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Una señora. Antiguo grabado de finales del siglo XIX.

«Si apoyo mi abanico en la frente, me eres indiferente»

La Murcia que no vemos ·

El increíble y olvidado lenguaje que nuestras abuelas emplearon para sortear el control y la censura

Domingo, 23 de julio 2023, 08:14

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Quien anduviera buscando novio en aquellos tiempos en que guiñarle un ojo a alguien era una desvergüenza, solo tenía que colgarse un abanico en la ... mano derecha. Pero cerrado. Por el contrario, hacer lo mismo con la mano izquierda proclamaba a cuantos lo vieran que la chica, pues en los años de las abuelas era un adorno femenino, estaba comprometida. Los abanicos no tienen edad, aunque en los días calurosos resultan tan elegante como socorrido alivio para muchas. Y también para muchos, ya que aquella profecía del diario 'Heraldo de Murcia' en 1899 se ha cumplido: «Día llegará en que también lo usen los hombres, aunque hoy se limite su uso cuando se va a los toros».

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