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Un vecino pasea por la calle Hermano Pinzón de San Antón. Antonio Gil / AGM

La degradación del barrio de San Antón de Cartagena se lleva por delante sus fiestas patronales

El deterioro y la falta de inversiones sumen el barrio en una crisis vecinal y de servicios que obliga a la gente a marcharse y a los negocios a cerrar

Miércoles, 15 de enero 2025, 00:17

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A sus más de setenta años, Felisa Gómez, vecina de la calle Voluntarios, en el castizo barrio de San Antón, tiene que recorrer a pie todos los días medio kilómetro para comprar el pan. Para el resto de la compra se acerca a una tienda de la Urbanización Mediterráneo o su hijo la lleva en coche al Mercadona del centro comercial La Rambla, aún más lejos de su casa. «Otra cosa no hay. En el barrio ya no queda ni una tienda. Esto cada vez va a peor», lamentó este martes mientras conversaba con su vecina María Luz Conesa. Esta mujer también echó la mirada atrás para contar que no ha visto unas fiestas patronales «más tristes que estas». «Hace años, días antes del día del santo se veían puestecillos, gente de un lugar a otro y mucha vida; ahora nada, todas las calles vacías», se quejó.

San Antón sufre desde hace veinte años una degradación urbanística y social que la ha sumido en una crisis vecinal y de servicios que obliga a vecinos de toda la vida a marcharse y a los negocios a cerrar. Los sanantoneros no ven atendidas sus reivindicaciones en cuanto a mejoras en iluminación, señalización, limpieza y carreteras, así como de creación de jardines.

La paulatina degradación del barrio se ha llevado por delante unas fiestas que años atrás reunían en sus calles a cientos de cartageneros a la hora del aperitivo. Alrededor de las muchas planchas donde se cocinaba el típico pulpo sanantonero se arremolinaban familias y amigos durante los días de los festejos, más los previos a San Antón. Pero ahora, esa imagen ha quedado desterrada y a mediodía, calles y plazas, engalanadas con luces y banderines, quedan vacías y sin rastro de la alegría que hasta no hace muchos años se vivía junto a las barras de los muchos bares que entonces subsistían.

Los últimos bares

La última tienda en cerrar fue una panadería en la calle Recoletos. Antes lo hizo el Spar Express de la calle Olvido, muy cerca del centro de salud antiguo, la panadería confitería Faura y la frutería y tienda de alimentación Seyjo, ambas también en Hermanos Pinzón. Pocos bares de los tradicionales quedan abiertos. Uno de ellos es el Casablanca, cuyo dueño, Antonio González, pese a haber cumplido ya la edad de jubilación, pretende seguir «cinco años más, si el cuerpo aguanta».

Eso sí, como en años anteriores, este tampoco sacará su planta y su barra a la calle, «como hacía antes para las fiestas». «Ahora no queda nada. Ya no hay puestos ni ambiente. Lo único que queda es el día de San Antón. El resto se ha perdido», aseguró.

Quien también resiste, aunque sea por poco tiempo, es Pedro Sánchez, propietario del bar Vicky, en la calle Hermanos Pinzón. En su fachada luce un cartel de 'se traspasa'. «Se han interesado ya varios en cogerlo. A ver qué pasa. Tengo claro que me iré cuando lo coja alguien. Antes no», advirtió. Esa calle es la única que tiene algo de vida a mediodía: las tres peluquerías y una frutería que hay en el barrio aún funcionan. El único bar que retiene el ambiente festivo es La Senda de los Elefantes, en la frontera con la Urbanización Mediterráneo y donde se desarrolla alguna actividad de las fiestas. Para vivirlas hay que ir sí o sí al Casino, donde se siguen celebrando los populosos bailes.

Suciedad y okupas

Los vecinos ponen el acento en la degradación que ha sufrido el barrio en los últimos años. Ello se puede ver en que en sus calles se acumula la suciedad, porque solo hay un barrendero para toda la zona. En la avenida de Colón proliferan los solares y las casas okupadas. En la calle Hermanos Pinzón las aceras tiene dos y tres alturas. Y la iglesia y la plaza donde se congregan cientos de personas para la bendición de animales cada 17 de enero necesitan mejoras urgentes. Este diario preguntó al Ayuntamiento si tiene algún plan para regenerar San Antón. No hubo respuesta.

  1. Los vecinos se preparan ya para los actos del día de su patrón, el viernes

En el alicaido ambiente festivo del barrio, los sanantoneros se preparan para el día de su patrón, este viernes. El programa comenzará a las ocho de la mañana con una diana floreada a cargo de la Agrupación Músico Cultural CT. A las diez habrá volteo general de campanas, que avisará del comienzo de la eucaristía, a las 11 horas. Una hora después será la tradicional bendición de los animales, en la plaza de la iglesia por el párroco. A las 13 horas es el baile del Vermut, en el casino del barrio, en la calle Hermanos Pinzón. Por la tarde, a las 19 horas habrá misa y a las 20, en el local social, tocará el grupo Aires de la calle. La jornada acabará con un castillo de fuegos artificiales a medianoche.

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