¿Todo decidido?

ANÁLISIS ·

CEMOP

Jueves, 16 de febrero 2023, 22:51

De celebrarse mañana las elecciones, el PP obtendría una mayoría clara (entre 20 y 21 escaños), superior a la suma de toda la izquierda (17-18 escaños). Esto posibilitaría a Fernando López Miras hacer un gobierno unicolor en minoría. Estos resultados dibujan un escenario de estabilidad que ha sido constante en la medición del comportamiento de la opinión pública, al menos durante estos dos últimos años, tras el episodio de la fallida moción de censura que transformó las relaciones de fuerzas en la Región. Pero no es un escenario novedoso, sino que mantiene la estructura de comportamiento que, desde las elecciones de 1995, hace ya casi 30 años, se produce en el escenario regional: una derecha que siempre está rozando el 60% de los apoyos populares, frente a una izquierda que raramente llega al 40% de los mismos. En una circunscripción única, como la actual, esto se traduce en una derecha que suma entre los 26 y los 29 escaños, frente a una izquierda que se planta entre los 16 y los 19.

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Los resultados del actual estudio, por tanto, no se distancian de los anclajes de voto que ya nos son conocidos. El PP se mantiene a la cabeza, cercano al 40% de los votos y 20-21 escaños, mientras que el PSOE apenas pierde fuerza, aunque si se deja dos o tres escaños respecto a la cita de 2019. Ciudadanos en la Región de Murcia no se libra de la crisis del partido a nivel nacional y se queda, en esta ocasión, sin representación parlamentaria. Algo más novedosos son los datos respecto a UP, que viene rozando ese tercer escaño que en esta medición consigue, situando al frente de la candidatura a una líder muy tenaz, y Vox, que pierde fuerza respecto al Barómetro de Otoño, tanto en intención directa de voto como en estimación de escaños, reduciendo en esta ocasión su representación a siete escaños.

El crecimiento del PP desde las elecciones de 2019 se basa en las transferencias que recibe tanto del PSOE (unos 14.000 electores) como principalmente de Ciudadanos (unos 20.000 electores). Su talón de Aquiles ha sido que, durante estos dos años, salvo en algunos momentos durante la pandemia, ha transferido mucho elector a Vox, pero ahora mismo el saldo, aun siendo negativo, ha dejado de ser tan importante (unos 4.000 electores). Precisamente este equilibrio ha puesto freno al crecimiento de Vox, que mantiene una fidelidad muy alta entre sus votantes de mayo de 2019 y también consigue un grueso de nuevos electores importante. Para el PSOE, las pérdidas hacia el PP las compensa con la recepción de votantes de Ciudadanos (cerca de 9.000) y también de Unidas Podemos (alrededor de 4.000). Su principal problema radica en una manifiesta desmovilización de sus electores. De ahí que es uno de los partidos que, junto a Ciudadanos, más se puede beneficiar de realizar una buena campaña. Este último partido tiene a casi el 40% de sus antiguos electores desmovilizados, siendo prácticamente el resto transferidos a otros partidos del sistema. Por último, a Unidas Podemos le ha sentado bien la asunción formal del liderazgo de cara a las elecciones de mayo y, especialmente, la coalición, que, aunque no reúna a toda la izquierda, sí suma a Izquierda Unida, que mantenía un caudal de voto pequeño pero importante en la categoría de «otros partidos».

Pero esto significa que ¿ya está? Como se dice vulgarmente, ¿está todo el pescado vendido? Pues parece que no. De acuerdo al Barómetro, se espera una participación moderadamente más alta que en 2019, alrededor de 2 puntos más. Aunque más del 61% de los electores que van a ir a votar tienen decidido su voto, cerca de un 38% estarían dudosos entre, al menos, dos opciones. De ese 38% que está decidido a ir a votar, pero que se muestra dudoso de a quién, las mayores incertidumbres se dan entre PP y PSOE (18,7%) y entre PP y Vox (12,6%), aunque también es significativo el 5,7% que duda entre PSOE y UP y el 4,1% que duda entre PP y Ciudadanos. Esto significa que un 30% del total del voto de la Región está en duda y, salvo los que dudan entre PSOE y UP, el resto de las dudas entre partidos se dan en los márgenes del PP, en concreto el 10,6% del total del voto está dudando entre votar a PP o a otros partidos (PSOE, Ciudadanos o Vox). Una parte muy importante de estos indecisos tomarán su decisión durante la última semana y la podrán tomar en base a distintos insumos: a su identidad partidista o ideológica, reproduciendo por tanto los comportamientos tradicionales en la Región, o sobre la base del voto racional, por ejemplo sobre qué gobierno se espera que pueda formarse o qué gobierno se preocupará más de mi bienestar, o quizá el uso de las redes sociales pueda aportar votos más emocionales, hacia aquel partido o candidato que logra hacerme sentir mejor, etcétera. Sea cual sea el motivo final de la decisión para ese conjunto estimable de electores que hoy están indecisos, implica que para las elecciones de mayo aún queda partido que jugar.

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