Un vecino de Murcia en silla de ruedas denuncia que las rampas de los buses no funcionan: «Falta accesibilidad en pedanías»
«Se me quitan las ganas de vivir porque todo son trabas; de vez en cuando me pego una 'panzá' de llorar», confiesa Miguel Ángel Brocal
«Frustrado y con mucha rabia». Así se siente Miguel Ángel Brocal, un vecino de Aljucer cuya vida dio un giro de 180 grados en ... septiembre de 2022 al sufrir un accidente de moto que le causó graves heridas y ha hecho que, desde entonces, necesite una silla de ruedas para moverse. Brocal asegura que los autobuses que hacen el trayecto de la línea 26 –que une la ciudad de Murcia con la pedanía de El Palmar– «tienen las rampas de acceso estropeadas y casi nunca funcionan». Lo que provoca que la mayoría de veces que intenta hacer uso del transporte público se quede en tierra. Una situación que ha denunciado tanto en las oficinas de la empresa concesionaria como en el Ayuntamiento y que, según destaca, le hace sentir «muy insatisfecho» al no haber obtenido respuesta alguna.
«Se me quitan las ganas de vivir porque todo son trabas desde que voy en silla de ruedas; de vez en cuando me pego una 'panzá' de llorar para desahogarme», confiesa este hombre de 58 años que se rompió 16 huesos (muñeca, dedos, cúbito, rodilla y fémur) cuando un corzo se cruzó en su camino y provocó que cayera de su motocicleta de gran cilindrada en la provincia manchega de Ciudad Real. «La gran mayoría de las veces no puedo usar el autobús y tengo que acabar llamando a un taxi para que me lleve a La Arrixaca».
Sobre los obstáculos que se encuentra en su camino a la parada de autobús, resalta que «tengo que bajarme de la acera porque han instalado unos contenedores que me impiden el paso y no me queda más remedio que ir un tramo por la calzada por donde circulan los vehículos, con el riesgo que implica; falta accesibilidad en pedanías». Miguel Ángel reconoce que su nueva realidad le ha supuesto «un golpe muy duro». Desde entonces, cuenta que se ha sometido a cuatro operaciones en la pierna derecha y que está a la espera de una nueva intervención. «Me han detectado una infección y los médicos me han dicho que es probable que tengan que acabar amputándome la pierna», detalla.
Desde el Consistorio respondieron que «los problemas de accesibilidad en los autobuses son fruto de la antigüedad de una flota que se va a renovar completamente». A lo que fuentes municipales añadieron que «la semana pasada se presentaron siete autobuses de refuerzo que se incorporan a la flota y, además de incrementar el número de plazas en las líneas con más demanda, servirán para sustituir los vehículos que sufran averías en rampas o climatización». Asimismo, señalaron que «se han adquirido los primeros ocho autobuses eléctricos que convertirán antes del verano a la línea 26 en la línea T1 de tranvibús y que contarán con rampas de última generación». En este sentido, indicaron que las paradas «tendrán el bordillo en rasante para facilitar la accesibilidad».
«Un problema muy serio»
Por parte de la Federación de Asociaciones Murcianas de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Famdif) alertaron de que «existe un problema muy serio y frecuente de accesibilidad en los autobuses urbanos de Murcia» y afirmaron que «hemos recibido quejas y reclamaciones en múltiples ocasiones».
Según la presidenta del colectivo, Carmen Gil, «la inaccesibilidad en el transporte afecta a derechos esenciales como el acceso a la salud, la educación y el empleo; comprometiendo la inclusión plena de las personas con discapacidad física y orgánica en la sociedad» y pidió al Consistorio que lo resuelva «con la mayor brevedad posible».
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