La caza de jabalíes llega al Carmolí, Calblanque y Lo Poyo

En este dispositivo participarán cazadores voluntarios formados por la Federación regional de Caza y por la coordinadora agraria COAG Murcia, que podrán cazar ejemplares tanto en terrenos cinegéticos como en parcelas particulares con el permiso de sus propietarios. La superpoblación de jabalí ha puesto en jaque a varios municipios de la Región en los últimos años. Esto ha derivado en la declaración de comarcas en situación de emergencia cinegética, que ha permitido agilizar los trámites para cazar al mayor número posible de animales.

La caza en estos espacios será sin límite de cupos ni se tendrá en cuenta la edad o el sexo, aunque Medio Ambiente especifica en su resolución que «preferentemente» deberán abatirse hembras. En total se han apuntado 37 cazadores. Los ayuntamientos de Cartagena y La Unión deberán tener informados a los vecinos y establecerán un dispositivo de control en los accesos y vías dentro de las zonas autorizadas para cazar. La superficie también abarca la sierra de la Fausilla, los terrenos forestales entre Portmán y La Unión y el entorno del Llano del Beal y el Estrecho de San Ginés.

Las figuras de protección ambiental de estos espacios prohiben la actividad cinegética: «Hay miles de hectáreas en los parques regionales, reservas y zonas de no caza que sirven de reservorios naturales para que crezcan los jabalíes», apunta Francisco Bastida, presidente de la Federación de Caza de la Región de Murcia. No es la primera vez que se lleva a cabo una batida así, ya que en otoño del año pasado se permitió otras que eliminaron en estos territorios un total de 115 ejemplares. Sin embargo, sí es novedad la incursión de los cazadores en el Carmolí y Lo Poyo.

Los daños en cultivos, los atropellos o las incursiones de estos animales en las vías de acceso a Escombreras, donde los granos de cereal caen de los camiones al asfalto, han obligado a aplicar este tipo de medidas excepcionales, incluido al cerdo asilvestrado. La gestión de los jabalíes abatidos se encargará a una empresa cárnica de Bullas, dedicada a la comercialización de esta carne. Bastida recuerda que estos animales han tendido en los últimos años a adentrarse en los núcleos urbanos del Campo de Cartagena, «donde se sienten tranquilos, sin depredadores y buscando comida». En próximas fechas, pedirán otra batida en El Valle (Murcia).

Desde ANSE, el biólogo Jorge Sánchez entiende que «dejar en manos de cazadores voluntarios» esta gestión cinegética «no es la mejor solución», aunque admite que «no hay muchas más alternativas» ante la falta de medios y personal en el cuerpo de agentes medioambientales, que centran sus esfuerzos en el control de la población de arruí de Sierra Espuña.