Cinco proyectos esperan en Cartagena fondos europeos, entre ellos el arreglo del Palacio Consistorial

Uno de ellos, el de los ecoparques, fue presentado a la convocatoria del pasado año y según fuentes municipales aún está pendiente de resolución. Pese a la tardanza, desde el equipo de gobierno local confían en que Europa le dé el visto bueno, como a los otros cuatro que entraron en la convocatoria de este año. Hay que tener en cuenta que del dinero solicitado para cada uno de ellos, el Ayuntamiento deberá poner más, ya que, normalmente, las ayudas cubren alrededor del 80% del presupuesto total de la iniciativa a llevar a cabo.

En las cuentas aprobadas por el Consistorio para este año hay varios proyectos de los que parte del coste será sufragado con fondos europeos. Un ejemplo de ello es la reforma del antiguo Hotel Peninsular. La obra para convertirlo en sede municipal estaba presupuestada en 1,9 millones de euros, de los que 1,1 llegó de dichos fondos. Con la Casa Rubio de El Algar ocurre lo mismo. El arreglo costaba casi dos millones de euros y el Ayuntamiento consiguió 1,4.

Los cinco proyectos para los que aspira obtener financiación serán desarrollados conforme sean concedidas las ayudas y lleguen las partidas a las arcas municipales. Todos ellos tienen una importancia alta por la repercusión que tendrán en los vecinos y en el municipio. Hay algunos, como el arreglo del Palacio Consistorial, que tienen cierta urgencia. Las principales intervenciones habrá que realizarlas en las cubiertas, que son de zinc, en la carpintería exterior y la de bajo del tejado, y en la fachada, que debe ser sometida a un proceso de limpieza y donde debe reponerse alguna pieza ornamental de piedra deterioradas con el paso del tiempo. El Ayuntamiento pidió 500.000 euros de los 800.000 en los que está presupuestado el arreglo, que ya tiene el visto bueno de la Dirección General de Bienes Culturales, por tratarse de un edificio bien de interés cultural (BIC).

La instalación de placas solares beneficiará a 35 locales sociales. El objetivo es gastar menos en consumo energético y generar un beneficio ambiental. Los cálculos municipales pasan porque cada inmueble podría ahorrar al año una media del 69% en la factura eléctrica y reducir un 59% sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, para contribuir a la lucha contra la crisis climática.

Pero si hay un proyecto importante para el que es necesario lograr fondos de la Unión Europea, por su cuantía, ese es el de las dos últimas fases de la excavación del pórtico del Teatro Romano. Hasta el momento han sido recuperados 3.000 metros cuadrados del conjunto histórico, pero hay otros 5.000 más, aproximadamente, que están aún por descubrir. Con ese dinero, la intención es sacar a la luz el tesoro arqueológico que esconde el yacimiento.

Otro proyecto ambicioso, este de carácter turístico, es el de Culinary Med Cities, una apuesta gastronómica en colaboración con Barcelona, Palma y Valencia. Trata de la creación de una oferta turística culinaria en base a los atributos y valores comunes de las ciudades participantes. La intención es mezclan la cocina y el turismo.

Por último y perteneciente a la convocatoria del pasado año está la mejora de los ecoparques y contenedores selectivos, como el del aceite, la ropa y los restos de frutas y verduras, que irían al contenedor marrón. No dentro de esta ayuda, pero el Ayuntamiento quiere construir dos nuevos recintos de estas características a lo largo de esta legislatura.

El Gobierno local tiene claro que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, más conocido como Next Generation es una oportunidad de cambiar la imagen de la ciudad y de poner en marcha proyectos que sin estas convocatorias sería más complicado. «Aprovechamos los fondos europeos para impulsar los planes que ya tenemos definidos para transformar Cartagena. Cuando hacemos un carril bici desarrollamos el Plan Estratégico de Movilidad, cuando arreglamos el Parque Torres, estamos desarrollando el Plan Estratégico de Turismo. Lo mismo ocurre con los programas de recuperación de patrimonio y los programas ambientales», explicó a LA VERDAD.

La alcaldesa aseguró, además, que las convocatorias «nos han permitido ser más ambiciosos, y poder llevar a cabo proyecto como el Bosque Romano, pero nunca malgastamos fondos en inversiones que no sean productivas».

Pese a ello, Arroyo es crítica con estos fondos, porque cree que debería haber menos retrasos desde que es solicitada la ayuda hasta que es recibida.

«Pasa mucho tiempo desde la convocatoria hasta la resolución y luego esperamos demasiado para tener los fondos. Los ayuntamientos quedemos expuestos a no cumplir los plazos, perder los fondos y tener que cargar con esos costes», indicó.