Plan de choque en Cieza contra el chabolismo asociado a la campaña de la fruta

El convenio, firmado por el alcalde de Cieza, Tomás Rubio, y los responsables de Cáritas y Cruz Roja, tiene por objeto «hacer frente a las necesidades de intervención que se plantean por urgencia social durante los meses de mayo a julio por la llegada a Cieza de un gran número de personas que acuden en busca de trabajo en la campaña de recogida de fruta y carecen de acceso a recursos habitacionales y servicios básicos como son el agua potable y el aseo», según manifestó el primer edil.

La intención, según la concejala de Servicios Sociales, Gertrudis Juliá, es la de facilitar alojamiento temporal y una atención integral adecuada, «garantizando el cumplimiento de los derechos humanos de las personas que vienen a trabajar temporalmente en la campaña y carecen de acceso a recursos habitacionales y de servicios básicos».

La llegada masiva de estos trabajadores y la imposibilidad de que encuentren un alojamiento digno hace que muchos de ellos se instalen en asentamientos formados por chabolas, que ellos mismos construyen con cartones y plásticos, o en viviendas o naves industriales en estado ruinoso. En ninguno de los casos estas chabolas reúnen las condiciones adecuadas de habitabilidad y salubridad. La ausencia de agua corriente, luz o aseos contribuye a que se produzca una situación de insalubridad insostenible, generando situaciones de tensión y conflictos de convivencia.

El albergue proporcionado por el Consistorio se encuentra a la entrada de la ciudad, donde muchos de estos temporeros se suelen concentrar para planificar su día a día. Generalmente, son trabajadores de origen extranjero que vienen de otras ciudades de España, donde ya han participado en la recolección de frutas u hortalizas de invierno. Cuando concluyan su labor en Cieza, su periplo continuará hacia otros lugares donde puedan encontrar trabajo.

Los temporeros son atendidos por educadores sociales que proceden de Cáritas, además de los trabajadores sociales del propio Ayuntamiento. Estos los asesoran en cuanto a su situación contractual con la productora de frutas en la que trabajan. También en aspectos más personales de su vida cotidiana. Las organizaciones agrarias se han mostrado igualmente conformes con este modelo de atención a los temporeros, que ya comenzó a aplicarse el año pasado.

Antonio Moreno, secretario general de Agricultura de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), consideró la necesidad de distinguir entre los temporeros que viven y están empadronados en cada uno de los municipios productores y los que solo permanecen en la Región durante los meses de la recolección. «Para los segundos, es una situación difícil, porque el sector no tiene medios para proporcionar una vivienda y la posibilidad de alquilar es cada vez menor», por lo que aplaudió la iniciativa del Ayuntamiento para acabar con este problema social.

En la misma línea se mostró el presidente de Coag en la Vega Alta, Miguel Ángel Piñera, aunque puntualizó que esta solución «solo se puede aplicar a aquellos temporeros que tengan regularizada su situación en España, que son a los que los productores podemos contratar para trabajar». Igualmente, insistió en que, de manera habitual, «se asesora a estas personas para que, por ejemplo, puedan encontrar una casa en alquiler», aunque reconoció que esta es una tarea «harto difícil» dada la escasez de viviendas para alquilar que existe en Cieza, y muchas veces tienen que irse a localidades vecinas».