La peatonalización de calles en diputaciones de Cartagena toma impulso en La Palma y en Alumbres

Los vehículos en estos cuatro pueblos pueden seguir circulando por la mayoría de las calles que han sido reformadas a menor velocidad que antes por los viales adoquinados. En ellos, la calzada central es gris, como los laterales, donde no se puede aparcar. Estas zonas está bien delimitadas con líneas continuas y discontinuas. Pese a ello, la prioridad en ambos casos es siempre para los peatones. En ellas hay señales de límite de velocidad con un máximo de 20 kilómetros hora, y otras con el símbolo de calle residencial. Tras los galileos y los algareños, les tocará el turno a los palmesanos la semana que viene, fecha en que la Junta Vecinal tiene previsto abrir las calles que han sido reformadas y adoquinadas. Han hecho los trabajos en la Plaza Manuel Zamora, la que hay frente al iglesia del pueblo, y sus calles aledañas, como Beatriz Zamora y Beatriz Asensio. En toda esta zona ha sido renovada la red de abastecimiento de agua potable y alcantarillado y organizado la superficie para compatibilizar el paso de los peatones y el de los coches. Además, han sido instalados bancos y nueva iluminación. El proyecto también incluye la renovación de la red de agua potable en la calle José Marcos, donde fue instalado una nueva tubería de fundición dúctil, siguiendo el trazado de las redes existentes. Los trabajos han supuesto una inversión de casi 600.000, según fuentes municipales.

«Solo faltaba una última limpieza e instalar los bancos y los discos para regular la circulación. La próxima semana está previsto que ya esté abierto todo para los vecinos», explicó el presidente de la Junta Vecinal, Antonio Pérez.

En cuanto a Alumbres, en las últimas semanas, un grupo de obreros también mejoró la imagen de dos calles: la de Sagrado Corazón de Jesús y la de La Palma, donde fue sustituido el pavimento con 47.437 euros de Hidrogea, que también renovó las tuberías de abastecimiento. Esta dos se unen a las que ya fueron semipeatonalizadas en años anteriores, en las inmediaciones de la iglesia.

Los primeros en tener un centro urbano con calles adoquinadas y tráfico restringido, aunque no en su totalidad, fueron los galileos. En 2021, el Ayuntamiento realizó reformas en las calles Mayor, Ponce de León, Gran Capitán, Juan Díaz de Solís, Pedrerías de Ávila y Juan Grijalba. La obra costó 180.000 euros. Aunque en un principio los vecinos fueron un poco reacios, con el paso del tiempo se dieron cuenta de que de esta forma disfrutan de más metros cuadrados para pasear y de las terrazas de los bares.

En El Algar también disfrutan de la peatonalización unas pocas semanas. Las obras están recién acabadas en las calles Antonio Rubio, Sagasta, Martín Solano, Castelar, Escultura, General Aznar, Libertad, Rentero Vargas y Manuel Antón. Algunas de ellas están en los alrededores de la Casa Rubio. Las obras consistieron en la sustitución de la actual red de fibrocemento por conducciones modernas y más seguras, donde los peatones ganaron espacio en detrimento de los vehículos. En este caso la inversión municipal ascendió a 240.000 euros.