El chándal que delató a 'El Conejo'
El líder de una de las bandas más activas en Murcia cumplirá 4 años y medio por uno de los 20 robos que se le imputan; la ropa que llevaba en el atraco le traicionó
José Antonio L. S., alias 'El Conejo', uno de los delincuentes habituales que llevó de cabeza durante años a las Fuerzas y Cuerpo de ... Seguridad, fue condenado hace dos semanas a cuatro años y medio de prisión por uno de los innumerables robos que perpetró junto a su banda entre 2018 y 2020. La condena, que consta en una sentencia dictada el pasado 12 de abril por el Juzgado de Lo Penal número 4 de Murcia, fue por el asalto que cometió el 25 de mayo de 2019 a una gasolinera de la pedanía murciana de Guadalupe.
Y la prueba que delató a 'El Conejo' un la ropa que llevó aquel día. En concreto, una sudadera estampada de camuflaje con capucha y unos pantalones de chándal de la marca Nike de color azul oscuro con el logotipo del equipo de fútbol del París Saint-Germain.
Por aquel robo fueron imputadas otras dos personas, el hermano y el primo de José Antonio, pero ambos han sido absueltos por falta de pruebas. Por su parte, conservar durante meses la ropa con la que perpetró aquel asalto ha llevado a 'El Conejo' a pasar un tiempo en la sombra, desde donde aguarda la citación de los juicios de otra decena de causas que tiene pendientes por la frenética actividad que tuvo la banda de ladrones que lideró.
Son las 21.50 horas del 25 de mayo de 2019. Tres jóvenes se dirigen a la estación de servicio de la avenida de los Jerónimos en un Seat León, con las placas de la matrícula falsas. Mientras el conductor permanece en el interior del vehículo, realizando labores de vigilancia y favorecer la huida, sus dos compañeros acceden al interior del establecimiento, con los rostros cubiertos por pasamontañas y portando uno de ellos una pistola. El empleado que atendía el negocio en ese momento se encontraba en la trastienda del local, preparando el cierre y colocando el dinero recaudado durante su turno.
–¡Tírate al suelo y no nos mires!, le gritaron los encapuchados, mientras le apuntaban con el arma y le empujaban al suelo del almacén.
Dos años de golpes
Los ladrones comenzaron a registrar los armarios, rompiendo las cerraduras de los cajones, apoderándose de 2.000 euros en efectivo y de la riñonera que llevaba el empleado. Con ese botín en su poder, huyeron en el vehículo que les esperaba en la entrada del local. Esta es la primera pieza que se enjuicia de una causa que engloba una sucesión de atracos que se atribuye a la banda de 'El Conejo' en un periodo de dos años.
Desde octubre de 2018 hasta que el grupo fue desarticulado por agentes de la Brigada de Policía Judicial, a principios del mes de febrero de 2020, cometieron presuntamente veinte asaltos: trece robos con violencia, dos con fuerza y cinco robos de vehículos.
La investigación policial fue de tal complejidad que los especialistas del Grupo de Atracos elaboraron un esquema en el que tratan de resumir las relaciones indirectas por asociación de prendas de ropa incautadas, posicionamientos telefónicos y coches implicados en los robos, que se reflejan en las actas de imputación. La clave de este primer caso estuvo, precisamente, en la ropa que llevaba puesta 'El Conejo' y que él mismo reconoció como suyas cuando fue detenido durante el registro de su vivienda de la pedanía murciana de El Puntal. Las cámaras de videovigilancia le captaron vistiendo las mismas prendas que la Policía Nacional encontró en el registro realizado casi un año después, el 17 de febrero de 2020, en su domicilio. «Se hallaron dos prendas de ropa idénticas a las vestidas por uno de los autores del atraco, en concreto una sudadera con capucha estampada de camuflaje, pantalones de chándal Nike de color azul oscuro con el logotipo del equipo de fútbol París Saint-Germain», según consta en las diligencias.
El acusado Jose Antonio L. S., 'El Conejo', de 23 años, reconoció tres días después, en su declaración, que la ropa encontrada en su casa era de su propiedad, «no siendo ninguna de las prendas de su hermano, David L. S.», de 22 años en el momento de los hechos, también detenido por el atraco y absuelto finalmente tras el juicio.
Además, el agente instructor del caso manifestó en su declaración no tener duda alguna de que el individuo que portaba ambas prendas era el acusado José Antonio L. S., por haber procedido a su detención en anteriores ocasiones. «En este supuesto procede anticipar que la prueba de indicios resulta concluyente con respecto del acusado José Antonio L. S., gozando de los requisitos necesarios para dictar una resolución condenatoria», fundamenta el juez.
Registro de la vivienda
En el registro de la vivienda del tercer detenido Francisco José G. L., primo de los dos hermanos, y cuya defensa asumió el abogado penalista Jorge Novella, situada en Zarandona, fueron intervenidos unos guantes azules idénticos a los utilizados por uno de los atracadores.
En otra casa, ubicada en Algezares, se encontró una pistola que presenta la misma prominencia en la parte externa del guardamonte (parte que rodea al disparador) que fue usada en el robo, según las imágenes obtenidas. En este caso, la acusación aportó ambos indicios. «Entre las pruebas que había contra mi defendido estaba la intervención de un arma de fuego simulada y unos guantes que la Policía Nacional halló en un registro de su vivienda un año después de los hechos que se enjuiciaban».
En este caso, el abogado Jorge Novella apuntó que tanto la pistola simulada como los guantes eran objetos que podían comprarse en internet. «Con una simple búsqueda podías encontrar ambas cosas, y no se pudo probar que fueran las mismas que llevaba la persona que acompañaba al atracador del establecimiento aquel día». Además, no hubo testigos ni ADN que pudiera incriminar a su cliente, por lo que finalmente quedó absuelto.
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