Desvalijan una empresa de Murcia y se llevan maquinaria valorada en 500.000 euros
Los ladrones estuvieron varias horas dentro de las instalaciones y sustrajeron más de 200.000 herramientas y material industrial
«Para ellos ha sido como si un niño se quedara encerrado dentro de una juguetería tipo Toys R Us y pudiese llevarse lo que quisiera. Con lo que se han llevado ya tienen material para dar más golpes o para montar un Leroy Merlin, si quieren». Rubén Robles se lamenta de su mala suerte en la puerta de empresa que dirige.
El año para él, para su familia y para los empleados de su empresa ha empezado torcido. Ha sufrido un robo que les supone pérdidas muy importantes y de las que les va a costar remontar. Calcula que el grupo de unos seis encapuchados que asaltó su empresa se ha llevado más de medio millón de euros en maquinaria. Y lo hicieron con total tranquilidad.
No en vano estuvieron gran parte del día en el interior de la empresa, seleccionando las herramientas y maquinaria más valiosas, para cargarla en camiones y poner rumbo a un país extranjero. «La Policía Nacional me ha dicho que no busque en Wallapop, que no voy a encontrar nada, que ya estarán fuera de España.
El asalto, «planeado, organizado y estudiado», se produjo en la madrugada del pasado sábado 4 de enero, sobre las 2.00 horas. Al menos seis ladrones –tres actuaron dentro y otros tres vigilaban en el exterior– perpetraron un robo en la empresa familiar MRM, dedicada a suministros industriales y venta de herramientas y maquinaria. La nave, ubicada en la vereda de Solís de Puente Tocinos, fue desvalijada en un asalto que duró varias horas, «quizá el día entero», dejando pérdidas valoradas en unos 500.000 euros.
Lo primero que hizo el grupo de ladrones es cortar el suministro eléctrico desde la calle. «Lo tenían estudiado, porque el cuadro de luz está a uno 15 metros de mi nave y sabían cuál era el que me suministraba electricidad». Con el corte, inutilizaron las alarmas y las cámaras de seguridad. Entraron por un lateral de la nave, por un portón de metal protegido por una puerta corredera.
Saltaron y aprovecharon una lona que el dueño de la empresa había colocado recientemente en la cancela deslizante para trabajar sin ser vistos. «La pusimos para tener más intimidad y para que no se viera el interior de la nave desde la calle y sin quererlo, le hemos facilitado el robo», explica una empleada.
Hicieron tres cortes en el portón de metal con una radial y accedieron al almacén, y desde allí al establecimiento. «Sabían que los sábados no abrimos y estuvieron aquí todo el día organizando todo con calma. Se llevaron 200.000 artículos entre herramientas, maquinaria, generadores y accesorios que cargaron al menos en dos o tres camiones», relata. Además, los ladrones no tuvieron que ir cargados con herramientas para asaltar el negocio, porque utilizaron los propios materiales de la empresa. «Dejaron por aquí tirados los blíster de tres linternas, de tres pares de guantes de tallas grandes y de tres navajas. Incluso varios pares de botas, algunas de ellas, se las llevaron puestas», denuncia Rubén.
«Se llevaron hasta las brocas»
Al llegar el martes, tras el puente festivo, Rubén y el resto de empleados se encontraron con una escena que hizo que se llevaran las manos a la cabeza. «Las estanterías estaban vacías, reventaron las tres cajas registradoras y las cajas fuertes. Estamos hablando de casi medio millón de euros en pérdidas», lamenta. Entre los productos sustraídos se encuentran generadores de batería, grupos electrógenos, taladros, amoladoras, cortadoras de asfalto y herramientas eléctricas de marcas reconocidas como Makita, Milwaukee y Bosch. «Se llevaron incluso las brocas. Perder el tiempo en llevarse algo tan pequeño indica la tranquilidad con la que actuaron», añade Rubén.
Un plan organizado
El empresario tiene claro que los ladrones habían estudiado el lugar previamente y habían planeado el cómo, el cuándo y el dónde. «Esto estaba recién ampliado, lleno de mercancía. Es evidente que alguien estuvo vigilando antes del robo. Un cliente vio a una persona sospechosa hace quince días, muy pendiente de las cámaras», explica.
La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación y, aunque las cámaras de MRM dejaron de grabar tras el corte de luz, los agentes examinan los dispositivos de seguridad de otras naves de la zona que podrían haber captado el movimiento de los camiones utilizados para cargar la mercancía.
«Aunque el seguro cubra parte de las pérdidas, no sé cuándo podré reponer el inventario. Estamos dejando de facturar porque tenemos menos productos para vender. Es un golpe muy duro para una empresa familiar como la nuestra», concluye.
