La unidad de crónicos cubre sus sesenta camas y ahora el objetivo es ampliarla

La filosofía de la unidad es «atender pacientes que están continuamente siendo ingresados en el Santa Lucía de forma continua por diferentes dolencias. Son gente mayor, con pluripatologías, tomadores de muchos fármacos y que se descompensan con mucha facilidad. Son personas muy deterioradas que dejan de caminar y de valerse por sí mismos. Aquí les ayudamos a recuperarse y a volver a ser medianamente autónomos», contó Gil.

Esos mayores pasan primero por la Unidad de Agudos, donde están «un tiempo prudencial, porque esto no es un hotel», añadió la especialista. Normalmente llegan por insuficiencias cardíacas, procesos infecciosos y cualquier patología aguda. En este servicio hay 46 camas. De ahí pasan a la unidad de recuperación funcional, equipada con 14 puestos. Son pacientes que ya han pasado la fase aguda y que tienen aún una forma física que pueden recuperar.

«Por ejemplo, son personas que han sufrido un ictus y que una vez pasado el peligro necesitan una rehabilitación multidisciplinar. Están aquí entre quince y veinte días. La idea es que, el paciente se vaya a casa con una recuperación suficiente para ser autónomo», añadió otro especialista de Geriatría, Francisco Pérez.

A estas dos unidades le ayudan la de Soporte de Geriatría y la de Reagudización del Paciente, ambas en el Hospital Santa Lucía. La puesta en marcha de este servicio libera camas en ese centro hospitalario y reduce el número de pacientes en Urgencias.