El servicio municipal de alquiler de bicicletas en Murcia agoniza
Las estaciones vacías, rotas o con vehículos en malas condiciones se han convertido en la norma; la concesionaria alega problemas de suministros
Estaciones sin apenas bicicletas, terminales electrónicas que se cuelgan, ruedas pinchadas, bancadas con enganches que no funcionan o se bloquean... Mientras el Ayuntamiento de Murcia ... planea construir hasta cien nuevos kilómetros de carriles bici a lo largo del municipio, el servicio de alquiler municipal de estos vehículos de dos ruedas agoniza y clama por un lavado de cara urgente. De hecho, en estos momentos se encuentra casi en un estado zombi, como confirman desde Murcia en Bici, asociación de usuarios de este medio de transporte.
«El sistema empezó muy bien en 2015, pero ahora mismo se percibe una situación de abandono, con un escaso mantenimiento de la flota, lo que, por un lado, da mala imagen del servicio y de la ciudad y, por otro, puede resultar hasta peligroso para los ciclistas», señala el presidente de la asociación, Mariano Montesinos. «La situación ha llegado a un punto en el que yo conozco a gente que ha dejado de utilizar esta opción, porque se han llevado algún que otro susto en plena marcha: sillones que se bajan, frenos que no funcionan, cadenas que se salen de pronto», añade Montesinos.
A este estado de dejadez hay que sumar la escasez de vehículos disponibles. De las casi 60 estaciones disponibles en diversos puntos de la ciudad, cerca de una veintena –la mayoría en el centro– no contaban en la mañana de ayer con ninguna bicicleta disponible, y las que sí las tenían, custodiaban en muchos casos vehículos que no estaban en condiciones de circular. «Vivo junto a la estación y trabajo en el centro y quiero venir al trabajo de una manera cómoda y saludable, pero me lo ponen muy difícil tal y como funciona ahora mismo el servicio», explica Ramón al anclar uno de estos vehículos en una de las estaciones de La Merced.
«Hay quien deja de usarlas porque tiene miedo de tener un accidente», dicen los usuarios; «las revisiones siguen», apunta la empresa
Al otro lado de la plaza, Pilar confiesa que ha tenido suerte al encontrar una bicicleta disponible. «Llevo aquí tres meses estudiando un máster y me gustaría utilizar más el servicio, porque es barato, pero o hay más demanda que oferta o algo no funciona», señala de camino a sus clases de francés. A las críticas a pie de calle, se suman las de las redes sociales. Así, el pasado fin de semana, vecinos de Ronda Sur y Santiago el Mayor de la ciudad denunciaban que, «además de seguir sin un solo metro de carril bici», cuentan con unas estaciones de alquiler vacías «día tras día». «Así, poco fomentamos el uso de este medio de transporte», concluían.
Carlos Baile, gerente de MuyBici, empresa concesionaria del servicio, explicaba ayer a LA VERDAD que el vandalismo les está haciendo mucho daño. En total, la empresa cuenta con unas 600 bicicletas, pero un vistazo en la mañana de ayer apenas permitía contar 120 bicicletas –no todas operativas–, dos por estación de media. «A esas hay que sumar las que están circulando en ese momento, las que están en camiones, en el taller o desaparecidas», señalaba, reconociendo, no obstante, que las unidades son escasas.
Baile aseguraba, además, que MuyBici está intentando incorporar 125 bicicletas nuevas al servicio para compensar todas aquellas que se encuentran fuera de circulación, pero que se están encontrando con problemas a la hora de conseguir los componentes necesarios para fabricarlas. «Nos debe haber pillado la crisis de los contenedores, pero está siendo más complicado de lo que parecía en un primer momento y llevamos ya meses de espera», destaca y añade que sus mecánicos trabajan a destajo para devolver el mayor número de bicis a la calle. No obstante, este diario ya denunciaba el pasado mes de agosto que la situación de la oferta no era precisamente la mejor.
MuyBici exige un millón al Consistorio y este le ofrece 380.000 euros
Aunque el gerente de MuyBici, Carlos Baile, niega la influencia de esta cuestión, es cierto que el contencioso que enfrenta a la concesionaria y al Ayuntamiento de Murcia es un caldo de cultivo ideal para que un servicio de estas características no funcione como debe. La empresa, que presta el servicio de préstamo de bicicletas mediante una especie de canon –es decir, por cuenta y riesgo–, intentó lograr la resolución del contrato en los tribunales, alegando incumplimientos por parte del Consistorio. El TSJ no le permitió desligarse de sus obligaciones, pero, según Baile, «reconoció que se nos ha causado un perjuicio económico al retrasar la implantación de las estaciones necesarias, al denegarnos la instalación de postes publicitarios y al mantenerse impasible a la hora de defendernos de los actos vandálicos y de retirar los postes sin autorización», por lo que el asunto sigue en los tribunales. «Reclamamos un millón de euros de indemnización, ya que tenemos un servicio deficitario que no se nos ha dejado rentabilizar», concluye. Desde el Ayuntamiento señalan que se ha hecho una propuesta de reequilibrio económico de unos 380.000 euros por los 200 postes que se les tenían que haber proporcionado, más el permiso para recibir ingresos publicitarios en los tres años que les quedan de contrato.
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