Estos son los nuevos periodos de pago de impuestos y tasas del Ayuntamiento de Murcia

No es pequeño el porcentaje de la población al que un retraso en el cobro de una nómina, una renta o una deuda puede hacerle un roto en su economía familiar. Al fin y al cabo, cada uno se organiza en función de sus posibilidades. En una situación similar se encuentran las cuentas del Ayuntamiento de Murcia, tras la forzosa modificación a la que se ha visto sometido su calendario fiscal para este año. Medida forzosa por la suspensión de los plazos administrativos y tributarios decretada por el Gobierno central y que contribuye al alivio de la situación económica padecida por la ciudadanía y empresas ante el confinamiento por la pandemia de coronavirus.

El Consistorio debe adaptarse ahora a un retraso de la finalización del periodo de pago voluntario de los impuestos y tasas municipales. Esta demora oscila, de media, entre los 15 días y los dos meses, según el concepto, tal y como establece el anuncio del nuevo calendario, aprobado el pasado 6 de mayo y publicado ayer en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM).

Esta situación puede generar «tensiones de caja» en las arcas municipales, según explica el concejal de Seguridad Ciudadana y Gestión Económica Eduardo, Martínez-Oliva. Con el fin de evitar problemas de liquidez, su departamento está tramitando una póliza de crédito anual de hasta 25 millones de euros. «No hay por qué emplear la totalidad de esa cantidad y únicamente tendremos que amortizar los intereses del dinero que tomemos prestado de manera efectiva», aclara.

El edil explica, no obstante, que esta solo es una medida de precaución, ya que la situación de tesorería del Consistorio «es buena» y ha permitido liquidar el pago de casi 29 millones de euros en facturas a proveedores desde el 14 de marzo, así como el pago de todas las nóminas del personal. En el horizonte se divisa ya, sin embargo, el abono de la extra de verano, que se quiere garantizar con la firma de esta línea de crédito.

«Lo que lo altera todo y nos descuadra es, principalmente, el aplazamiento del cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que aporta una recaudación de unos 125 millones», remarca. En el caso de los bienes de naturaleza urbana, por lo que se debía tributar antes del 6 de julio, la fecha límite se pospone hasta septiembre, lo que sustrae recursos justo cuando se debe hacer frente a la paga extraordinaria.

Además, las tasas de terrazas y mercadillos, cuyo periodos de liquidación no empezarán a concluir hasta finales de septiembre, también llegarán con reducciones del 50%, tal y como aprobó el Pleno municipal el pasado lunes.

En el caso de los aplazamientos, todas aquellas liquidaciones notificadas cuyo periodo de ingreso finalice durante el estado de alarma se extienden hasta el próximo 30 de mayo, según indicaron fuentes municipales. También se prorroga un mes el cobro de la cuota de fraccionamientos ya concedidos cuyo cargo en cuenta estuviera fijado para mayo, de manera que se cargarán el próximo 5 de junio. El resto de cuotas también se mueven un mes.