«Dejé de lado el mundo de la empresa para centrarme en el arte»
Irmante Jackute compagina su carrera de cantante con sus dotes de actriz
minerva piñero
Martes, 24 de julio 2018, 07:35
Fue su abuelo, quien tocaba el trombón, una de sus mayores influencias. Cuando Irmante Jackute se mudó de Lituania a Cartagena, con 17 años, no sabía nada de español. Pero sí de música. A los ocho años, empezó a tocar el piano y a dar sus primeras lecciones de solfeo en la Escuela de Artes de Skuodas, su ciudad natal. Cercana, pasional y trabajadora, como se define, el pop es el estilo que suena en las canciones de esta artista; el género musical que predomina en las galas y conciertos en los que participa. Sevilla, Ciudad Real, Valencia y Lorca son algunas de las ciudades en las que ha actuado.
-¿Es metódica o espera a que la inspiración llame a su puerta?
-Espero a que llegue la inspiración, que muchas veces aterriza en momentos inoportunos, como puede ser a mitad de la noche o en plena calle. Por suerte, en estos tiempos es muy fácil grabar las ideas con el móvil, sea el momento que sea.
-¿Le acompañan más músicos cuando sube al escenario?
-Tengo varios formatos. A veces voy sola, en otras ocasiones con un guitarrista, en los espectáculos más visuales me acompañan bailarines...
-¿Prefiere las grandes o las pequeñas audiencias?
-Son dos situaciones muy diferentes. Los conciertos íntimos me gustan por la cercanía que se crea con el público; los grandes eventos se viven con más adrenalina, en ellos se experimentan muchas sensaciones.
-¿Tiene algún referente?
-Escucho música de todo tipo, pero especialmente me gustan las canciones de los años ochenta. De la escena actual, una de las artistas que más me llama la atención es Adele. Aun así, cuando me pongo a componer no sigo el estilo de nadie.
-¿Y qué estilo sigue?
-Me dejo llevar por el momento; por la situación. Así, surgen canciones que pueden ser tristes, como las baladas, pero también otras que son más divertidas, que tienen un toque de humor o incluso de ironía. Intento que el resultado sea algo variado.
-¿De qué trata la última canción que ha escrito?
-Nació mientras hablaba con una amiga por teléfono. Al colgar, se me ocurrió una canción que describe cómo una chica tiene una cita a ciegas, y cómo el chico le está costando cosas que no le interesan mucho.
-¿Qué intenta transmitir?
-Depende de la canción. Si se trata de un mensaje muy sentimental, espero que quien me escuche se pueda sentir identificado. Si la canción es alegre y divertida, me gustaría que disfrutase, que se animase.
-¿En qué piel le gustaría meterse, desde su faceta como actriz?
-Los que más me gustan son los papeles dramáticos y complicados. En la Escuela Municipal de Teatro de Cartagena, donde estuve unos tres años, una de las películas que recuerdo cómo ensayábamos es 'Pena de muerte'. Aun así, estoy abierta a todo tipo de experiencias; la interpretación es un mundo que conozco menos que la música. Cuanto más me implico, más me gusta.
-¿Guarda algún plan alternativo?
-Estudié Administración de Empresas para tener una segunda salida, e incluso llegué a trabajar en este ámbito, pero decidí mudarme a Madrid hace unos cuatro meses para intentar desarrollarme en el mundo de la música y del cine, ya que en la capital se mueven más oportunidades laborales. La economía me parece interesante, pero una cosa es que algo te guste y otra muy diferente es la pasión que tengas por ese terreno. Dejé de lado el mundo de la empresa para centrarme en el arte.
-¿En qué proyectos trabaja ahora?
-En la grabación de 'Aisa', un cortometraje que trata sobre cómo tejemos nuestro destino y el de las personas que nos rodean sin proponérnoslo, y en la realización de un videoclip, 'Rocking', que será grabado en Madrid. Además, he empezado a crear mi primer disco.
-¿Qué echa de menos de Lituania, donde nació?
-La comida, aunque también me gusta mucho la gastronomía española. En concreto, el plato que más echo de menos es el cepelinai, típico en Lituana. Se elabora con patatas y carne. Por encima, lleva una nata agria: su preparación es muy laboriosa.