Cartagena empieza a recibir 'sin papeles' trasladados de Canarias

Todos ellos serían varones y mayores de edad. La mayoría permanecen alojados en el hotel Manolo, en la Urbanización Mediterráneo. También habría varios de ellos en pisos tutelados por Accem en Barrio Peral. A preguntas de LA VERDAD sobre el número concreto de inmigrantes trasladados y su situación en Cartagena, la Delegación del Gobierno en la Región se limitó a confirmar que su llegada se enmarca en «un plan nacional para aliviar la situación en Canarias, donde ahora mismo hay máxima tensión por un pico de llegada de inmigrantes».

Según el Ejecutivo que preside en funciones Pedro Sánchez, el objetivo de la asistencia inicial a estas personas, que pone en marcha en colaboración con ONG, es reducir el «impacto posible sobre la población local y los servicios públicos». Es decir, son el propio Ministerio y sus asociaciones colaboradoras las encargadas de prestar la asistencia sin ayuda de los servicios sociales municipales.

Según fuentes asistenciales, lo habitual es que la estancia se mantenga aproximadamente un mes mientras se concreta la situación personal de cada uno de ellos. La mayoría se acogen a planes de protección internacional y temporal. Mientras la Administración resuelve sus peticiones de asilo humanitario, inician sus procesos de integración personales dentro de las propias ONG. Otros se marchan en busca de familiares y amigos a otras regiones y países cercanos. Los llegados a Cartagena provendrían, según sus propios testimonios, de Guinea Bisáu y Senegal, entre otros países.

En las últimas semanas se han intensificado las llegadas por mar de inmigrantes irregulares a territorio canario. En lo que va de año ya lo han hecho casi treinta mil mil, poniendo en apuros a los servicios de rescate y a la red asistencial del Gobierno de esa región. Para aliviar la presión, desde hace días, el Gobierno traslada a la Península, vía aeropuerto de Barajas, a los 'sin papeles' que no puede devolver a sus países de origen. Al igual que a Cartagena, también los lleva a centros de acogida situados en las provincias de Madrid, Cáceres, Málaga, Huesca y Almería, entre otras.

La llegada de este grupo de inmigrantes coincide con las gestiones que realiza el Ministerio de Migraciones para instalar en Cartagena un centro de estancia temporal de extranjeros (CETI). Sus técnicos visitaron la semana pasada instalaciones militares en desuso donde creen posible montar uno.

El propio Gobierno reconoció, a preguntas de LA VERDAD, que intenta asegurar la cobertura de las necesidades perentorias (alojamiento, manutención y asistencia sanitaria básica) de las personas que entran irregularmente a España por la costa. Y lo hace «desplegando una red de dispositivos de acogida para atención humanitaria básica en todo el territorio nacional y eso incluye algunas localidades de la Región, como Cartagena». En el caso de Cartagena, las fuentes asistenciales recordaron que no solo reciben ayuda inmigrantes africanos, sino también ucranianos que han salido de su país con motivo de la guerra por la invasión rusa. Y recordaron que una amplia comunidad ucraniana reside desde hace casi dos años en la antigua residencia universitaria de la calle Caballero, gestionada por Accem.

A diferencia de los argelinos que llegan por las costas cartageneras a España tratando de alcanzar posteriormente territorios francés y belga, la mayoría de subsaharianos suelen quedarse en territorio español.

La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, fue informada por el delegado del Gobierno en la Región, Francisco Jiménez, del traslado de inmigrantes africanos desde Canarias. Mantuvieron una conversación telefónica cuando LA VERDAD ya había informado de la llegada del contingente. Y, según fuentes municipales, Arroyo agradeció a Jiménez la información, admitió que «en este problema hay que ser solidarios», pero también le exigió que esa solidaridad sea «compartida»: Cartagena no puede concentrar los recursos para atender a los inmigrantes. Igualmente, solicitó que el Ministerio de Migraciones se asegure de que los recursos de las ONG de los programas internacionales se reparten por todo el país.

Arroyo aprovechó la conversación con Jiménez para reiterar su «total oposición a que en Cartagena pueda abrirse un CETI». Por idénticas razones: «No pueden concentrarse los recursos para inmigrantes en una sola población. Cartagena ha sido generosa, asumiendo la instalación de un CATE», recordó un portavoz municipal.