Los comerciantes de Cartagena confían en el adelanto de sus rebajas para salvar la campaña navideña

La horquilla de los descuentos oscila entre el 15% y hasta el 50% para dar salida, sobre todo, a prendas de invierno. «Tenemos estocaje de chaquetones, camisas y cortavientos por las suaves temperaturas», indicó María Lloret, dependienta de Spagnolo, en la calle del Carmen. Ella, tiene artículos seleccionados rebajados al 30%. A pesar de que el frío no ha pegado fuerte, la Navidad «ha sido mejor que en años anteriores» en esta tienda, en la que las «expectativas eran bajas», por la tendencia negativa de las últimas campañas. Los descuentos, que aumentarán conforme evolucione la campaña hasta mediados de marzo, comenzaron con el año nuevo, el 2 de enero. Aunque también hay tiendas que acumulan precios rebajados desde el 26 de diciembre, para aprovechar al máximo el tirón de la Navidad, y otras que esperan al 8 de enero.

Los clientes han cambiado sus hábitos de consumo por la inflación y la consecuente pérdida de poder adquisitivo: comparan precios en diversos establecimientos, físicos y 'online', priorizan necesidades y reservan a las rebajas la adquisición de todos aquellos artículos que se salen del presupuesto.

En la zapatería Esther Monty, en la calle Puerta de Murcia, por ejemplo, han percibido un descenso en la venta de «zapatillas nórdicas, que son unos veinte euros de media más caras que las normales. El cliente mira más el bolsillo», explicó Pilar Martínez, una de las dependientas. Por lo general, el consumidor prefiere la variada oferta de los centros comerciales para hacer sus compras. «En el casco histórico quedan cuatro franquicias y todo lo demás son locales de restauración. Conocemos sus tiendas porque están a pie de calle, pero ya no venimos expresamente a comprar aquí. Antes, para quienes somos de barrios y diputaciones, comprar en Cartagena era una fiesta y un símbolo de distinción. Tenías de todo», recordó Inocencia Heredia, vecina septuagenaria de La Puebla, que aprovechó su visita médica de ayer a la ciudad para hacer sus últimas compras navideñas.

Uno de los regalos estrella de estas fiestas sigue siendo la tecnología. También hay notables diferencias de consumo entre los locales ubicados en el casco histórico y los de los centros comerciales. En estos últimos, la venta es «más directa», el cliente va a por el terminal o la herramienta concreta, mientras que la relación que se establece desde los comercios del casco histórico, como MasLife, también en Puerta de Murcia, es «diaria». «Contactamos para informar sobre las promociones activas y el trato es más personal y fluido», según la dependienta de la tienda, Lidia Ortiz, que ha trabajado en ambos espacios. Lo más vendido este año son los móviles de concha, no solo para las personas mayores, sino para «la desconexión digital».

Aunque son precavidos, los comerciantes esperan que sus competitivos precios hagan remontar las cajas del año. «Esta campaña ha sido un punto mejor que la anterior y confiamos en que Reyes sea el espaldarazo definitivo», auguró Esperanza Bermejo, presidenta de la asociación comercial La Milla, en El Ensanche.