Las matriculaciones de barcos crecen un 17% y las de motos de agua un 61% en el último año
Entre las sanciones más comunes en el mar están navegar con un título no apto, hacerlo con el seguro caducado e incumplir la normativa
El estallido de la pandemia en el año 2020 hizo estragos en gran parte de las empresas, menos en las de venta de embarcaciones de recreo y de motos de agua. Estas siguen en la senda del crecimiento desde entonces y el pasado año anotaron nuevos aumentos de sus beneficios. Esta práctica se ha convertido en una alternativa de ocio segura. Una parte de los ciudadanos ha descubierto que la navegación de recreo, ya sea en barco o en moto acuática, puede ser accesible y que realmente ya no responde a esa imagen elitista que tradicionalmente ha tenido colgada.
Los vehículos con más demanda son los barcos de pequeña y mediana eslora, los de entre seis y ocho metros, y las motos acuáticas, cuyas ventas se han disparado. En cuanto a los primeros, según los datos de Capitanía Marítima de Cartagena, las matriculaciones han crecido un 17,1%, solo durante el pasado año, y en las segundas, un 61%.
«En los últimos años han surgido muchas empresas de aventuras que ofertan alquiler de motos. Es una forma de navegar muy asequible para la que apenas es necesario licencia, tan solo hacer un examen. Lo organizan las escuelas náuticas. Además este tipo de vehículos cubren una expectativas que los barcos no dan», explicó a LA VERDAD el presidente de la Asociación Náutica de la Región de Murcia, José Miguel Martínez. Destacó que las motos no necesitan puntos de amarre y un mantenimiento que las embarcaciones sí que precisan.
Los clientes que las adquieren son, principalmente, nacionales, aunque también los hay extranjeros que eligen la comarca de Cartagena para comprar este tipo de vehículos. Los mayores compradores son particulares, pero, sobre todo, las empresas, que las destinan posteriormente a su alquiler. Precisamente, este sector empresarial está viviendo todo un 'boom' y cada vez son más los negocios que ofrecen este tipo de vehículos a motor, tanto en playas como en clubes náuticos y puertos, como el de Tomás Maestre.
Compradores extranjeros
Según los datos aportados por Capitanía Marítima de Cartagena, el número de inscripciones de embarcaciones de recreo el pasado año fue de 273, mientras que en el ejercicio anterior, 233. En 2023 fueron regularizadas 124 motos acuáticas, y el año anterior 77. Así, la zona que depende de esta Capitanía Marítima, desde San Pedro del Pinatar hasta Águilas, sigue siendo una de las que más matriculaciones de motos náuticas registra de toda España. Muchos extranjeros compran, las usan un tiempo por aquí y después las rematriculan en sus países.
La mayoría de las sanciones impuestas por la administración marítima son a barcos de recreo y motos acuáticas. Entre las causas más comunes se encuentran: navegar con un título no apto para la zona donde se circula; hacerlo con el seguro de responsabilidad civil caducado o sin llevarlo a bordo; incumplir la normativa vigente; y no respetar las zonas de baño.
Los controles son continuos, aunque más en verano
Desde Capitanía Marítima de Cartagena advierten de que los controles son continuos a lo largo de todo el año, aunque cuando más hincapié hacen es en el periodo estival, que es cuando más embarcaciones y motos acuáticas hay en la zona marítima de su competencia. Vigilan los fondeos, inspeccionan si los patrones de barcos llevan los certificados de navegabilidad, el justificante de pago de la prima del seguro en vigor y la titulación de piloto requerida según las características de las embarcaciones. Los agentes de la Guardia Civil son los encargados de estas labores. Verifican que este tipo de naves desarrollan su actividad en los espacios habilitados para ello, un requisito básico para proteger al resto de usuarios.