Los placeros del mercado murciano de Verónicas aceptan salir si se les habilita una línea de ayudas
El proyecto, que eliminará la segunda planta de la plaza de abastos y distribuirá los puestos según el género que vendan, se quiere licitar entre marzo y abril
Los placeros de Verónicas se avienen a salir del mercado mientras duren las obras si se les habilita una línea de ayudas. Esta ha sido la principal reivindicación que han transmitido al concejal de Mercados, Juan Vicente Larrosa, en la reunión que mantuvieron ayer. Una postura que, a falta de que se consensúe este viernes en la asamblea general que tendrán todos los comerciantes, podría desbloquear la reforma. Financiada con los fondos 'Next Generation', los plazos puestos por Europa obligan a que esta esté terminada antes de septiembre de 2024 si Bruselas no da ninguna prórroga. «Murcia necesita ya un mercado digno de la séptima ciudad de España», defendió Larrosa.
En cualquier caso, el Ayuntamiento no contempla dejar escapar esta jugosa inyección de capital y trabaja contra reloj para sacar a licitar tanto el proyecto de reforma de Verónicas como la construcción de la plaza provisional este próximo mes de marzo. Todo de cara a tener ambos contratos adjudicados entre abril y mayo. Por lo demás, el plan del ejecutivo local para la centenaria plaza de abastos es el mismo. Aceptan, tal y como pidieron los placeros, que el Mercado de Verónicas vuelva a lucir tal y como lo concibió su arquitecto, Pedro Cerdán, en 1914.
Los placeros, aun así, remarcan su sí crítico a una reforma que, «si sale adelante tal cual está, se pueden ahorrar el edificio provisional porque nos condenan a la ruina», defendió a la salida de la reunión el vicepresidente de la asociación de comerciantes, Pedro Cerezo. Así, todos insistieron en pedir de nuevo al Ayuntamiento que busque la forma de hacer la reforma del mercado con ellos dentro. «Verónicas necesita ser renovado, pero no a costa nuestra», pidió Cerezo. «No podemos acometer un desembolso económico (para adaptar máquinas) para irnos dos años a un sitio provisional y luego hacer otro para volver. No es rentable ni viable».
TESTIMONIOS
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Pedro Cerezo. Placeros Verónicas: «No pueden pedirnos hacer un desembolso para irnos y otro para volver. Nos condenan a la ruina».
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Juan Vicente Larrosa. Concejal de Mercados: «Murcia necesita ya un mercado a la altura de la séptima ciudad de España».
Reducción de puestos
Según los planos del proyecto, todos los compradores y visitantes podrán ver nada más cruzar alguno de los cuatro portones las cubiertas y claraboyas de diseño modernista, porque todos los puestos estarán a pie de calle. La segunda planta concebida en los años 70, pasará, pues, a mejor vida. El concejal de Mercados así lo detalló a los placeros en esta enésima reunión.
Verónicas pasará así, tras su remodelación, de albergar 75 puestos a tener 58, menos de los que hay ocupados actualmente. Cuestión esta que el Ayuntamiento espera que no le suponga mayor quebradero de cabeza, pues aseguran que hay varias jubilaciones a la vuelta de la esquina. Los placeros, por contra, piden que el número de puestos se amplíe y sugirieron, por ejemplo, mover dependencias como el aula gastronómica al edificio provisional, fuera del mercado.
Más allá del número de establecimientos, la planta noble del mercado contará ahora con tres espacios por los que deambular. El tercero de ellos ganado gracias a la desaparición de las escaleras mecánicas que dan hoy acceso a la segunda planta. Junto a esta, habrá cuatro cafeterías, que también podrán poner mesas y sillas.
Los pasillos estarán distribuidos por géneros: el noroeste para pescaderías y congelados, el suroeste para carnicerías, el noreste para fruterías y el sureste para frutos secos, pan, aceites, herbolario, quesos, salazones, miel y especias. Una propuesta que, no obstante, no termina de convencer. «Prefiero que estén alternados. Yo, como carnicero, tengo una pescadería enfrente y muchos clientes se pasan a comprarme después», explicaba Cerezo.
El conjunto contará también con dos obradores para pescados y otros dos para carne. Equipamientos con los cuales «se dejará de hacer ese trabajo en el mismo puesto y se pasará a hacerlo ahí, tal como marca la normativa sanitaria» , explicó Larrosa. Los puestos, defiende el concejal, tampoco perderán espacio, sino que ganarán. «Pasarán de dos metros y medio de largo a cinco».
Asunto por ver es si el Consistorio se avendrá a que los puestos de carnicería y pescadería puedan ser entregados tras la reforma con cámara frigorífica propia. Una posibilidad que, tras la reunión, Larrosa se abrió a estudiar junto a esa demandada línea de ayudas e incluso algún cambio en la distribución interna del mercado.
El nuevo contará, además, con aseo masculino, femenino, aseo adaptado, sala de lactancia, dos oficinas (para el Ayuntamiento y para la asociación de placeros), dos almacenes de residuos, dos almacenes generales, el aula gastronómica, sala de instalaciones eléctricas y de depósitos de agua. Y habrá una pequeña entreplanta con cuatro cuartos de mantenimiento.
En el exterior, con el visto bueno de la Dirección de Bienes Culturales de la Comunidad (al ser un entorno declarado BIC), se harán algunos arreglos, pues no son pocos los desperfectos. Sobre todo, consistirán en reponer algunos ladrillos de la fachada, dejar al descubierto los pilares de piedra originales y quitar el zócalo.
Edificio «semipermanente»
Mientras duren las obras, los placeros deberán trabajar en el mercado provisional que se levantará en el jardín anexo. Un equipamiento que, adelanta el Consistorio, será de obra y «semipermanente» con el fin de que, una vez regresen los comerciantes a la plaza, pueda tener otro uso municipal. Asunto que implicará, por otra parte, sacrificar zonas verdes que, justifica Larrosa, «tienen poco uso». «La intención es que el espacio verde que se pierda se pueda recuperar con la peatonalización de la parte del Plano de San Francisco más próxima a Verónicas», anuncia.
Precisamente de esa calle se pretende retirar los contenedores. El Ayuntamiento todavía estudia su nueva ubicación, aunque hay varias opciones sobre la mesa. Entre ellas, dar acceso a los camiones de basura en un horario fijo a la calle que será peatonalizada. Eso sí, con el compromiso, dice Larrosa, de que los contenedores estén «en el lugar más discreto posible» y que «menos afee el entorno de la plaza».
También está la cuestión de cómo se harán las cargas y descargas. En su momento, se barajó, aprovechando que la concesión del parking subterráneo se acaba, usar este para ese fin. No obstante, no se contempla hacer otra obra que una el subterráneo con Verónicas.