El cónsul alemán y hombre de negocios Karl Fricke.

El cónsul Fricke, por Gerhard Lang

Fotohistoria de Cartagena ·

Sábado, 30 de diciembre 2023, 08:17

Este es un libro para los lectores interesados y críticos, pues ellos y solo ellos deben juzgar los hechos que se relatan en él, sacando ... sus propias conclusiones fuera de los argumentos esbozados en anteriores publicaciones que, en opinión de este autor, han sido elaborados con ligereza al no analizar los documentos que sobre este personaje existen en Cartagena, en España, pero sobre todo en Alemania. Allí se guarda bastante información sobre Fricke, desde su nacimiento hasta su muerte, para no hacer un relato en base a cosas extravagantes, raras con malentendidos, equivocaciones y fallos que se han ido repitiendo una y otra vez sin un mínimo interés de comprobación en fuentes históricas de contrastada solvencia.

Publicidad

Una vez dicho esto, el libro presentado hace unos días por la Editorial Nova Spartaria, bajo el título 'Cónsul Fricke. Espía, comerciante oportunista y nazi', escrito por el profesor Gerhard Lang-Valchs, nos muestra una nueva visión de este poderoso e influyente hombre de negocios que durante más de tres décadas vivió, trabajó y formó una familia en Cartagena, llegando a convertirse en un personaje enormemente popular en nuestra ciudad con un éxito social formidable. De él se han dicho muchas cosas aunque seguramente quedaban por decir las más importantes y concluyentes, para conocer con certeza el calado y la importancia de este cónsul honorario alemán en una época convulsa, en la que tres guerras, las dos mundiales y la civil española, pusieron a nuestro personaje en el foco de la atención y que junto a otros grandes actores de su época marcaron el destino de Cartagena. Para lo bueno y lo malo.

En este libro encontrarán una biografía de Karl Fricke, desde su nacimiento en Hamburgo en 1883 hasta su muerte en Cartagena en 1945, una vida de película, una especie de aventurero viajero, cazador, comerciante, lleno de aristas algunas de ellas totalmente contradictorias, pragmático; todo lo que hoy día podríamos resumir como un emprendedor atento a cualquier negocio y oportunidad que se le presentase en su camino.

El relato que Gerhard Lang nos da en su libro no quiere influir en la opinión que sobre Fricke pueda extraerse, su labor investigadora lo ha llevado a las fuentes documentales y de ella se pueden extraer varias versiones, pero sinceramente después de su lectura, la mía ya esté lejos del Fricke espía, pícaro, estafador, estraperlista, contrabandista, nazi subversivo y franquista.

Publicidad

A lo mejor era un poco de todo eso, pero era mucho más: un hombre que creó de la nada un gran negocio comercial y quiso, además de su lucro personal, crear en Cartagena algo diferente con éxito y grandes fracasos. Pero no cabe duda de que su presencia en la ciudad fue extraordinaria.

No quisiera desvelar las interioridades de este libro, el que quiera conocer esta historia que lo adquiera y compruebe por sí mismo al verdadero Fricke, pero si les comentaré algunos aspectos que me han sorprendido pues eran totalmente desconocidos por mí.

Publicidad

Un Fricke que sale de Alemania muy joven para viajar por toda el África colonial en busca de fortuna, adquiriendo conocimientos sobre el terreno que difícilmente se pueden lograr en una universidad, por ejemplo; su extraordinaria capacidad para aprender idiomas, desde los convencionales, incluido el español, hasta otros menos conocidos como el bantú, dialectos diferentes de la Polinesia y algunos más extravagantes que pudo aprender en sus estancias en las Islas Fiyi, Norteamérica, Micronesia, Australia y toda Europa.

Todo ello orientado a la actividad comercial que se vio refrendado cuando obtuvo el título de comerciante diplomado por el Instituto Colonial de Hamburgo, algo así como ser agente oficial comercial del Imperio Alemán.

Publicidad

¿Pero cómo pudo este personaje con todos estos antecedentes recalar en Cartagena y quedarse para siempre en ella?

La respuesta a esta pregunta está en la I Guerra Mundial. En su hoja de servicios del ejercito bávaro analizada escrupulosamente por el profesor Lang encontramos al oficial Fricke luchando en la trincheras de Francia, es herido y estando en el hospital podemos deducir que es reclutado para realizar labores de espía, seguramente por su amplios conocimientos en idiomas. Fue preparado para labores de sabotaje en Argentina y cuando era trasladado hacía América, recala en Cartagena con una identidad falsa, la de un ciudadano norteamericano llamado Harry Wood. El destino hizo todo lo demás, fue detenido y retenido en Cartagena durante el resto de la Guerra y años después, un internamiento que fue aprovechado por este emprendedor para iniciar negocios de todo tipo con productos de Cartagena y de la Región para Alemania y viceversa. Cuando es liberado ya tenía una red comercial que lo llevaría a la cumbre social cartagenera, apoyando la propuesta con su casamiento con María Oliva, una mujer a la que quizás se le debería hacer otro libro para ella sola. Ambos formaron una familia y un entorno social que daría mucho que hablar.

Ya tenemos al Fricke cartagenerizado, que quiso unir a su éxito empresarial iniciativas como la creación de un Colegio Alemán, la conexión aérea entre Madrid y Cartagena con un aeropuerto en el Almarjal, convertir nuestro puerto en llegada y salida de grandes cruceros y que incluso el Zeppelin tuviera una línea entre Cartagena y Pernambuco.

Publicidad

Por falta de espacio no comentaremos más aspectos de esta interesante investigación que se extiende por la Guerra Civil, la II Guerra Mundial y la posguerra española, un personaje que junto a la reciente publicación de otro gran libro para esta ciudad sobre la vida y actuación del cónsul ingles Leverkus, cierra un círculo de nuestra historia, pues son las acciones y actuaciones de los hombre y mujeres los que la escriben, aunque no queramos verlo y solo tengamos vagas referencias extraídas de relatos basados en rumores y no en hechos reales.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad