La ofensiva contra el mosquito tigre se intensifica en la huerta y las pedanías de Murcia
Los operarios fumigan en carriles y acequias para evitar que proliferen las larvas después de las últimas lluvias
La estrategia que sigue el Ayuntamiento de Murcia para mantener a raya al mosquito tigre ha entrado en una nueva fase. «Las últimas lluvias y la prohibición por el estado de alarma para que la gente pueda acudir a sus segundas residencias nos ha obligado a actuar», precisa el concejal de Salud, Felipe Coello.
Las zonas de huerta y las pedanías son las áreas en las que se ha intensificado la ofensiva contra el molesto insecto. Se trata de enclaves que este año presentan menos movimiento por el confinamiento de la población decretado ante la crisis sanitaria motivada por la expansión del coronavirus. Esta situación propicia que, tras las lluvias de los últimos días, existan varias zonas con agua acumulada, el escenario ideal para que las hembras depositen sus larvas y eclosionen.
Llegada del calor
Además, la temperatura es otro factor que ha obligado a responder con rapidez a los técnicos municipales. «Todos sabemos cómo son estas fechas en Murcia. Cualquier semana pueden llegar los 35 grados y ya no irse, y el calor favorece que eclosionen los huevos. Por eso, hemos intensificado la fumigación en las zonas de huerta y las pedanías», detalla el jefe del Servicio de Salud, Eduardo González.
La limpieza de los imbornales arranca en el barrio del Carmen y se extenderá por toda la ciudad los próximos días
Los operarios ya han trabajado en Zeneta, Alquerías y Guadalupe. También lo han hecho en Beniaján. «Aquí nos llegaron avisos de los vecinos de que la lluvia había inundado los garajes de edificios que están a medio construir y habían aparecido muchos mosquitos», detalla González.
La limpieza de todos los imbornales del casco urbano también se realizará. Los operarios han trabajado esta semana en el barrio del Carmen, en puntos como la plaza Camachos y los Molinos del Río. De coordinar la ofensiva contra el mosquito tigre se encarga la firma alicantina Lokímica, adjudicataria del contrato para el control de plagas. La rapidez de respuesta y fumigar en los lugares adecuados resulta igualmente básico. No hay que olvidar que una hembra puede poner en un día un centenar de huevos. En las labores de fumigación trabajan diez operarios. Tienen a su disposición un helicóptero, con capacidad para verter 400 litros de insecticida en cada vuelo; tres vehículos todoterreno, drones de detección, cuatro cañones pulverizadores y nebulizadores de largo alcance.
Los técnicos utilizarán drones para tratar la rambla de Tabala
Los trabajos de fumigación se trasladarán la próxima semana al cauce de la rambla de Tabala. A su paso por la pedanía de Alquerías acumula una gran cantidad de agua que recoge de toda la Cordillera Sur. Como el terreno presenta varias zonas de difícil acceso, los técnicos emplearán drones para rociar el insecticida que impida que eclosionen las larvas de los mosquitos. Actuaciones como esta se repetirán durante las próximas semanas en otros puntos de las pedanías. «Los lugares recónditos son propicios para que puedan nacer las crías porque son difíciles de fumigar. Por eso, resulta muy efectivo el uso de drones. Nos permiten localizar las zonas clave y verter el producto que elimina los huevos», explica Eduardo González.