El cierre de nueve tiendas en Murcia merma la oferta comercial en las calles Jabonerías y Sociedad
Estas zonas especializadas en moda viven su peor momento por el alto precio del alquiler de los locales, la venta 'online' y las obras de movilidad
Pilar Benito
Murcia
Miércoles, 6 de marzo 2024, 00:27
Han pasado de ser una de las zonas de referencia de la alta moda del comercio de proximidad en el centro de la ciudad «a la resistencia». Las calles Jabonerías y Sociedad están sufriendo una paulatina merma de negocios con el cierre de tiendas especializadas y estos días viven sus momentos más bajos. Jabonerías ha visto cómo han bajado la persiana seis establecimientos, mientras que en su prolongación, la calle Sociedad, hay tres tiendas cerradas. Dos de ellas, por traslado.
«Nunca hemos visto tantos locales cerrados como ahora, ni siguiera durante la crisis del ladrillo o tras la pandemia», apunta Cristina Russo, la propietaria de la tienda Fiore, que este año cumple 32 años al frente del negocio en Jabonerías.
Ambas calles están separadas por la plaza de San Bartolomé y, desde la plaza del Romea, paseando por ellas se desemboca en la plaza Puxmarina, a escasos metros de la Catedral de Murcia. En paralelo discurre la Gran Vía, por un lado, y la calle Trapería, por el otro. Otra emblemática calle, Platería, las cruza transversalmente. Es decir, que están en el centro del principal eje peatonal del casco histórico de la capital.
Algunos de los locales que se han quedado libres tras el cierre o traslado de los negocios pueden tardar hasta dos o tres años en encontrar un nuevo inquilino, señala Russo, quien recuerda cómo hace pocos años «apenas lo estaban dos meses; enseguida se volvían a alquilar».
El alto precio de la renta de los locales, los impuestos y la venta 'online' son los principales problemas con los que se enfrentan estos comerciantes, y hay quien también apunta ya a un cambio mucho más reciente en el centro: las obras de movilidad, que han restado carriles para los vehículos e incluso zonas de aparcamiento.
Mercè Salvadé es una de ellas. Lleva 20 años como dependienta en la calle Sociedad, primero en un local de moda y ahora en la zapatería La Fuensantica. «Es una de las primeras tiendas de calzado de calidad en Murcia, de hecho ya ha cumplido 70 años», apunta. Esta tienda abrió originariamente en la plaza Cetina.
«Estamos en una calle peatonal que invita al paseo y rodeados de tiendas, lo que debería también facilitar las compras; pero, últimamente, a nuestros clientes, que son de otros pueblos o de las pedanías, les da pereza venir porque cada vez tienen más complicado llegar, sobre todo tras las obras», apunta. De hecho, subraya, ella misma tarda cuatro veces más en llegar a la tienda que antes de las obras, «y eso que me muevo en moto».
Salvadé deja claro que estas calles tienen un tipo de clientela que busca la calidad antes que la cantidad y no le importa pagarla, pero «nos están diciendo que no quieren entrar al centro de Murcia».
Una solución sería que, al igual que el Ayuntamiento ha hecho en el barrio del Carmen para activar las ventas del pequeño comercio, ellos puedan ofrecer a sus clientes tiques descuento para los aparcamientos del centro.
«Somos la resistencia»
Cristina Russo, que muy gráficamente describe la situación indicando que «aquí seguimos la resistencia», destaca que es imposible que las franquicias aguanten en ambas calles y que suelen trasladarse a zonas, como el entorno de El Corte Inglés, en cuanto tienen una oportunidad.
«Cuantos menos comercios queden, más difícil es hacer frente a la crisis de ventas», indica, si bien subraya que ellos ofrecen especialización y una profesionalidad y experiencia «que no se encuentran en otro tipo de tiendas de ropa». De hecho, los comercios nuevos que abren en estas calles «no suelen durar más de un año».
Tanto la propietaria de Fiore como la de la Serrano Alcázar, Begoña Gómez Espinosa, forman parte de la asociación '300 metros VIP', a la que se suman el resto de los comerciantes de las dos calles, Jabonerías y Sociedad. Gómez es, además, la presidenta de la asociación y, tras sumarse a las razones apuntadas por el resto de las comerciantes, añade «somos luchadoras y esperamos mantener abiertas las tiendas».
La propietaria de Serrano Alcázar quiere, sin embargo, ahondar en el problema que la venta 'online' supone para sus negocios, si bien puntualiza que «es un problema global, de todos los países».
Y, como antes otros comerciantes lo han hecho, apunta: «Con locales vacíos, la ciudad se queda muerta, sin vida».
-
Descuentos en aparcamientos del centro y más ferias
El Ayuntamiento de Murcia afirma que tiene planes para dar un empujón a la actividad comercial en el centro. El concejal del ramo, Jesús Pacheco, tuvo ayer una reunión con los presidentes de la asociación de comerciantes Triángulo, Javier Martínez, y de la Junta Municipal Centro-Oeste, David San Nicolás. Entre los acuerdos destacados por San Nicolás, figura ofrecer descuentos en los parkings del centro a los clientes, si bien queda por determinar cuánto; y trasladar al concejal de Movilidad que amplíe el número de frecuencias de los buses con las pedanías.
Para dinamizar la actividad, se organizará una Feria del Comercio en la que las tiendas «puedan darse a conocer y fidelizar clientela» y se harán campañas de promoción en los medios de comunicación e itinerarios turísticos que incluyan zonas de compras.
Desde la asociación '300 metros VIP', su presidenta, Begoña Gómez, considera que puede ayudar a los comercios que el Consistorio mejore la iluminación de ambas calles, porque, si están a oscuras, no invitan a pasar: así como que «Murcia tenga lanzaderas de transporte público gratuito o a bajo coste para llegar al centro desde donde se aparque».