Los profesores del colegio de Cobatillas se plantan por el «riesgo eléctrico» en el centro
Los maestros se suman a la reivindicaciones de los padres y exigen a Educación que renueve una instalación «obsoleta» que provoca entre «8 y12 cortes de luz al día»
En el colegio de educación Infantil y Primaria Virgen de la Vega de Cobatillas no pueden más. Tras años de quejas por parte de padres y madres por las deficiencias del centro y tras reiteradas solicitudes a la Consejería de Educación para la renovación de la instalación eléctrica sin que esta haya dado una solución, los docentes acabaron este lunes por sumarse a las protestas de las familias y realizaron un paro en la puerta del centro.
«Sufrimos constantes cortes de luz que van aumentando con el paso del tiempo y eso repercute en el normal desarrollo de las clases –denuncia la directora del colegio Pascuala Giménez–. Teniendo en cuenta que somos un centro digital de referencia, es escandaloso que ni siquiera podamos encender los paneles interactivos ni los ordenadores o que el acceso a internet sea complicadísimo».
Estos cortes, según explican desde el centro, se repiten «entre 8 y 12 veces cada mañana», con la consiguiente interrupción de las clases. «No podemos trabajar, cada vez que se va la luz supone reiniciar los dispositivos y perdemos la atención de los alumnos. Cada vez que ocurre son diez minutos para poder retomar las clases. Aparte de que para la función directiva es horroroso, se nos corta la conexión y no podemos emitir las comunicaciones a la Consejería u otros estamentos», apunta.
El sindicato convocante de la huelga, UGT, remarca que los maestros no realizan la protesta para mejorar sus derechos laborales, «si no para que el Gobierno regional acabe con un problema pone en riesgo a la comunidad educativa».
Promesas vacías
Desde la Consejería de Educación y Cultura explicaron a LAVERDAD que son conocedores de las carencias eléctricas en el centro y que, tras realizar un estudio sobre las necesidades energéticas, «tanto los técnicos de la Unidad Técnica de la Consejería como de las empresas eléctricas trabajan para poder realizar las modificaciones oportunas de la instalación para acometer la ampliación de potencia, aumentándola en al menos 22Kw». Además, añadieron las mismas fuentes, «se está estudiando la posibilidad de instalalar placas fotovoltaicas, «lo que está previsto en una ejecución de 3 a 4 meses».
Sin embargo, desde el centro insisten en que son ya «muchas promesas vacías»y compromisos incumplidos y que ampliar la potencia solo puede ser una «solución temporal». «La instalación es obsoleta y tenemos que ponerle remedio ya. Llevamos muchísimos años reivindicando este tema y la situación es peligrosa. Hay que tener en cuenta que el colegio es del año 87 y que a la misma instalación eléctrica de entonces se le han ido sumando otros edificios anexos y nuevos dispositivos que antes no existían como pizarras interactivas, aires acondicionados, etcétera. La instalación está soportando todo eso y no está preparada», alerta Giménez.
De 175 a 272 alumnos
El crecimiento del centro en los últimos años ha sido «exponencial», disparando las necesidades eléctricas. «Cuando llegué al centro en el curso 2013-14 había 175 alumnos, y hoy son 272», revela la directora.
La protesta se produce dentro de la campaña de UGT Servicios Públicos '#Urgeplastas', con que el sindicato lleva meses denunciando la precariedad de la instalación eléctrica de este centro en representación de los trabajadores y en apoyo a las reivindicaciones del AMPA. «Ha sido la primera huelga convocada dentro de esta campaña», señalaron fuentes del sindicato, «pero no la última, ya que UGT continuará denunciando y protestando por la interminable lista de problemas que existen en los centros públicos de la Región.
«Falta espacio y el fisio tiene que atender a los niños en el pasillo»
Otro de los problemas que denuncia el centro es la falta de espacio. Ante el aumento deniños en las instalaciones en los últimos años, la dirección ha tenido que suprimir espacios comunes para convertirlos en aulas. «Como ni siquiera con eso era suficiente, se han instalado barracones que alojan a tres cursos», explican fuentes del colegio. «La Consejería nos había prometido también una ampliación de las instalaciones y pasan los años y la respuesta siempre es que no hay presupuesto. Hemos decidido sumarnos a las familias que llevan años manifestándose porque las mejoras son urgentes y las necesitamos pero ya», afirma la directora del colegio. «La Consejería lleva haciéndonos promesas ya muchísimo tiempo, sobre todo con la ampliación. Me he llegado a reunir con el director general de centros –Jesús Pellicer–, y me ha enseñado un proyecto que según decía estaba a punto de licitarse, pero al salir los presupuestos de este año vemos que no está contemplado. Hemos tenido que suprimir todos los servicios y recursos que cualquier centro debe tener. El fisioterapeuta trata a los niños en un pasillo porque no tenemos espacio, y los alumnos de atención a la diversidad están también en un pasillo. No sé qué se necesita ya para que tomen conciencia de que hay que solucionar la situación de este colegio», lamenta.