Dos puñaladas traperas y una amenaza mortal en Águilas
Los dos menores acuchillados el mes pasado por un joven declaran ante la Fiscalía que no se esperaban los ataques: «Fue a traición»
«Hola, ¿Policía? Hay un joven tendido en la acera herido, sangrando por un costado por una puñalada».
- ¿Dónde se encuentra, señora?
- En ... la calle Juan Pablo II.
- De acuerdo, enviamos varias unidades.
Con este aviso de una mujer a las 23.24 horas del pasado 7 de septiembre a la Policía Local de Águilas comenzó una noche dramática en la que un menor de 17 años apuñaló a otros dos jóvenes de 15 y 16. En un primer momento, se temió que los sucesos estuviesen relacionados con un ataque indiscriminado cometido por algún fanático, ya que las agresiones ocurrieron en lugares distintos con escasos minutos de diferencia. Los testigos de las agresiones, además, explicaron que los apuñalamientos se produjeron sin un incidente previo ni discusión y que las víctimas prácticamente no conocían al agresor.
Las acometidas ocurrieron en lugares distintos, con escasos minutos de diferencia y sin discusión previa
La novia del primer menor acuchillado, de 16 años, declaró que un chico se acercó a su pareja cuando caminaba por la calle Juan Pablo II y le dijo: «Ya está hermano, no te preocupes». Él se giró para dirigirse hacia ella y el agresor alzó el brazo, le golpeo por la espalda y se fue corriendo.
«Mi novio vino hacia mí diciéndome que le había pinchado», relató la joven a la Guardia Civil. Minutos después, cerca de las 23.30 horas, en la misma calle, pero a unos 500 metros de distancia del primer ataque, junto a la estación de tren, otra llamada de un joven alertó al Centro de Coordinación de Emergencias 112 de otro ataque de similares características.
El chico contó que su primo, de 15 años, había pasado al lado de dos jóvenes, a los que conocía solo de vista, y cuando estaba a su altura, uno de ellos le gritó su nombre y continuó andando junto él, a su paso. En un momento dado vio un gesto que le parecía que le daba un abrazo, pero su primo se giró diciendo: «Me ha pinchado».

Primer apuñalamiento
Arturo, 16 años
23.24 horas
Una mujer llama a la Sala del 092 de la Policía Local avisando que hay un menor herido por arma blanca en la calle Juan Pablo II de Águilas
C/ Papa Juan Pablo II
Lugar de los apuñalamientos
Ruta del atacante
Segundo
apuñalamiento
Rafa, 15 años
23.30 horas
Rafa, otro joven de 15 años, se encuentra con el agresor junto a la estación de autobuses y recibe otra puñalada en el costado.

Primer apuñalamiento
Arturo, 16 años
23.24 horas
Una mujer llama a la Sala del 092 de la Policía Local avisando que hay un menor herido por arma blanca en la calle Juan Pablo II de Águilas
C/ Papa Juan Pablo II
Lugar de los apuñalamientos
Ruta del atacante
Segundo
apuñalamiento
Rafa, 15 años
23.30 horas
Rafa, otro joven de 15 años, se encuentra con el agresor junto a la estación de autobuses y recibe otra puñalada en el costado.

Primer apuñalamiento
Arturo, 16 años
23.24 horas
Una mujer llama a la Sala del 092 de la Policía Local avisando que hay un menor herido por arma blanca en la calle Juan Pablo II de Águilas
C/ Papa Juan Pablo II
Segundo apuñalamiento
Rafa, 15 años
23.30 horas
Rafa, otro joven de 15 años, se encuentra con el agresor junto a la estación de autobuses y recibe otra puñalada en el costado.
Lugar de los apuñalamientos
Ruta del atacante
Declaración de las víctimas
Las declaraciones que hicieron las dos víctimas ante la Fiscalía de Menores el pasado 3 de octubre arrojan algo de luz a un suceso que conmocionó el municipio de Águilas.
Al tratarse de un supuesto delito con menores implicados, se han cambiado los nombres del acusado, de las dos víctimas y de los testigos para proteger su identidad real.
Las dos agresiones efectuadas con una navaja tipo mariposa no estuvieron precedidas de discusiones o de riñas. El detenido, Daniel, solo había tenido un encontronazo con, Arturo, la primera víctima, al que amenazó a través de una red social. Pero el asunto provenía de una pelea en una discoteca que ocurrió semanas atrás entre Daniel y un amigo de Arturo. Él solo intervino entre ambos para que la reyerta no acabara en un baño de sangre. Esto es al menos lo que declaró el afectado ante el fiscal de menores a principios de este mes. Daniel discutió con su amigo en una discoteca y se fue. Apareció en una moto unos 20 minutos después esgrimiendo un cuchillo de cocina. Iba a pincharle y lo paró. Le quitó el cuchillo y le dijo: «Para ya, esto no se hace; si os queréis pelear, a puñetazos». Y así hicieron.
Esa intermediación fue, en apariencia, el comienzo de la inquina de Daniel hacia Arturo. Prueba de ello es que una semana después del incidente con su amigo, a mediados de agosto, Daniel fue a buscarle a su barrio y se encontró con su hermano de 14 años.
«Te tengo que matar»
Llevaba un palo de metal grande en una mano y le dijo que lo buscaría, que hasta que no lo viera muerto y enterrado no iba a parar de buscarle porque como no le había dejado matar a su amigo en la discoteca, tenía que matarle, según consta en la declaración del menor. Esta amenaza se repitió a través de las redes sociales, cuando, a finales de agosto, recibió mensajes en los que le decía «que lo iba a apuñalar y que lo iba a matar», amenazas a las que Arturo respondió: «tú por tu lado, yo por el mío».
Daniel le llamó y le dijo que le había asestado una cuchillada a Arturo. «¿Quieres que te pegue una a ti?», le preguntó
Una semana después fue cuando se encontró con él en la calle. El 7 de septiembre por la noche había quedado con su novia para cenar en el Burguer King. Cuando pasaba por la calle Juan Pablo II, vio como salía Daniel con otro chico por una intersección, se puso en la acera de enfrente, no paraba de mirarlo. Se le acercó. Le dio un abrazo, le preguntó cómo estaba y le pidió perdón por lo que había ocurrido en Instagram.
Daniel le dijo que no iba con él, «que la movida era con su amigo». Él respondió: «vale, tú por tu lado, yo por el mío», se dio la vuelta hacia su novia, que estaba a unos 15 metros esperándole, y Daniel lo apuñaló. Se tocó la espalda y la tenía llena de sangre. «Fue a traición». Daniel salió corriendo, y Arturo se dirigió hacia su novia hasta que se desplomó.
«No sé por qué me pinchó»
Rafa, la segunda víctima de 15 años, nunca se había relacionado con Daniel. Tenían algún amigo en común, pero no se llevaba ni bien ni mal con él, porque no hablaban. Tampoco conocía a Arturo, el otro menor acuchillado. La noche del 7 de septiembre iba con su primo Miguel por el paseo marítimo en dirección a la estación de tren. Acaban de dejar a una amiga en su casa y se dirigían a su domicilio.
Sobre las 23.30 vio pasar corriendo a Daniel, con una navaja en una mano, gritando delante de él, diciendo: «¡Yo soy Daniel, aquí estoy!». Cuando Rafa se cruzó con Daniel, le llamó y le dijo que le había pegado un pinchazo a Arturo. «¿Quieres que te pegue uno a ti?», le preguntó. Rafa le contestó que no y continuó caminando, pero se le acercó y le comentó: «Dile a Fernando que cuando lo vea le voy a hacer esto». Le dio el navajazo y se fue corriendo con su otro amigo, que estaba tranquilizando al marroquí, al que había amenazado anteriormente.
El menor declaró que el chico al que se refería, Fernando, es un conocido, y que, durante el verano, le mandó a la novia de Daniel un saludo a través de la red social TikTok, y por ese motivo le amenazó con matarlo. «No entiendo por qué me pinchó; yo nunca había tenido ningún problema con él», concluyó.
Después de esta segunda agresión, Daniel se marchó a casa de sus padres. Allí lo localizó la Policía Local, que ya había descubierto la identidad del atacante, tras recabar los testimonios de los testigos que presenciaron los sucesos. Fue detenido y trasladándolo a las dependencias de Guardia Civil esa misma noche acusado de dos delitos de homicidio en grado de tentativa.
El Juzgado de Menores número 1 de Murcia decretó el internamiento de Daniel en un centro en régimen cerrado.
«Las agresiones son dos delitos de asesinato en grado de tentativa»
El abogado penalista Eduardo Simó asumió la acusación particular de las dos víctimas. Para el letrado, las dos agresiones son constitutivas de sendos delitos de asesinato en grado de tentativa, penada por la ley del menor con cinco años en régimen cerrado como pena máxima en este tipo de delito. «En cuanto al primer agredido, el investigado apuñala por la espalda a mi cliente, sin darle opción alguna a defenderse. Es más, previamente, le había pedido disculpas. Intentó generar una confianza mayor para que no se pusiera a la defensiva y cuando se giró, le apuñaló por la espalda». En relación con el segundo menor que fue acuchillado, de igual modo considera la frialdad del investigado. «No lo conocía prácticamente de nada, pero se le acercó, le comentó que había apuñalado a otra persona, sacó la navaja y se la clavó».
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