Un recurso aplaza temporalmente la concesión a una empresa de la residencia de la calle Caballero de Cartagena
El Ayuntamiento decidió en mayo sacar este edificio a concurso público tras rescindir en diciembre el acuerdo que tenía con la ONG Accem
La puesta en funcionamiento de nuevo de la residencia municipal de la calle Caballero deberá esperar un poco más de lo previsto. Según confirman fuentes ... municipales a LA VERDAD, el Consistorio ya cuenta con una propuesta de adjudicación, pero esta se ha visto momentaneamente paralizada por un recurso, el cual está en proceso de resolución.
La concesión de la residencia de la calle Caballero a una empresa privada para su debida gestión es uno de los principales proyectos del equipo de gobierno de Noelia Arroyo. Su intención es intentar paliar la falta de plazas y brindar alojamiento de calidad a estudiantes y jóvenes en la ciudad a través de la concesión de este inmueble a una empresa privada.
La cifra
33
habitaciones dispone el edificio para uso como residencia. Es un número escaso para llamar la atención de empresas dedicadas a la gestión de alojamientos juveniles y estudiantiles, según fuentes del sector. Cuanto más pequeña, menos rentabilidad, dijeron.
La salida a concurso de este recurso del patrimonio público local se decidió por parte del Consejo de Administración de la empresa municipal Casco Antiguo, que aprobó a finales de mayo las bases para el arrendamiento del inmueble durante 20 años y un canon anual mínimo de 42.064 euros.
El acuerdo contó con los votos a favor de PP, MC, Vox y Sí Cartagena; y en contra del PSOE. Los socialistas han sido los únicos que se mostraron críticos con la decisión del ejecutivo local y ven en la decisión de Arroyo una cesión del PP a sus socios de Vox, pues este inmueble dio cobijo hasta diciembre a migrantes llegados irregularmente a Canarias.
La alcaldesa, por su parte, situó esta iniciativa como uno de los grandes anuncios que reservó para el desayuno informativo que brindó a los medios de comunicación con motivo de la llegada de la legislatura a su ecuador. Ocasión en la que Arroyo también celebró la solicitud de licencia para construir el centro de formación de la Fremm en Los Camachos y la adjudicación de proyecto de musealización de la casa natal de Isaac Peral.
La residencia de la calle Caballero funcionó hasta hace cinco años como alojamiento para alumnos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y acogió después a enfermos de Covid-19. Tras la pandemia albergó a refugiados ucranianos y, por último, a inmigrantes africanos.
La UPCT no tiene mayor interés en recuperar este edificio, puesto que desde 2021 dispone de una residencia en el antiguo edificio administrativo municipal de la calle Sor Francisca Armendáriz, con 239 habitaciones y 271 plazas. Así que la intención del equipo de gobierno es destinarlo a los mismos usos para los que fue concebido, el de residencia juvenil.
El concurso del edificio se realiza, según el Gobierno local, en busca de un proyecto que cumpla con un doble objetivo: ampliar la oferta de alojamiento para jóvenes en la ciudad y dinamizar esa zona del casco histórico.
El edificio, erigido en 1911 pero reformado por completo en los años noventa con fondos europeos, se encuentra en condiciones de conservación «bastante razonables». Técnicos de la Concejalía de Urbanismo también valoran actualmente realizar algunas reparaciones u obras de adecuación. No obstante, la intención del equipo de gobierno es que la empresa que resulte adjudicataria del inmueble se responsabilice de esos trabajos.
En contra de los intereses municipales a la hora de licitarla, añadieron otras fuentes, juega la escasa capacidad del edificio. Sólo dispone de 32 habitaciones y requiere los mismos servicios que otras residencias que superan el centenar de cuartos para ponerlo en marcha. Así que su rentabilidad es menor, como ya comprobó la UPCT.
Obra de Oliver Rolandi
Este centenario edificio fue levantado en tiempos del alcalde Mariano Sanz Zabala, promotor de las primeras Escuelas Graduadas de España en la cercana calle Gisbert. Lo proyectó Francisco de Paula Oliver Rolandi, nombrado arquitecto municipal unos años después y autor de distintos edificios modernistas en la ciudad. Destaca por sus diez balcones que dan a la calle Caballero, aunque en los años en los que se utilizó como vivienda, algunos pisos dispusieron del típico mirador cartagenero.
-
De confinamiento para enfermos de covid a casa de refugiados ucranianos
Adquirido por el Ayuntamiento y reformado por Casco Antiguo con un presupuesto de 900.000 euros, en concierto con el Instituto de la Juventud (Injuve), la UPCT lo abrió en 2003 como residencia estudiantil. En 2018, dos años antes de cesar su gestión, restauró la fachada, con una inversión de 70.000 euros. En una de las dos actuaciones independientes de aquellos trabajos se hizo el refuerzo estructural de los balcones y cornisas, para asegurarlas, con la instalación de nuevas losas de hormigón. La otra se centró en los acabados: pinturas, carpinterías y barandillas. Poco después, la UPCT decidió cerrarla.
Su reapertura tuvo lugar hace ahora cinco años, por razones sanitarias. La Politécnica decidió cederla a las autoridades sanitarias regionales para confinar enfermos durante las primeras semanas de pandemia de coronavirus. Devuelta al Ayuntamiento, tras acabar el convenio de cesión, fue usada ocasionalmente para alojar a inmigrantes rescatados en el mar. Con el inicio de la guerra en Ucrania, hace tres años, permitió alojar a refugiados de ese país. Y en ese momento, el Ayuntamiento puso su gestión en manos de la ONG Accem, que la utilizó hasta el pasado diciembre para alojar a inmigrantes africanos conforme los ucranianos volvían a su país o buscaban otros alojamientos.
El convenio de cesión a Accem venció el pasado 5 de diciembre y Casco Antiguo de Cartagena no lo renovó, porque el objeto era albergar refugiados ucranianos y no inmigrantes africanos, para los que el Gobierno ya había dispuesto otras instalaciones.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión