Cuatro años y medio de cárcel a un alemán por vender y reparar armas implicadas en delitos
La investigación se inició con el seguimiento a una pistola incautada en Murcia a un traficante de drogas
El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de cuatro años y medio de cárcel impuesta a un vecino de Castellón acusado de fabricar, reparar ... y vender armas, algunas de las cuales se vieron posteriormente implicadas en delitos. El procesado, un alemán de 61 años, había sido titular hasta 2008 de una armería en la localidad castellonense de Torreblanca pero, tras cerrar y perder la autorización, montó un taller clandestino en una caseta aneja a su casa. La incautación en Murcia de una pistola en casa de un traficante de drogas destapó su negocio.
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La Sala de lo Penal del Supremo acaba de confirmar la sentencia condenatoria que en su día dictó el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana contra este hombre. Además de la pena de prisión la resolución contempla que se le prive durante cuatro años y medio del derecho a la tenencia y porte de armas y se acuerda el decomiso de las armas halladas en su vivienda. Ha sido condenado por un delito de depósito no autorizado de armas y otro de tenencia o depósito de explosivos.
La sentencia reconoce probado que entre 2018 y 2019 el procesado, consciente de que no tenía autorización, realizó en el taller de su vivienda trabajos de fabricación, reparación y venta de armas de fuego, además de almacenar munición en cantidades superiores a las legalmente establecidas. Su casa, remarca la resolución, no figuraba dada de alta como armería. Los agentes hallaron en el registro del domicilio diferentes piezas de un fusil, dos armas cortas ilícitas, un arma corta de fuego ensamblada, tres armas inutilizadas y cinco pistolas detonadores, entre otros objetos.
Los investigadores de la Guardia Civil explicaron, en el juicio, que recibieron información de sus compañeros de Murcia al aparecer una pistola Glock relacionada con un delito de droga en la Región. Este arma tenía al parecer perforado el cañón, estaba inutilizada a nombre de la antigua armería del sospechoso y había sido rehabilitada. El sospechoso alegó que la venta de esa pistola se produjo antes del cierre de su negocio, pero el Supremo ha confirmado la condena impuesta, imponiéndole además el pago de las costas.
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