Conesa pone en guardia al PSOE ante unas hipotéticas elecciones autonómicas en otoño

Al principio se interpretó este vaticinio como una táctica para minar la moral de los tres diputados expulsados de Vox y conseguir la quimera de que estos votaran a favor de retirar la confianza a López Miras y nombrar presidenta a Ana Martínez Vidal para que formara gobierno con el PSOE. Pero Conesa volvió a insistir ayer en esta idea ante el Comité Regional de su partido, que se reunió de forma extraordinaria y telemática para analizar la situación política tras la conquista por parte de los socialistas del Ayuntamiento de Murcia.

El líder del PSRM avisó a sus cuadros para que estén preparados ante este hipotético adelanto electoral para octubre, aunque no presentó prueba alguna sobre este presunto pacto secreto entre López Miras y Antelo.

La teoría de los socialistas es que el Gobierno del PP, los tránsfugas de Ciudadanos y los expulsados de Vox vivirán un calvario en los próximos meses. El PSOE da por hecho que el presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo, se unirá a Ana Martínez Vidal y Juan José Molina en el grupo parlamentario de Cs, fragmentado en dos tras la división generada por la moción de censura. Y que Pascual Salvador, el único parlamentario afiliado al partido de Abascal, tampoco hará mucho por garantizar la estabilidad del Ejecutivo, ya que Vox clama por unas elecciones en las que, según las encuestas publicadas, se situaría como fuerza clave para la gobernabilidad.

Las elecciones del 4-M en Madrid también tendrían su eco en la Región, consideran en Princesa, pues el adelanto electoral en Murcia podría ser una condición de Vox para apoyar la continuidad de Isabel Díaz Ayuso.

En cualquier caso, los hechos parecen alejar este supuesto adelanto electoral que augura Conesa. Ciudadanos confirmó ayer la retirada de la reforma de la limitación de mandatos en la Ley del Presidente, como ya avanzó Ana Martínez Vidal esta semana en su periplo de entrevistas por los medios de comunicación. Con la normativa actual, López Miras no podría ser investido otra vez, pues se fija en dos mandatos (duren lo que duren) el tiempo máximo que puede estar un presidente del Consejo de Gobierno.

No obstante, Miras podría promover otra vez la modificación legal, pero necesitaría el apoyo del diputado de Vox (que se mostró en contra de la reforma) u otro nuevo desmarque de Alberto Castillo. Otra opción para el actual jefe del Ejecutivo sería presentarse a las elecciones como candidato a diputado (la ley no le impide ir en las listas) y una vez celebrados los comicios, si obtiene mayoría suficiente, reformar la ley del Presidente para poder someterse a una investidura.

Por otra parte, el Comité Regional de ayer fue el más feliz que han celebrado los socialistas murcianos en los últimos años. No hubo críticas hacia la Comisión Ejecutiva Regional, pese al fiasco de la moción de censura autonómica. La euforia por el cambio político en el Ayuntamiento de Murcia todavía se mantiene. Se considera que, si se hace un buen trabajo en la capital, que concentra un tercio de la población de la Región, se conseguirá tarde o temprano dar la vuelta a la tortilla en la Comunidad. Varios asistentes instaron al nuevo alcalde, José Antonio Serrano, a hacer sangre con el PP para desmantelar «su red clientelar».