Las terrazas de Murcia se podrán montar a las 7.30 horas y adelantarán 30 minutos su recogida desde abril

Casi doce años lleva vigente la actual regulación, y con esta nueva el Ayuntamiento busca acabar con los «reiterados incumplimientos» por parte del sector que han dado lugar a «múltiples expedientes», así como dar una «homogeneidad» estética a estas instalaciones en plazas y calles del municipio y adecuar los horarios, «que han quedado obsoletos», ya que la actividad matutina en bares y restaurantes se inicia «mucho antes» del permiso actual para su colocación, fijado en las nueve de la mañana.

De hecho, el proyecto de nueva ordenanza incluye adelantar a las 7.30 horas la instalación de las mesas y las sillas; también que se retiren media hora antes, pasando de la 1 de la madrugada a las 00.30 horas, de domingo a jueves; y de 01.30 a 01.00 horas los viernes, sábados, domingos y festivos.

Otra de las novedades se centra en las cuestiones estéticas de las terrazas, para que estas formen parte de los elementos históricos y paisajísticos donde se ubican y «añadan y no resten» singularidad a estos enclaves, sobre todo en el casco histórico. Deberán desaparecer los toldos y cambiarlos por sombrillas de tonos beige, crudos o similar.

El Ayuntamiento dará un año para realizar ese cambio en la zona del Plan Especial del Conjunto Histórico-Artístico de Murcia (PECHA), una vez que entre en vigor la nueva ordenanza.

En el resto del municipio la retirada de los elementos antiguos de sombraje solo será obligatorio cuando haya un cambio de titularidad del establecimiento, dijo la concejala de Talento Joven y Espacios Públicos, Sofía López-Briones. Puntualizó que el Consistorio no concederá tampoco ninguna licencia nueva para instalar toldos.

A partir de ahora, el nuevo texto llegará al Pleno del mes de enero -que está previsto que se celebre el jueves 30-, donde, salvo sorpresas de última hora, se aprobará inicialmente. El proyecto se publicará en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM) para su preceptivo tiempo de información pública para presentación de alegaciones, que suele ser de 20 días hábiles.

Estudiadas estas e incluidas o rechazadas, el Ayuntamiento debe elevar al Pleno municipal el texto definitivo (todo apunta a que será en marzo). Una vez aprobado por mayoría absoluta, entraría en vigor cuando vuelva a publicarse en el boletín oficial, lo que ocurría en el mes de abril.

Es el mismo proceso que seguirá el proyecto de nueva ordenanza del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), la antigua ORA, que también se aprobó el viernes 17 en Junta de Gobierno, como publicó LA VERDAD. Ambas ordenanzas, por tanto entrarían en vigor el mismo mes.

Antes de este proceso la normativa de las terrazas ha pasado por un periodo de consulta pública durante el mes de diciembre, en el que el Ayuntamiento «no ha recibido demasiadas» sugerencias, comentó la concejala.

Destacó López-Briones que el texto aprobado en Junta había sido «muy consensuado previamente con el sector hostelero, los comerciantes, los vecinos y las juntas municipales; por eso ha habido pocas sugerencias».

Durante el periodo de consulta pública del nuevo texto, una vecina preguntó si se había tenido previsto hacer alguna precisión sobre el exceso de ruido a la hora de poner y quitar mesas y sillas, mostrando su preocupación por si hubiera demasiado a tan temprana hora. «De hecho, la nueva ordenanza municipal sí contempla en un artículo que todas las patas deben ir calzadas para que hagan el menor ruido posible», dijo la concejala López-Briones.

La asociación No más Ruido presentó sus sugerencias, y tras calificar de «paripé» el periodo de consulta pública, subrayó «el grave error de planteamiento, al anteponer los intereses pecuniarios de los hosteleros al interés general, a los derechos fundamentales de los vecinos y al uso general del espacio público». Reclamó un estudio de incidencia acústica de las terrazas; la reducción del horario, especialmente del cierre, fijándolo en las 23 horas; y acotar el espacio público que puede ser ocupado por estas.