El Arco de San Juan de Murcia tendrá una planta más para una terraza con cafetería y piscina

Va a suponer un antes y un después en la oferta hotelera de la ciudad de Murcia, aunque habrá que esperar hasta 2026, según las previsiones de los promotores, para que se haga realidad. El hotel Arco de San Juan será el primero de cinco estrellas de la capital una vez culmine la reforma y ampliación del inmueble, propiedad del Grupo Fuertes y que gestionará Barceló Hotel Group. Entre las novedades, el proyecto incluye subir una planta más retranqueada, que albergará una cafetería-bufé de desayunos, con una terraza descubierta y una pequeña piscina.

Las obras previstas están diseñadas por el estudio Zorg Arquitectos, que dirige Jesús Zafra, proyecto que ya ha sido presentado al Ayuntamiento de Murcia para recibir la licencia. En él se mantienen las fachadas y arquerías protegidas, que dan frente a la plaza Ceballos y la calle Tahona, pero reorganiza la distribución interior de la planta baja y las cuatro superiores.

El edificio está catalogado en el Plan Especial del Conjunto Histórico (Pecha) y en el Plan General del municipio con una protección de grado 3, por lo que cualquier reforma que se proyecte deberá conservar las fachadas. La nueva quinta planta proyectada se autoriza para «compensar la carga» que supone mantener los elementos protegidos. La cafetería se instalará bajo la cubierta inclinada.

Por lo que respecta a las fachadas no protegidas, que dan a las calles Tahona y plaza de San Juan, sufrirán alguna modificación para adecuarlas al entorno BIC de la plaza. El proyecto debe contar con los preceptivos informes sectoriales (de medio ambiente, técnicos y de patrimonio de la Comunidad Autónoma, entre otros) antes de recibir la licencia solicitada. La reforma prevé reordenar la planta sótano, que mantiene el uso de aparcamiento existente, pero se reducirá el número de plazas, al pasar de las 27 actuales a 17 tras la remodelación. La razón es que se ha aumentado la superficie destinada a instalaciones del edificio en este nivel. El acceso al garaje se mantiene por la misma rampa desde la plaza de San Juan.

La planta baja será la que más cambios tenga. En ella se ubican el vestíbulo principal de acceso y las zonas de relación (cafetería-restaurante, sala de usos múltiples o conferencias y reservados, con sus correspondientes zonas de aseos y servicios).

El acceso principal se mantiene desde plaza Ceballos, con un vestíbulo a doble altura, pero se modifican los núcleos de escaleras y ascensores, desapareciendo la principal a triple altura. Una nueva escalera la sustituirá, y junto a ella los ascensores, dispuestos en la crujía próxima a la fachada, harán que el torreón que acoge ambos elementos sobresalga sobre la fachada actual protegida hacia la quinta planta, resultando visible desde la calle.

El estudio arquitectónico ha previsto que sea una caja ligera diferenciada de las plantas inferiores del edificio. Además, existe otro acceso desde la calle Tahona.

Las plantas superiores (primera a cuarta) seguirán ofreciendo el total de las 72 habitaciones, orientadas bien hacia las calles exteriores o bien a patios interiores ajardinados. Todas tendrán las dimensiones adecuadas para la categoría de cinco estrellas y se han proyectado algunas suites con salas de estar contiguas y todas ellas disponen de baños completos, con ducha e incluso ducha y bañera.

El proyecto remitido a la Concejalía de Planificación Urbanística recoge distintos acabados para la fachada del inmueble, en función de si están o no protegidas. Por ejemplo, se ha previsto sustituir las carpinterías de madera por otras nuevas de aluminio termolacado que imita madera en la fachada protegida. Asimismo, se recuperarán y repintarán las cerrajerías en los balcones de este frontal, se ha previsto un revestimiento exterior acabado en estuco en dos colores y se renovará la cobertura en la marquesina existente.

El edificio está considerado como el único hotel-monumento de Murcia y por él han pasado numerosas personalidades, intelectuales, artistas y escritores, como el Rey Juan Carlos I, Ana María Matute, Jorge Edwards, Sami Naïr y Luis Landero. Por su proyección futura al pujar por un hospedaje de cinco estrellas, ha recibido de la Consejería de Cultura una autorización excepcional de interés turístico para su implantación.

El concejal de Planificacion Urbanísica, Antonio Navarro, incidió en este extremo, destacando que incrementar el número de plazas hoteleras «es un gran aliciente para el turismo», a la vez que se congratuló de que el edificio siga siendo un hotel.

El palacio de Floridablanca fue construido a finales del siglo XVIII como residencia del conocido estadista José Moñino y Redondo. Conde de Floridablanca, Moñino fue el primer secretario de Estado de Carlos III y Carlos IV. Entre 1792 y 1808, Floridablanca se retiró a Murcia, su ciudad natal, tras ser relevado del cargo, momento en el que mandó levantar la residencia palaciega, encargada al arquitecto alicantino Ramón Berenguer.

El edificio muestra la sobriedad y desnudez ornamental propias del Neoclasicismo, con la referencia tradicional murciana del revoco en yeso, coloreado primitivamente en verde y amarillo calabaza. La disposición de la fachada se encuentra distribuida en cuatro plantas prototípicas: semisótano, entresuelo, planta principal o noble, y desvanes o cámaras, coronándose con una potente cornisa.

Tras someterse a una profunda reforma a finales del siglo XX, en la que solo se conservaron los exteriores de la plaza Ceballos y la totalidad del arco, el palacio se transformó en el Hotel Arco de San Juan en 1990, que llegó a tener cuatro estrellas. Estuvo dirigido por la familia Cotomer, propietaria del inmueble, hasta que cerró sus puertas a principios de 2020 al no poder afrontar las continuas pérdidas económicas.

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