Murcia impulsa la lucha biológica contra los mosquitos con nuevas cajas nido para murciélagos
El jardín de la Alameda, junto al Malecón y al río Segura, forma parte de la red de refugios para estos insectívoros, que ya supera los 65 repartidos por barrios y pedanías del municipio
Son verdaderos devoradores de mosquitos, ya que solo uno puede llegar a comer al día entre 1.500 y 3.000 insectos, lo que les convierte en uno de los mejores aliados en la lucha biológica contra estas plagas, tanto en la ciudad como en las pedanías de Murcia. Sabiendo el beneficio que supone tener una buena población de murciélagos, el Ayuntamiento continúa instalando cajas nido para estos quirópteros en los jardines del municipio, y en esta ocasión la red de 65 refugios se ha incrementado con dos más, ubicados en el jardín de la Alameda, junto al Malecón y el río Segura.
Estas cajas, hechas de cemento que pesan más de cuatro kilos, se instalan en los troncos de árboles y palmeras, a la mayor altura y fácil acceso posible para los mamíferos, y en cada una pueden vivir y anidar hasta 30 murciélagos de la huerta, la especie más común en Murcia. Pedro Jiménez, veterinario y jefe del Servicio de Protección Animal y Control de Zoonosis, explica que esta especie es muy pequeña de tamaño y apenas pesa 10 gramos y que cada día come el equivalente a 6 gramos de mosquitos.
«Actualmente el mayor problema que tenemos es el vandalismo, ya que nos roban las cajas o las rompen, lo que nos obliga a colocarlas a mayor altura», apunta este miércoles, e indica que este ha sido el caso de las instaladas en el jardín de la Alameda.
El Ayuntamiento monitoriza dos veces al año la red de cajas nido, una durante la época de hibernación de los murciélagos, y otra en la de cría, cuando suben las temperaturas, para comprobar las zonas que tienen mayor aceptación. En el caso de que permanezcan vacías, las retiran y buscan otros lugares para colocarlas. El Servicio tiene geolocalizadas todas las cajas.
«Lo normal es que hibernen en sitios distintos a los que se reproducen, y si consiguen criar no tienen más de dos», explica Jiménez. Añade que el mayor problema para que sobrevivan está en la leche que amamantan, ya que el murciélago elimina los productos tóxicos que su cuerpo ingiere al comer a través de la leche.
Murcia es, según el jefe de Servicio, el lugar ideal por su clima para que los murciélagos puedan vivir y reproducirse y con este proyecto, que lleva más de un lustro en marcha, el objetivo del Ayuntamiento es recuperar su población -aún no tienen datos de su censo actual-.
Una de las mayores pérdidas de esta especie que Murcia sufrió fue con motivo de las obras del Mercado de Verónicas, cuando en los años noventa del siglo pasado se cambió la cubierta al subir un segundo piso. «Entonces cayeron al suelo hasta 30.000 murciélagos que vivían en el tejado y la gente los remataba en el suelo; llegamos tarde y apenas pudimos recuperar unos 200», lamenta Jiménez, quien recuerda que ese año apareció una nube inmensa de mosquitos a lo largo del cauce del río Segura.
«La gente no tiene que tenerles miedo y sí deben pensar que es una herramienta perfecta para el control de los insectos», apunta la concejala de Bienestar Social, Familia y Salud, Pilar Torres, quien aplaude el hecho de que en los últimos cinco años el grado de ocupación de estas cajas nido «sea muy bueno». La edil destaca que esta actuación municipal también pretende «la concienciación y sensibilización de la población» hacia los beneficios que aporta a la sociedad esta especie.
En este programa de control biológico de las plagas también participa la Concejalía de Gobierno Abierto, Promoción Económica y Empleo, que dirige Mercedes Bernabé. «Los alumnos del programa mixto de Formación y Empleo municipal han fabricado diez cajas nido, de las cuales cuatro se destinan a habitáculos para murciélagos y el resto para aves insectívoras; con lo que también se está participando en conseguir un bien común para la sociedad murciana», señala.