La música sonará de mediodía a once de la noche en las barras de las cruces de mayo de Cartagena

Al igual que en la festividad del año pasado, las barras podrán servir bebida de forma ininterrumpida desde la apertura a las doce de la mañana hasta la una y media de la madrugada. Asimismo, y según el informe de medio ambiente, los altavoces de las cruces instaladas en la vía pública tendrán que respetar las horas de la siesta, de 15 a 17 horas, y las nocturnas, a partir de las 23 horas, y en todo caso la suspensión de los objetivos de calidad acústica. Queda autorizada también la venta de alimentos perecederos con «estricto cumplimiento de la normativa higiénico sanitaria», al tiempo que las freidoras, planchas, hornos y focos de calor diverso estarán protegidos y alejados de los asistentes.

En cuanto a las condiciones para garantizar la seguridad y no impedir el paso de los bomberos en caso de necesidad, una vez instaladas las barras debe quedar una zona de paso con una anchura mínima libre de 3,5 metros y una altura de 4,5 metros. En las fachadas en las que están situados los accesos a edificios con altura de evacuación descendente mayor de nueve metros, debe quedar frente a las mismas un espacio de maniobra con una un espacio de maniobra con una anchura mínima libre de cinco metros. En cualquier caso, la ocupación con barras no entorpecerá el paso peatonal, ni la accesibilidad de personas con movilidad reducida.

El montaje de las barras comenzará a partir de las 18 horas del jueves 2 de mayo y serán desmontadas como máximo a las 20 horas del domingo 5 de mayo.

Los conciertos programados por el Consistorio tendrán lugar frente al Icue y en las plazas San Francisco, del Lago, del Rey y del Ayuntamiento. En este último emplazamiento actuarán Juanlu Montoya (viernes, 3), Falete (sábado, 4) y Curro Piñana (domingo, 5).

Para evitar molestias a los vecinos del centro histórico, el Ayuntamiento obligó el pasado año a colectivos y hosteleros a controlar los niveles de ruido máximos permitidos con la instalación de limitadores de sonido. En cuanto a la seguridad y salubridad, el Ayuntamiento instaló más de una veintena de baños públicos en distintos puntos y reforzó el servicio de limpieza para dar respuesta a una concurrida fiesta, que ha crecido al ritmo que las quejas de los hosteleros por las «estrictas condiciones» y la música en las barras, así como por los vecinos y las aglomeraciones, ruido y orines.