Los daños causados por el jabalí alcanzan a la flora protegida de Cartagena
La batida autorizada en Calblanque, Lo Poyo, El Carmolí y Escombreras termina con 83 ejemplares abatidos, la mayoría hembras
La proliferación de especies como el jabalí o el conejo en la Región de Murcia ha supuesto un quebradero de cabeza para las administraciones locales ... y regionales, pero también para los vecinos que habitan en zonas más rurales o próximas a ellas. En los últimos años se han aprobado normativas que declaraban la emergencia cinegética en algunos municipios por las superpoblaciones de estos animales, pero hasta ahora ha existido poca gestión de estas especies en los espacios naturales protegidos, salvo Sierra Espuña por el arruí. La batida excepcional en la madrugada de este sábado en el parque regional de Calblanque, el humedal de Lo Poyo y el Carmolí y en el Valle de Escombreras autorizada por la Consejería de Medio Ambiente ha revelado otro problema: el jabalí ya causa daños a la flora protegida resguardada dentro del perímetro de estos terrenos.
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Un total de 37 cazadores han participado en este rececho nocturno de jabalí organizado por la Federación de Caza de la Región de Murcia y COAG Murcia, donde se han abatido 83 ejemplares, la gran mayoría hembras. «Esta descompensación que hemos observado es preocupante pero tiene su sentido», explica Francisco Bastida, presidente de los cazadores, «hasta hace unos años la gestión cinegética ha estado apartada de estos terrenos de Cartagena y los cazadores abatían más trofeos», es decir, más machos por la corpulencia del animal y la longitud mayor de sus colmillos. «Ahora, hay que apostar más por una estrategia de gestión», que se centre más en las hembras «para atajar la proliferación». Medio Ambiente había pedido que preferentemente se abatieran a las hembras.
El Ayuntamiento de Cartagena había requerido esta batida para frenar los problemas por daños que ocasionan a las fincas agrícolas del municipio, por los accidentes de tráfico que originan y por el temor a la proliferación de enfermedades como la peste porcina o la fiebre africana en la fauna local y el ganado. «Hay que mantener un equilibrio entre las especies, no es conveniente que se dispare la población de estos animales» porque podría desplazar a otros, recalca Bastida, que pide a los ayuntamientos que soliciten este tipo de medidas excepcionales en espacios protegidos donde la caza no está permitida. Están a la espera de llevar a cabo otra cacería en el entorno de las sierras de Alhama de Murcia para abordar el mismo inconveniente que en Cartagena.
Los cazadores llevaron a cabo la batida entre las 18:00 horas del 23 de febrero y hasta las 6:00 horas del 24 de febrero. La zona de actuación abarcó las zonas naturales ubicadas en torno a las poblaciones de Los Urrutias, Los Nietos, Cobaticas, La Manga Club, Llano del Beal, El Estrecho de San Ginés, Alumbres o Portmán (La Unión).
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