Diseñan un test rápido para detectar el riesgo de sufrir acoso escolar

Detectar si un escolar de Primaria se encuentra en riesgo de sufrir acoso escolar a través de sus respuestas en solo diez minutos es posible, defiende el profesor de la Universidad de Murcia Ángel R. Calvo, a través un breve cuestionario de 18 preguntas que ha diseñado con los docentes Francisco Ballester y José M. Bueno. El test rápido interroga a los escolares sobre sus sentimientos, amistades en el aula..., pero al contrario de otros cuestionarios similares, evita preguntas que provocan que los alumnos oculten su situación de acosados porque pueden generar una mayor exposición de la víctima. El cuestionario, que se será presentado hoy, permite detectar a los alumnos que se encuentran en riesgo de padecer acoso escolar en Primaria. La prueba se corrige automáticamente y proporciona una serie de informes para que el profesorado y los centros docentes puedan identificar y ayudar a estos alumnos.

La prueba está ideada con carácter preventivo, es decir, no debe ser usada directamente para determinar si un alumno está siendo acosado, sino para identificar a los que se encuentran en riesgo. Una vez identificados, se dan pautas para observar y entrevistar a esos niños con el objetivo de evitar la victimización.

«Ante el acoso se suele actuar tarde, ya que los agresores se cuidan de ser descubiertos y las víctimas no comunican su malestar. El cuestionario evita esta tendencia, ya que se centra en la identificación de los alumnos en riesgo basándose en el conocimiento de su bienestar en el colegio, relaciones y sentimiento de seguridad», expone el profesor del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UMU.

Los alumnos pueden responder al cuestionario en papel o directamente 'online'. Se les pide que valoren 18 enunciados sobre comportamientos o situaciones que puede experimentar en el centro o el aula (encontrarse bien, tener amigos,...). También se les pregunta sobre aquellos compañeros con los que simpatizan en mayor o menor grado, lo que permite elaborar un sociograma de las relaciones en el grupo de clase.

La diferencia sobre otras pruebas habituales sobre acoso es el enfoque: «Generalmente se pregunta a los alumnos si han sufrido agresiones, que especifiquen su tipo, frecuencia... Esto tiene varios inconvenientes: produce un sesgo en la respuesta hacia las situaciones negativas, los alumnos pueden ocultar la situación de acoso por estar implicados directamente como víctimas o acosadores y, en el peor de los casos, puede generar una situación de mayor exposición de la víctima ante el grupo».