Detenido un entrenador de la escuela de fútbol de Churra por presuntos abusos sexuales a cinco menores

Algo no cuadraba en la cabeza de los menores. Sabían que lo que hacía su entrenador cuando ellos se ejercitaban haciendo flexiones en las sesiones específicas que él les ofrecía, aparte de los entrenamientos del equipo, no era algo bueno. Que frotase sus genitales contra sus cuerpos, aprovechando que estaban haciendo el ejercicio, les perturbaba. Tanto fue así que uno de ellos se lo contó a sus padres a mediados de noviembre. Los progenitores del joven denunciaron en la comisaría de la Policía Nacional lo que les había relatado su hijo y lo comunicaron al club.

La directiva de la Escuela Deportiva Municipal de Fútbol de Churra (EDMF) reaccionó inmediatamente expulsando al entrenador. Asimismo, preguntó a los jugadores de los equipos que tenía a su cargo Miguel. No hizo falta indagar mucho. Varios de ellos afirmaron que también habían sufrido las presuntas agresiones sexuales y el club lo puso en conocimiento de la Policía Nacional. Hasta ahora existen cinco denuncias de chavales, de entre 12 y 16 años, que aseguran que sufrieron esos abusos, cuatro del EDMF Churra y otro del Plus Ultra, de la pedanía murciana de Llano de Brujas, su anterior club, según indican fuentes de la investigación.

La Policía Nacional detuvo a Miguel, de 29 años y nacionalidad española, el 1 de diciembre por un supuesto delito de agresión sexual contra los cinco menores de edad. Los abusos se produjeron, en apariencia, en lugares apartados y a solas, al margen de los entrenamientos. El arrestado proponía a determinados futbolistas quedarse con él tras el entreno para mejorar su capacidad física y técnica, sin el conocimiento ni la autorización del club. Por hechos aparentemente similares fue expulsado hace cuatro años del Plus Ultra, en concreto por «conductas inadecuadas», pero en aquella ocasión no hubo denuncia alguna de índole sexual, según detallan fuentes policiales. Este hecho es clave, ya que si hubiese constado algún antecedente penal en su historial, el entrenador habría sido inhabilitado inmediatamente para el ejercicio de esa actividad.

Tras pasar por ese club, el técnico de fútbol estuvo entrenando en el equipo de La Albatalía durante unos meses, hasta que en la temporada 2019-2020 llegó al conjunto del Churra, donde entrenó a niños de las categorías benjamín, infantil y cadete.

Fue en este equipo donde se interpusieron las primeras denuncias, que provocaron un efecto cascada y otros dos futbolistas del mismo club acudieron a comisaría para declarar que habían sido víctimas de supuestos abusos por parte de su entrenador. La quinta denuncia, interpuesta por un jugador del Plus Ultra, el anterior club en el que entrenaba, fue clave para averiguar que había más menores afectados. Los investigadores del Grupo de Menores (Grume) de la Policía Nacional han logrado localizar a más víctimas, no obstante, los adolescentes no han denunciado al entrenador.

La manera de aprovecharse supuestamente de los menores era siempre la misma. «Les habría realizado proposiciones para dirigirse a otros lugares, ofreciendo a los menores una supuesta mejora de su capacidad física mediante la práctica de ejercicios físicos de contacto», indican fuentes policiales. Una vez a solas con los chicos, les pedía que se tumbaran para practicar flexiones y el entrenador aprovechaba ese momento para colocarse sobre ellos. «Les agarraba fuertemente, se sacaba sus genitales y mantenía contacto físico con el cuerpo de los jóvenes, sin llegar a hacerles tocamientos ni penetración», detallan las fuentes.

Tras su detención, el entrenador fue puesto a disposición judicial y quedó en libertad con cargos. Además, se le ha impuesto una orden de alejamiento respecto a los menores. La Policía Nacional no descarta que existan más víctimas, incluso de clubes anteriores donde el entrenador desarrolló su actividad, por lo que la investigación continúa abierta.

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