera a miles de alumnos (este curso no la han logrado 4.500 familias de la Región, y de los 1,3 millones consignados para las ayudas asistenciales, reservadas a los cursos no acogidos al sistema de préstamo, solo se han gastado 861.960 euros), la Consejería de Educación elevará los umbrales económicos máximos para acceder a la ayuda.

Los requisitos de renta estaban en la última convocatoria un 25% por encima del indicador Iprem, y el plan es elevar ese porcentaje hasta el 37,5%. El objetivo que se ha marcado la Consejería es que las ayudas den cobertura al 27% de familias murcianas que se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión.

Las becas tradicionales para libros se mantienen para compensar el retraso en la implantación del sistema de préstamo gratuito, que, según el calendario inicial acordado por la Consejería en 2028, debería cubrir ya a todo el alumnado de enseñanzas obligatorias. Sin embargo, los retrasos sucesivos llevaron a la Consejería de Educación a aprobar una moratoria que retrasa su generalización a 2026. Así, solo los alumnos de la Región de tercero a sexto de Primaria y los de primero y segundo de la ESO, además de los de FP Básica y Educación Especial, reciben los libros gratuitos con independencia de su nivel de renta.

El plan de libros gratuitos empezó en 2018 y, desde entonces, ha beneficiado a 97.000 estudiantes de tercero, cuarto, quinto y sexto de Primaria, FP básica, primero de ESO y Educación Especial. A ellos se sumaron el curso pasado los de segundo de ESO, y de momento parece haber frenado en ese nivel. El sistema se basa en el préstamo durante cuatro años de los ejemplares, que son propiedad de la Comunidad.