«Es complicado afrontar el día a día con un 75% del sueldo habitual»

«Estoy en ERTE desde el primer día, en marzo del año pasado, así que no he llegado a reincorporarme», concreta. Por ello, considera «imprescindible, por supuesto, que se mantenga la protección mientras las empresas de todos los sectores afectados no puedan trabajar al 100%».

Mientras, puntualiza que «estamos a la espera de que pueda reanudarse la actividad en la sala donde trabajo y nos llamen», porque «seguimos fuera entre siete y ocho compañeros, de los más de 40 trabajadores que integramos la plantilla».

Tras de sí acumula ya una larga trayectoria profesional, tal como demuestra el hecho de que cumple ya 37 años de trabajo en su empresa. Sin embargo, en este momento, su edad, a pesar del valor que supone la experiencia, puede convertirse en su mayor lastre si se viera expulsado del mercado laboral.

«Al margen de los efectos de la crisis del coronavirus, lo que es incuestionable es que esta figura del ERTE nos ha protegido a cientos de miles de trabajadores en este país», aunque es evidente que «estamos trabajando menos, ha bajado un poco la cotización a la Seguridad Social y hay una pérdida de poder adquisitivo», afirma este empleado del sector del juego, que ha sido durante años delegado sindical de CC OO. «Pero al menos no nos hemos visto en la calle ante esta situación, tal como si paso con muchos ERE en la anterior crisis, lo cuál se agradece», añade.

No obstante, José Antonio se las tiene que apañar como puede en estos tiempos para afrontar el día a día junto a su pareja, que tampoco trabaja. Y eso que no es de lo que peores condiciones tiene en comparación con otras personas que trabajan en actividades del ámbito de la hostelería y el ocio. De hecho, sus ingresos mensuales en este momento ascienden a 991 euros.

Tampoco se puede obviar que «en nuestro caso existen las propinas, un concepto que supone casi un segundo sueldo, lo que hace que se note mucho finalmente», subraya.

Así que «evidentemente vas muy recortado a la hora de gastar, pero te tienes que adaptar a lo que ganas». En cualquier caso, «después de tanto años trabajado tenía un colchoncito económico para aguantar este año, aunque también es verdad que me estoy comiendo ya los ahorros», admite con cierta resignacion.

Por último, José Antonio confía en que la intención de la empresa de reabrir la sala de Alfonso XIII «se cumpla» y pueda regresar pronto a la normalidad.