Los sanitarios critican la gestión «pésima» de los dos hospitales

Uno de los años más complicados para el Área de Salud II debido al coronavirus acabará con las plantillas de los hospitales Santa María del Rosell y Santa Lucía enfrentadas con su gerencia. El bloqueo a nuevas contrataciones hace un mes unido a la falta de información en los cambios en el plan de contingencia ante la Covid-19, la falta de mascarilla de alta protección y la escasa trasparencia sobre la vacunación del personal del área han enfadado a los trabajadores. Pese a que han solicitado en varias ocasiones reuniones con el gerente, José Sedes, para limar asperezas, «aún no hemos conseguido fecha», criticó el presidente de la Junta de Personal, José Benítez.

Una de las situaciones más rocambolescas y que los sanitarios achacan a la falta de información y a la «pésima» gestión ocurrió anteanoche, cuando fue cerrada la Unidad de Covid del Rosell, en la planta 2B.

En ella estaban destinados media docena de trabajadores, que tras llegar a sus puestos comprobaron que los seis pacientes habían sido trasladados a otros centros hospitalarios y la planta estaba vacía. No fue hasta pasadas varias horas cuando fueron recolocados en otras unidades.

Para la Junta de Personal, en un escrito enviado ayer a la Gerencia, el cierre de esta planta no debió darse, «máxime con la situación excepcional que estamos viviendo». «Nos sorprende la improvisación en la gestión y planificación de este servicio. No sabemos cuánto tiempo va a durar esta situación», señala el escrito. El cese de la actividad en la 2B del Rosell coincide con las vacaciones de trabajadores de la sanidad, entre ellos el internista de esa planta. «Entendemos que no se está respetando el plan de contingencia, ya que si este sufre variaciones deben ser comunicadas a la Junta de Personal», añade la carta.

Los pacientes fueron distribuidos entre el Santa Lucía y el Virgen de la Caridad. En este último caso, fuentes de este centro concertado indicaron que «en ningún momento han parado de recibir pacientes» y que «todos se encuentran aislados». Las derivaciones a clínicas se hacen pese a haber plazas libres en el Santa Lucía. En este sentido fuentes de la gerencia del Área de Salud indicaron que se toma esa decisión siguiendo «criterios clínicos» y que «normalmente son pacientes mayores, algunos procedentes de residencias».

Los sanitarios también criticaron en el escrito que el malestar entre los trabajadores «es generalizado» respecto a la falta de información y de consideración hacia la plantilla, ya que «hay problemas con la gestión y distribución de mascarillas FFP2». «Tanto en el Rosell como el Santa Lucía son los dos únicos hospitales de la Región que este tipo de mascarillas no son usadas en todas los servicios», denunció José Benítez. Al igual critican que a falta de unos pocos días para el comienzo de la vacunación contra la Covid, «aun no sabemos cómo se va a gestionar entre el personal del área».