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Un momento de la visita realizada por colectivos ciudadanos y técnicos responsables a la Edar MMS. PROCABO

Técnicos se reúnen con colectivos para calmar la inquietud por el emisario de Cabo de Palos

Esamur avanza que en un año estarán operativas las medidas para mejorar la calidad del agua tratada que se vierte en Cala Reona al Mediterráneo

Viernes, 9 de agosto 2024, 00:56

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La rotura del emisario de la Estación Depuradora de Aguas Residuales Mar Menor Sur (Edar MMS) y el cierre reiterado de la playa cabopalera de Cala Reona generan inquietud entre vecinos y veraneantes de Cabo de Palos y La Manga. Una situación que ya se prolonga mucho en el tiempo y que, en temporada alta, afecta a un número aún mayor de residentes y bañistas.

Con el objetivo de calmar esta inquietud vecinal y de dar respuesta a las dudas generadas entre la población, técnicos del Ayuntamiento de Cartagena, Esamur e Hidrogea responsables del control de la Edar MMS se reunieron con representantes de Ecologistas en Acción, las asociaciones de vecinos Cobaticas-La Jordana y Cabo de Palos, ProCabo y Pacto por el Mar Menor.

Durante el encuentro, los colectivos se preocuparon por los elevados niveles de nitrógeno y fósforo de los efluentes que la depuradora vierte a pie de playa y junto a la reserva marina, que «superan los niveles máximos establecidos para zonas sensibles por tener aguas eutróficas o tendencia a serlo». No obstante, tanto desde Esamur como desde Hidrogea anunciaron a los representantes vecinales que la zona del Mediterráneo en la que desagua la depuradora no está considerada zona sensible, pero que «los estudios para mejorar la calidad del agua, en cuanto a la eliminación de nutrientes, están avanzados, ya que la depuradora no estaba preparada para ello». No en vano, los colectivos ciudadanos recuerdan que la Edar MMS atiende en estas fechas a una población de medio millón de personas.

El director técnico de Esamur, Pedro Simón, informó de que, «en el plazo máximo de un año, estarían operativas las modificaciones para lograr una reducción del nitrógeno y el fósforo en los efluentes de la depuradora». Un proyecto que se ha presupuestado en 300.000 euros y cuyo estudio está ya en manos del Ayuntamiento de Cartagena para su evaluación y aprobación.

Desde el equipo de mantenimiento de la Edar MMS informaron de que «las variaciones bruscas de salinidad que se producen en el flujo de aguas residuales que llegan se laminan con el resto de caudales de la red de alcantarillado de La Manga, cuyo colector principal es de polietileno estanco y que se renovó hace unos años». No obstante, técnicos municipales avanzaron que se están «realizando inspecciones en varios puntos negros de la red» donde se sospecha que hay filtraciones en La Manga o la Ribera Sur del Mar Menor con «personal especializado y robots con cámaras para detectar intrusiones». Aun así, a preguntas de Ecologistas en Acción (EeA), reconocieron que el Ayuntamiento no dispone de personal suficiente para controlar, perseguir y sancionar los numerosos bombeos al alcantarillado de agua de mar infiltrada que se producen desde garajes y sótanos privados que, según Pedro Luengo, son «la principal causa de la salinidad del agua» depurada.

Intrusión de metales pesados

Igualmente, los técnicos municipales confirmaron que está prevista la revisión de la intrusión de metales pesados de la antigua actividad minera al alcantarillado de Llano del Beal por las escorrentías de las lluvias, entre otros puntos negros, aunque no concretaron fechas.

Durante la reunión, todos los participantes coincidieron en la importancia de separar las aguas pluviales de las residuales urbanas para mejorar los resultados de la depuradora, aunque no se prevé una actuación en este sentido, más allá de la construcción de tanques de tormenta en la orilla sur del Mar Menor, el último en Playa Honda, para unos 12.000 m3.

Además, el jefe de la planta indicó que las obras para ampliar la depuradora e implementar el tratamiento terciario, que está previsto que comiencen en 2025, «no son complicadas ni excesivamente costosas, dado que se van a reutilizar edificios en desuso situados entre el pretratamiento y el tratamiento primario».

Los representantes vecinales reclamaron más información y transparencia con los bañistas de Cala Reona, que calificaron de «insuficiente», y a la ciudadanía en general sobre el tratamiento de las aguas negras y su reaprovechamiento para concienciar del uso racional de los recursos. Los técnicos se comprometieron a mejorar esta cuestión.

ProCabo y el sindicato UGT se suman al 'Abrazo al Agua'

La asociación vecinal ProCabo se ha sumado a la convocatoria de las cadenas humanas para mañana –hay previstas 28 en torno al Mar Menor y 26 en el resto del litoral– que, bajo el lema 'El mismo mar, la misma agua', buscan defender «las masas de agua y sus seres vivos, que están en grave peligro por la contaminación de origen humano: minas, agroindustrias, ganadería intensiva, plásticos, polución». Así, los vecinos de Cabo de Palos han sido llamados a sumarse a la cadena humana que se realizará a las 12 horas en la playa de Cala Reona, en Cabo de Palos, para solicitar el fin de los vertidos de la Edar Mar Menor Sur y soluciones inmediatas al problema del emisario, entre otras medidas. También UGT comunicó que participará en esta movilización en defensa de la actual Ley de Protección del Mar Menor para no permitir una merma de los derechos de la laguna.

El traslado a Escombreras está pendiente de la CHS

La solicitud de trasladar el emisario de Cala Reona a una zona de menor impacto ambiental –como Escombreras–, para evitar la afección de la zona Red Natura 2000 y las reservas marinas próximas, quedó pendiente de una reunión con responsables de la CHS. El Ayuntamiento de Cartagena se comprometió a concertar un encuentro con las ONG asistentes y representantes del Ayuntamiento de San Javier. A esta misma cita también se aplazó la adopción de medidas para la reutilización del 100% de las aguas tratadas, que «debería estar contemplada en el Plan de Ordenación de la Cuenca Vertiente del Mar Menor», según los colectivos ciudadanos, y para minimizar los malos olores y las plagas de mosquitos que afectan a la zona. La retirada del fondo marino de las grapas y restos del emisario que se rompió será otro asunto a tratar.

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