El Santa Lucía incorpora trece incubadoras de última generación

El uso de estos aparatos, añadieron en el Servicio Murciano de Salud (SMS), tiene como objetivo «asegurar el ambiente térmico ideal», pues «simula el del vientre de la madre». Lo hace «con una temperatura y humedad acordes a la edad gestacional» del bebé, para «posibilitar su desarrollo y crecimiento». Asimismo, precisaron que las incubadoras incorporan un programa informático o software «más actual, con mayores prestaciones y con una doble funcionalidad». De esta forma, las máquinas «se pueden utilizar como incubadoras y como cunas térmicas, lo que ha supuesto una mejora en la dotación de la unidad».

Los nuevos aparatos han supuesto una inversión de unos 350.000 euros, procedentes de la Unión Europea. En concreto, el dinero sale del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Además, estas incubadoras «constituyen un paso más en el proyecto integral de humanización en el que está trabajando el área de Neonatología del Santa Lucía», con varias líneas.

La unidad pueda activar luz ambiente y sonido, «lo que ayuda a proporcionarle una estancia más agradable y humanizadora a los recién nacidos y a sus familiares», señalaron en el SMS. Y precisaron que los padres pueden reproducir su voz con cuentos, pequeñas narraciones y melodías, algo fundamental en los cuidados centrados en el desarrollo».

La Unidad de Neonatología del Servicio de Pediatría del Santa Lucía tiene una media de ingresos de más de 400 pacientes al año. De ellos, 120 son neonatos que necesitan de atención especial en cuidados intensivos. El centro público atiende a recién nacidos con patología grave o inmaduros de bajo peso y tiene nivel III-B. Eso significa que puede asistir a recién nacidos con una edad inferior a 28 semanas y un peso de nacimiento menor 1.000 gramos y dar cuidados quirúrgicos, terapia con hipotermia y soporte respiratorio avanzado.

Hay ocho puestos de bebés en estado crítico, doce de cuidados intermedios y ocho de cuidados básicos, así como colaboración con el centro de referencia regional, el Hospital Virgen de La Arrixaca, de Murcia. Asimismo, Neonatología y Fundación Aladina desarrollaron un proyecto de decoración y mobiliario para que los niños más pequeños y sus familias contaran con «entornos cómodos» y «reducir el estrés de este tipo de ingresos».

Un grupo de enfermeros formó también la Escuela de Padres del hospital, que realiza talleres periódicos para explicar aspectos básicos de los cuidados del recién nacido y del lactante.

Por último, la UCI neonatal puso en marcha en 2018 la iniciativa 'Pequeñas caricias', para minimizar el estrés de las familias. Ofreció charlas a niños de 2 a 12 años y facilitó las visitas a sus hermanos ingresados.