La estación telegráfica de Cabo de Palos será expropiada cuando haya nuevo Plan General en Cartagena
Este paso consolidaría el lugar como zona verde después de años de maniobras políticas y vecinales para evitar que se construyan casas
La antigua estación de telegrafía tiene ya poco recorrido en manos de Correos. La empresa pública poco puede hacer más allá de llevar a cabo ... tareas de mantenimiento de lo que queda del recinto, según el Ayuntamiento. El Consistorio aspira a recalificar los terrenos para evitar que en los mismos puedan construirse viviendas y, el siguiente paso, ratifica el concejal de Urbanismo, Diego Ortega, a este periódico, es expropiarlos.
El equipo de gobierno, sin embargo, no tiene prisa en emprender el procedimiento, pero sí es lo que se plantea a medio plazo, sobre todo, una vez esté aprobado con carácter definitivo el nuevo Plan General. Con su nueva calificación y con la imposibilidad de sacar provecho urbanístico a la parcela, su precio además se desplomará haciendo más sencilla la operación. Pero todavía habrá que esperar.
Desde el ejecutivo local recalcan que entienden que este debe ser un nuevo espacio para el uso y disfrute público de los vecinos de Cabo de Palos, tal y como vienen reivindicando diferentes colectivos que no quieren que este rincón paradigmático del litoral cartagenero acabe por los suelos.
El Plan General de 1987 permitía a Correos tender viales, una zona ajardinada y construir apartamentos en los costados
En el Plan General de 1987, se contemplaba que se pudieran hacer allí viales, una pequeña zona verde y algunas viviendas bajas que, a buen seguro, tendrían una gran aceptación en el mercado turístico-residencial por su ubicación privilegiada a orillas del mar y a escasos metros del faro y de la playa de Levante. Ortega reconoce que Correos tanteó la posibilidad de construir y pedir licencia.
En el Plan General de 2012, derogado posteriormente por la Justicia, aquello se consolidó, pero es ahora con el nuevo Plan General en marcha que el Ayuntamiento, en su avance, contempla la conversión del espacio y su inclusión el Sistema General de Espacios Libres. Así se denomina en el argot urbanístico a aquellos lugares compatibles para albergar parques, jardines, zonas deportivas al aire libre, áreas de ocio y descanso, y otros espacios públicos que contribuyan al esparcimiento y bienestar ciudadano.
La estación de telegrafía, que figura además en la Lista Roja del Patrimonio de la asociación Hispania Nostra, ha tenido que pasar por gran cantidad de desdichadas vicisitudes. En 2019, tras los primeros movimientos de Correos, la Comunidad bloqueó la posible venta con la inclusión del recinto entre los inmuebles inventariados por la Dirección General de Patrimonio Cultural a instancias de la asociación Procabo.
Esa declaración acabó tumbada posteriormente por el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia por sentencia emitida en 2024 que, pese a que reconocía su valor como sitio histórico, restituía el planeamiento del Plan General de 1987 argumentando que algunos de los edificios que conformaban el conjunto, en concreto, algunas viviendas de los antiguos trabajadores, habían sido demolidas con autorización municipal porque la declaración de la Comunidad Autónoma no las amparaba.
Así todo, el Ayuntamiento ahora se agarra a la moratoria de la Ley del Mar Menor, que pone impedimentos a las nuevas construcciones, para ganar tiempo hasta que el nuevo Plan General se apruebe y consolide ese espacio, como lo que sus vecinos quieren que sea, una gran zona cultural y de esparcimiento. De hecho esa fue también la voluntad expresada por todos los grupos políticos en una declaración institucional aprobada en pleno en 2022.
No son pocos los colectivos que, además, le ven posibilidades a los edificios que restan en pie. Sobre qué hacer con la portada de acceso, la nave principal, la casa de máquinas y un aljibe hasta la UPCT hizo con sus alumnos de Arquitectura un simbólico concurso de ideas, donde surgieron proyectos que iban desde para poner un centro de buceo, uno de recuperación de aves marinas o una escuela de gastronomía.
Desde Procabo, su portavoz, Caridad de Santiago, lo tiene claro. «Lo ideal es que el Ayuntamiento se ponga en contacto con Correos y pida la cesión del solar para hacer allí el tan necesario espacio cultural de Cabo de Palos. Hay espacios del Ayuntamiento en todos los pueblos menos en Cabo de Palos. Por ejemplo, en La Manga o Los Belones tienen biblioteca y club social, pero en Cabo de Palos ni un euro para temas culturales porque no hay donde desarrollarlos».
LA VERDAD dirigió preguntas hasta en dos ocasiones a Correos sobre sus intenciones con respecto a la estación de telegrafía y si tenían previsto realizar alguna actuación en el corto plazo. En ninguna de las ocasiones este periódico obtuvo respuesta.
Nacido para evitar más tragedias como el naufragio del 'Sirio'
En 1885, se inauguró la primera Estación de Salvamento de Náufragos en Cabo de Palos, equipada con un bote salvavidas y un carro varadero. Posteriormente, se instalaron la Estación Telegráfica y la Radio Costera. Se estableció en respuesta al naufragio del 'Sirio' en 1906, lo que llevó al gobierno español a reforzar las comunicaciones marítimas. La estación de Cabo de Palos empezó a funcionar en diciembre de 1913 como parte de una red de gran alcance. Contaba con una antena de 75 metros y un alcance de 200 kilómetros. Además de la telegrafía, la estación proporcionaba información crucial para la navegación y el auxilio en casos de naufragios. Su funcionamiento continuo requirió la construcción de viviendas y otras instalaciones para el personal.
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