Caricatura de los líderes cantonales en la prensa gubernamental.
Fotohistoria de Cartagena

La caída de Cartagena

Desde sus remotos orígenes, Cartagena ha sido una ciudad que ha visto la historia pasar ante sus ojos. Ha sido testigo de la grandeza y ... la decadencia de imperios, de la lucha entre civilizaciones y de la esperanza de un futuro mejor. En 1873, España se encontraba sumida en una profunda crisis política. La Primera República, proclamada apenas un año antes, se tambaleaba bajo el peso de las divisiones internas. Los republicanos más radicales, los llamados «intransigentes», defendían la instauración de una república federal, en la que las provincias gozarían de una amplia autonomía. Sin embargo, los republicanos moderados, los «posibilistas», preferían una república unitaria, con un gobierno central fuerte.

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El 11 de julio de 1873, un grupo de republicanos intransigentes se sublevó en Cartagena y proclamó el Cantón de Cartagena y la República Federal en España. La sublevación se extendió rápidamente a otras ciudades de Andalucía y el Levante, pero fue rápidamente sofocada por las tropas enviadas desde Madrid.

Cartagena, sin embargo, resistió el asedio de las fuerzas gubernamentales más de seis meses. La ciudad estaba bien defendida y sus habitantes estaban decididos a defender su autonomía. Durante el asedio, Cartagena fue bombardeada sin descanso, y la ciudad quedó reducida a escombros.

El Parque de Artillería, destruido, tras la explosión.

El 12 de enero de 1874, ayer hace 150 años, la Junta Cantonal de Cartagena, encabezada por el general Juan Contreras, decidió capitular. Los motivos de la capitulación fueron varios: la falta de recursos, la división interna entre los cantonales y la traición de algunos de sus líderes.

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La caída de Cartagena marcó el final de la sublevación cantonal y la República Federal quedó definitivamente descartada como modelo de gobierno para España.

La épica y el mito

La sublevación cantonal de Cartagena fue un episodio breve pero intenso, que dejó una profunda huella en la historia de España. La resistencia de una sola ciudad durante el asedio fue considerada un símbolo de la lucha por la libertad y su soberanía.

Los cantonales de Cartagena fueron unos héroes épicos, que lucharon por sus ideales hasta el final. Su resistencia inspiró a generaciones de españoles, y su historia sigue siendo recordada hoy en día.

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Por eso se convirtió en un mito en la historia de España. El mito de Cartagena es un relato de heroísmo, resistencia y libertad.

El mito de Cartagena se basa en una serie de elementos que lo hacen atractivo y memorable: la lucha por un ideal: los cantonales lucharon por la República Federal, un modelo de gobierno que representaba la libertad y la autonomía para las provincias españolas; la resistencia heroica: los cantonales resistieron el asedio de las fuerzas gubernamentales durante más de seis meses, pese a la escasez de recursos y la división interna; y la derrota final: la derrota de los cantonales es un elemento trágico que añade emoción al mito.

El mito de Cartagena ha sido utilizado por diferentes grupos políticos a lo largo de la historia. Los republicanos lo han utilizado para reivindicar la república federal, y los nacionalistas para reivindicar la autonomía de las provincias españolas y sus anhelos independentistas.

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Barcos cantonales en el puerto de Cartagena y Antonete Gálvez. Rodrigo

En las crónicas de la historia resuena el eco de la Sublevación Cantonal de Cartagena, un capítulo épico que marcó a fuego los destinos de la ciudad. En el umbral del 150 aniversario de su fin, los recuerdos se agolpan como sombras del pasado, recordamos con respeto a los valientes que lucharon por sus ideales en las calles de Cartagena. La bandera roja desgarrada ondeaba en el viento, portando el lema 'Federación o muerte, Cartagena Cantón y Libertad'.

'Cantón y libertad'

Pero quisiera, recordando este aniversario, enviar un mensaje a las generaciones futuras:

«En los anales de nuestra amada Cartagena yacen las huellas de un tiempo tumultuoso, marcado por la valentía y la lucha incansable de aquellos que se alzaron en la Sublevación Cantonal de 1873. Sus nombres resuenan como ecos de libertad, recordándonos que la historia de nuestra ciudad está tejida con los hilos de la resistencia y la esperanza.

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En aquellos días oscuros, nuestros antepasados, los cartageneros de corazón indomable, alzaron la voz contra la opresión y abrazaron la llama de la libertad. En las calles desgarradas por la guerra, en cada esquina que resonaba con el estruendo de los cañones, se forjó el espíritu inquebrantable que hoy llevamos en nuestro ser.

La rendición de Cartagena no fue el final, sino el comienzo de una nueva etapa. Desde las cenizas de la destrucción, nuestra ciudad renació con la determinación de construir un futuro mejor. Las edificaciones modernistas que se alzan como testigos silenciosos son monumentos a la resistencia y la capacidad de renacer.

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Edificios de la calle San Cristóbal la Corta.

En la memoria de aquellos cartageneros que lucharon por la república federal, encontramos un legado de coraje y sacrificio que nos inspira a seguir adelante. En sus nombres, en sus ideales, hallamos la fuerza para enfrentar los desafíos de nuestro propio tiempo y construir una sociedad más justa y libre.

Recordemos siempre que Cartagena es como la roca de los mares que ni se rompe, ni se rinde, ni tiembla, esa es su identidad histórica, la llama que ardió hace 150 años debe seguir iluminando nuestro camino, recordándonos la importancia de preservar la democracia, los derechos y la igualdad para todos».

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Y tal como ayer. Hoy, tened la esperanza de que, Cartagena se vuelva a levantar.

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