Cultura cesa al jefe de servicio que impulsa los expedientes de la UCAM
La destitución de Miguel San Nicolás, que la Consejería atribuye a una remodelación del departamento, ha causado hondo malestar entre los funcionarios
Miguel San Nicolás, responsable del departamento de Patrimonio Histórico en la Consejería de Turismo y Cultura y uno de los jefes de servicio más veteranos de la Administración regional, ha sido cesado en sus funciones por el director general de Bellas Artes, Juan Antonio Lorca, según confirman fuentes oficiales de ese negociado. Su relevo ha causado un profundo malestar en el seno de esa consejería, donde ayer eran numerosos los funcionarios que atribuían esa decisión a supuestas presiones que desde la UCAM se vendrían ejerciendo desde hace meses contra este funcionario -aunque no solo contra él-, en virtud de su relación con varios expedientes abiertos a la universidad privada. De hecho, desde la Fundación San Antonio, que preside José Luis Mendoza, se interpuso meses atrás una querella contra un grupo de empleados públicos de ese departamento, entre los que se encuentra el propio San Nicolás. Otra de las altas funcionarias señaladas en esa denuncia judicial es María Comas, en su día directora general de Bienes Culturales, quien también fue cesada en sus funciones.
Un portavoz de la Consejería de Cultura aseguró ayer a 'La Verdad' que el relevo de Miguel San Nicolás responde sencillamente a una remodelación del departamento, sin que exista otro tipo de connotaciones, y manifestó que los cambios afectan a otros dos jefes de servicio, el hasta ahora jefe de los museos regionales, Manuel Lechuga, quien será sustituido por Javier Bernal, y el subdirector Juan Carlos Argente, cuyo sucesor todavía está por designar.
Por lo que respecta a San Nicolás, será reemplazado por Gregorio Romero, conocido paleontólogo, que será quien asuma la jefatura de Patrimonio Histórico.
Fuentes no oficiales de ese departamento explicaron que San Nicolás es el funcionario que venía impulsando cuatro expedientes abiertos en la Consejería sobre otros tantos asuntos que afectan a la UCAM. Casi todos ellos habrían recibido informes contrarios a las pretensiones de la universidad privada.
Posiblemente el más relevante sea el que se refiere a la supuesta edificación ilegal de ocho inmuebles en el campus de Los Jerónimos, entre ellos varios aularios y un laboratorio, que la UCAM lleva largos meses tratando de legalizar.
Otro se centra en la petición de la Fundación San Antonio para que se reconozca el interés social de la actividad que desarrolla, y que también habría recibido una negativa por parte de los responsables del expediente. Los otros dos expedientes se refieren a la reconstrucción del edificio conocido como El Corralato y la solicitud de la UCAM para edificar un plan especial.