El sector inmobiliario aguanta la crisis pese a la escasa oferta y los precios «desorbitados»
Las ventas de primeras viviendas siguen al alza, igual que el coste en el Ensanche y el casco antiguo, que llega ya a 2.000 euros por metro
El sector inmobiliario en el municipio pasa por una época dorada pese a las circunstancias. El zarpazo del coronavirus a la economía no ha ... hecho mella en un negocio al alza en los últimos años, pese a la escasez de promociones y a los precios «desorbitados». Que un edificio de una veintena de pisos en la calle Ramón y Cajal se venda en un solo fin de semana es el ejemplo de lo que está ocurriendo.
El coste del metro cuadrado es casi 100 euros más caro que la media del resto de municipios de la Región de Murcia, según los datos del portal Idealista. En la ciudad portuaria oscila entre los 1.140 y 1.150 euros, mientras que la media regional está en 1.044, con una bajada en ambos casos de un 0,4% con respecto al mismo periodo del año pasado.
Esos precios distan mucho de los que los constructores están pidiendo por un piso de cien metros cuadrados, tres habitaciones, dos baños, cocina y comedor en el Ensanche y el centro histórico. En este caso, según uno de los gerentes de la Inmobiliaria Santa Florentina, José Liarte, el precio llega a los 200.000 euros, lo que sitúa el metro cuadrado en 2.000 euros, el doble de la media en la Región. A ello hay que sumarle el IVA y el garaje, que se paga aparte.
El alquiler de un piso sigue a 600 euros de media, pero en el centro histórico se dispara hasta los 1.200
Cooperativas
A las cooperativas les salen unos precios aún más caros, porque a esos precios tienen que sumar el coste del solar, algo que los eleva hasta los 240.000 euros. «El suelo está por las nubes. Este es el verdadero problema que hay en Cartagena. Esto está haciendo que volvamos otra vez a lo que ocurría a principios de la década del 2000. Entonces, quien no podía pagar el precio de una vivienda se iba a los barrios y diputaciones. Esto es lo que pasa ahora», insistió Liarte a LA VERDAD.
En ese caso, el coste del metro cuadrado baja. Por ejemplo, en La Aljorra está a 773 euros; 856, en La Palma y 872, en El Albujón. Sin embargo, en Mar de Cristal y Cabo de Palos sube hasta los 1.356 euros y en Isla Plana a los 1.611, según los datos del mismo portal.
Aun así, «este año hemos vendido más que nunca, incluso hemos superado nuestro propio récord. En plena pandemia nuestros clientes nos seguían llamando y pidiendo viviendas. Para el sector no hay crisis y pese a que en marzo y abril se nos cayeron algunas ventas, después las hemos recuperado. Llevamos un año increíble», indicó el gerente de la Inmobiliaria Santa Florentina.
Los empresarios exigen una aceleradora de proyectos
El presidente de la asociación comarcal de promotores, Miguel Martínez, insistió en la necesidad de que el Ayuntamiento cree una Unidad de Aceleración de Proyectos Inmobiliarios, «para hacer seguimiento desde el minuto uno a cada una de las iniciativas empresariales que surjan». El objetivo de este organismo es que, con independencia de su tamaño, «puedan poner en marcha, en el menor tiempo posible los muchos proyectos que ahora están en la fase de tramitación». En su opinión, los técnicos que sean destinados a este servicio deberían dedicarse a detectar y solucionar los cuellos de botella en los que se paralizan algunas promociones para darles solución. Asegura que un departamento similar ya ha sido creado en Murcia y en Lorca están en ello.
Hay tres promociones en la calle Real y también en la subida de San Diego, en la calle del Parque, en Ramón y Cajal, frente al Hospital Perpetuo Socorro y el mercado de Santa Florentina y en Playa Paraíso. En la Plaza de la Constitución hay 23 viviendas sociales en construcción, para personas con rentas limitadas. En la antigua Villa París hay proyectados 370 pisos más.
Compleja burocracia
El presidente de la Asociación de Constructores de Cartagena y Comarca, Miguel Martínez, denunció que para sacar adelante cualquiera de los proyectos necesitan «demasiado tiempo y pasar por una complejísima burocracia». Por eso insistió en la necesidad de que el Ayuntamiento ponga en marcha una unidad de aceleración de proyectos inmobiliarios que agilice procedimientos iniciados.
Lo que también está tirando del sector es la rehabilitación de edificios. Actualmente y solo en el casco antiguo hay siete proyectos en marcha. Entre las licencias concedida durante el último año destaca la rehabilitación de un inmueble en la calle San Diego número 13. Quedará convertido en siete apartamentos turísticos en tres plantas con fachada protegida, actualmente cubierta con una red de seguridad.
Este está situado enfrente del solar en el que una empresa de Mariano Roca levanta un edificio destinado también a alojamientos turísticos. En la calle Saura, número 15, hay otro proyecto de rehabilitación de tres viviendas en un inmueble de dos plantas y bajo que tiene licencia.
En cuanto al alquiler, los precios también suben. Cuando hace poco más de dos años se pagaba entre 400 y 450 euros por un piso de unos 90 metros cuadrados, con tres habitaciones, una cocina y dos cuartos de baños, ahora es casi imposible encontrarlo por menos de 600 euros en el Ensanche, según el portavoz del Grupo Inmoct inmobiliarias profesionales de Cartagena, Antonio Betancor. En el centro histórico se llegan a pagar entre 1.000 y 1.200 euros. En las zonas del extrarradio del núcleo urbano, como Los Dolores y Molinos Marfagones, también existen incrementos de precios, aunque el ritmo es menor.
En estos casos, el valor de una vivienda media con tres habitaciones, un salón, una cocina y dos cuartos de baño puede estar entre los 450 y los 500 euros, dependiendo de la zona que se elija y las calidades del inmueble.
Edificios inteligentes y más sostenibles con el medio ambiente, la prioridad del sector
La sostenibilidad es uno de los principios que las nuevas construcciones tienen como prioridad y lo que los clientes buscan cada vez más a la hora de adquirir una vivienda. Ejemplo de ellos es la última promoción de Urbincasa en la calle Ramón y Cajal, donde se ubicaba el bar Sociedad. El aislamiento de los pisos es una de las bazas de un inmueble que ha sido dotado de lo que se conoce como sistema de aislamiento térmico exterior (SATE). Se trata de un sistema que reduce la pérdida de energía y aprovecha el rendimiento de las fachadas mediante el control de temperaturas. Ahorra el 60% de la energía.
Asimismo, se ha incorporado lo que se conoce como fachada ventilada, un sistema constructivo de cerramiento exterior constituido por una hoja interior, una capa aislante, una cámara de aire y una hoja exterior no estanca. Este 'colchón envolvente' potencia el aislamiento y favorece la ventilación, lo que impide la acumulación de calor. Además, la carpintería exterior es de PVC, material mucho más aislante que el aluminio, condicionantes que mejoran la envolvente del edificio significativamente.
Por su parte, la producción de agua caliente sanitaria es mediante paneles solares con un pequeño apoyo de una caldera comunitaria de gas. Otra de las novedades es el sistema incorporado para mantener los hogares higienizados. Se hace a través de un mecanismo regulador que permite la continua entrada y salida del aire para renovarlo y limpiarlo.
Junto al compromiso medioambiental también han incluido el dispositivo Google Nest Hub. Se trata de un panel de control del hogar con múltiples funciones, que ofrece posibilidades como controlar de forma remota, a través de un dispositivo móvil o una tableta, la temperatura del hogar. También permite manejar la iluminación y escuchar música. Para algunas de ellas es necesario que los otros dispositivos sean compatible. La versatilidad y eficiencia está a la orden del día.
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