Crece la indignación por los barracones, el calor y la falta de profesores en las aulas

Los escolares nómadas de La Unión tampoco tienen garantizada su estancia en las aulas del instituto. El lunes regresan a clase los alumnos de la ESO y tendrán que ser reubicados porque no cabrán tampoco allí. La Consejería de Educación baraja la opción de repartirlos entre dependencias municipales y la guardería de forma provisional, hasta que puedan instalarse de nuevo las aulas prefabricadas en su colegio, que estarán listas la próxima semana, aunque no es seguro que para el lunes. Jesús Pellicer, director general de Centros Educativos e Infraestructuras, aseguró ayer que ,«debido a la construcción de un nuevo pabellón en el colegio Juan Carlos I, ha sido necesario reubicar las aulas temporales prefabricadas y, por otras cuestiones técnicas debido al suministro y las acometidas, pueden sufrir un retraso. Los alumnos están siendo debidamente atendidos en espacios educativos del municipio».

Los 115 escolares, alumnos de tercero a sexto de Primaria, llevan cuatro años en aulas prefabricadas; primero porque no cabían y ahora porque comenzaron las obras de ampliación del centro. Los padres, que están dispuestos a mantener sus protestas el tiempo necesario, tampoco están tranquilos con la ubicación proyectada para instalar las aulas prefabricadas la próxima semana: «Se quieren instalar en una calle que termina en una rambla; nos genera inquietud, pero tampoco queremos que se los lleven fuera del pueblo», reclamaba ayer la presidenta del Ampa, indignada por los problemas que están padeciendo los menores para encontrar un sitio donde estudiar. La plataforma de afectados lamentó que «el apaño temporal de la Consejería de Educación es vergonzoso». La situación de los alumnos de La Unión fue duramente criticada ayer por los sindicatos de enseñanza, que protestaron por el incremento de barracones.

Miles de estudiantes de 35 municipios de la Región regresaron ayer al cole en 35 municipios, entre ellos, los de Murcia y Cartagena. Cerca de 1.800 tuvieron que hacerlo en los 74 barracones instalados en los centros educativos, 53 en colegios y 21 en institutos. Entre ellos, escolares del San Cristóbal de El Bohío, los de los dos centros de La Aljorra y los del Aníbal de Los Mateos, todos en Cartagena. La alcaldesa, Noelia Arroyo, visitó el Cuatro Santos, uno de los colegios beneficiados por las obras de verano, en las que se han gastado 365.000 euros.

El alcalde de Los Alcázares, Mario Cervera, pidió una reunión al presidente de la Comunidad para trasladarle la «insostenible» situación de los colegios del municipio, «que se encuentran masificados, lo que empeora la calidad de la educación pública y genera numerosos problemas que la comunidad educativa de la localidad intenta solucionar realizando auténticos malabarismos.».

Las aulas prefabricadas no fueron ayer el único motivo de queja entre las familias, que denunciaron la falta de profesores en las clases. «Las vacantes que se están adjudicando no llegarán a las aulas hasta el lunes; es un despropósito que a los alumnos los reciba un maestro que no será el suyo el resto del curso», denunció la presidenta de la Asociación de Directores de Colegios Públicos de la Región, Olga Catasús. También el sindicato Anpe se quejó del «caos organizativo» que supone el retraso en la adjudicación de las vacantes.

Las altas temperaturas que se alcanzaron ayer en muchas aulas también fueron motivo de queja de los representantes de los docentes. Según los sindicatos UGT y CC OO, en la mayoría de las aulas se rebasaban los 27 grados, que es la temperatura máxima que marca la normativa sobre seguridad y salud para los trabajos sedentarios. «Las altas temperaturas suponen un infierno a la hora de poder desarrollar las tareas docentes e influyen, sin duda alguna, de forma muy negativa en el rendimiento escolar», denunció Anpe.