La historia de la bicentenaria Policía Nacional en Cartagena

El evento atrajo a una multitud de visitantes deseosos de conocer cómo esta institución ha sido un pilar fundamental en la vida de los cartageneros. La inauguración estuvo acompañada por una conferencia que destacó cómo la Policía ha sabido adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos, manteniendo siempre su compromiso con esta ciudad.

La historia de la Policía en Cartagena se remonta a 1824, con la creación de la Superintendencia General de Policía por Fernando VII. Sin embargo, en sus inicios, la seguridad de la ciudad estaba en manos de la Milicia Urbana, un grupo de vecinos que se organizaban para proteger el orden público. Durante el siglo XIX, en una Cartagena amurallada, los cuerpos policiales tenían una presencia constante en las puertas principales de la ciudad —la de Madrid, la de San José y la del Muelle—, encargándose del control de mercancías y personas, funciones que reflejaban su importancia en una urbe de gran actividad comercial y portuaria.

Con el auge industrial y comercial a mediados del siglo XIX, la ciudad enfrentó nuevos desafíos como el contrabando, la protección de infraestructuras clave y el mantenimiento del orden en un entorno cada vez más complejo. La Policía, bajo diversas denominaciones y configuraciones, fue adaptándose para dar respuesta a estas demandas.

La Policía ha estado presente en los momentos más críticos de la historia de Cartagena. En desastres como el incendio de la Refinería de Escombreras, el terremoto de 1849 o las inundaciones de 1919, la labor de los agentes fue crucial para coordinar rescates y garantizar la seguridad de la población. Durante la Guerra Civil, su papel fue particularmente difícil, enfrentándose a las tensiones políticas y sociales del momento.

En episodios destacados de la crónica criminal de la ciudad, como los asesinatos de La Aljorra, de la calle de La Piedra en el Molinete y calle de San Roque o el linchamiento del Chipé en 1936, la Policía demostró su capacidad para intervenir en circunstancias excepcionales. También se ha distinguido en situaciones sanitarias, como la gran intoxicación de 1935, donde colaboró activamente para mitigar sus efectos y descubrir el agente contaminante.

El siglo XX marcó un punto de inflexión. Con la llegada de la democracia en 1978, la Policía Nacional adoptó una configuración moderna basada en los principios de proximidad ciudadana y respeto a los derechos fundamentales. En Cartagena, esto se tradujo en una presencia más cercana y proactiva, especialmente en los barrios y zonas industriales.

En los últimos veinte años, la tecnología y los nuevos desafíos, como el terrorismo y el cibercrimen, han transformado profundamente la labor policial. En nuestra ciudad, los avances han permitido una mejor gestión de la seguridad y una respuesta más eficiente a emergencias como la pandemia de Covid-19 o en las numerosas inundaciones. Estas intervenciones han reforzado la confianza de los ciudadanos en la Policía como un pilar de la sociedad cartagenera.

A lo largo de los siglos, la Policía ha tenido varias sedes en Cartagena. Inicialmente, sus actividades se centralizaban en la Casa Consistorial en la llamada Plaza Mayor. Más tarde, a la calle de San Diego junto al Palacio de Aguirre y posteriormente a la calle Gisbert y a la Plaza de España cerca del Ensanche de la ciudad. En la actualidad, la Comisaría se encuentra en unas modernas instalaciones diseñadas para responder a los retos del siglo XXI en la calle Menéndez y Pelayo.

La exposición en el Museo Histórico Militar no solo muestra uniformes, objetos históricos y documentos oficiales, sino que también destaca el lado humano de la Policía. Las fotografías exhibidas retrataban a hombres y mujeres en su trabajo diario, a lo largo de la historia ayudando a construir una comunidad más segura y solidaria.

A lo largo de dos siglos, la Policía ha sido más que un ente regulador. Ha sido un aliado en la construcción de una Cartagena segura y resiliente. Este vínculo se ha forjado en innumerables actos de servicio, grandes y pequeños, que han dejado una huella imborrable en la comunidad.

El bicentenario de la Policía Nacional no solo celebra una institución, sino también el espíritu de compromiso y solidaridad que une a los agentes con los ciudadanos de Cartagena. El reconocimiento público y la alta afluencia a la exposición demuestran que esta relación está más viva que nunca. Desde las calles más antiguas hasta los barrios modernos, la Policía ha sido y sigue siendo un pilar fundamental de nuestra sociedad.

Este aniversario nos invita a mirar hacia el futuro con esperanza, confiando en que la relación entre la Policía y Cartagena seguirá fortaleciéndose en los años venideros, pues el cuerpo de Policía, desde hace doscientos años, existe por nosotros y para nosotros.