El Centro Tecnológico Naval de Cartagena atrae a empresas extranjeras para afrontar más investigaciones
El 20% de las firmas con las que trabaja ya son internacionales y más de la mitad de los proyectos que desarrolla son con científicos europeos
Los científicos e investigadores del Centro Tecnológico Naval y del Mar (CTNM) son capaces de detectar cuándo las doradas y lubinas de piscifactoría tienen hambre, ... qué cantidad de alimento necesitan, cuándo es más recomendable darles de comer y la frecuencia del suministro. Eso es gracias al uso de la inteligencia artificial, que llevan usando desde hace más de diez años y que les ha permitido ser los únicos en el mundo en facilitar el trabajo a las empresas del sector acuícola en ese sentido. El uso de alta tecnología hace posible que cada vez más empresas nacionales y sobre todo internacionales confíen en su trabajo y les encarguen proyectos innovadores para facilitarles su labor. Tanto es así que en su cartera hay 459 empresas. El 20% de ellas son extranjeras, el 80% son nacionales y el 20% de estas, locales.
Hace dos meses una empresa chilena de producción acuícola entró a formar parte de las 22 firmas socias del centro tecnológico, «por lo que hemos pasado a ser una asociación empresarial internacional», explicó la directora del CTNM, Noelia Ortega a LA VERDAD. «Es una empresa de ingeniería que desarrolla soluciones para la acuicultura, que conoció nuestro proyecto. Por eso se unió, algo que supone todo un hito para nosotros», añadió. Su sede se ubica en el Parque Tecnológico de Fuente Álamo, pero tiene trabajadores en Barcelona, Vigo, Santander y Canarias y pronto abrirá una subsede en la capital catalana. Su principal fuente de financiación es la venta de sus soluciones tecnológica e innovadoras, de ahí que hayan adquirido este estatus internacional, para llegar a más empresas, poder contratar a más investigadores y conseguir nuevos trabajos.
Acceden a proyectos financiados a nivel europeo para luego transferir esa tecnología al tejido empresarial. «Hay muchos retos por delante, muchos problemas que resolver en la industrial naval, entre ellos la sostenibilidad y el cambio climático. También la digitalización que está haciendo crecer a las empresa una barbaridad», indicó la directora. Las conclusiones y soluciones obtenidas de sus investigaciones ya llegan a firmas de Vietnam, Turquía y Noruega, entre otros países.
Mejorar la competitividad
El CTNM se fundó en 2003 con una clara misión: mejorar la competitividad del sector marítimo-naval y el de las empresas asociadas. Además, busca generar conocimiento tecnológico y su aplicación para el desarrollo y fortalecimiento de la capacidad competitiva de estas entidades en el ámbito de la tecnología y la innovación. La forma de abordar esta misión ha ido evolucionando a lo largo de los últimos veinte años. En un principio, los esfuerzos del centro tecnológico se orientaban a incrementar la competitividad de las empresas dinamizando sus capacidades para innovar.
En sus años de funcionamiento, este centro, un conglomerado de empresa privado y sin ánimo de lucro, ha participado en un total de 66 proyectos innovadores y de investigación, la mayor parte de ellos en colaboración con otros centros y organismos de investigación, universidades o administraciones públicas europeas.
El resultado de esta intensa labor investigadora es la generación de dos patentes, «la de un material que absorbe las ondas subacuáticas con aplicaciones para la mitigación del ruido submarino y el desarrollo de un sistema inteligente para la catalogación de las monedas del tesoro de la Mercedes», detalló el director de Investigación y Desarrollo, Iván Felis.
Las conclusiones y soluciones de sus proyectos llegan a países como Vietnam, Turquía y Noruega
Este sistema, basado en la aplicación de algoritmos de Inteligencia Artificial y técnicas de visión inteligente, fue adquirido por el Ministerio de Cultura y se aplica en la restauración y catalogación del conocido tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, hundida a principios del siglo XIX. «Eso facilitó que el trabajo que se iba a realizar de forma manual durante más de tres año su pudiera hacer en un par de meses», añadió.
Ruido submarino
En la actualidad, las líneas de trabajo se centran en la gestión ambiental de la contaminación producida por el ruido submarino; el desarrollo de soluciones digitales para la acuicultura; la recuperación y protección de ecosistemas marinos, y en el desarrollo de nuevas líneas enfocadas a la descarbonización y reducción de emisiones en buques.
Otra de las características que aportan un alto valor añadido es la elevada cualificación de su plantilla. Las cerca de 80 personas que desempeñan su trabajo en el centro son tecnólogos de diversas especialidades, entre los que figuran ingenieros navales, físicos, biólogos e ingenieros industriales y de telecomunicaciones.
Sus instalaciones, de más de 2.200 metros cuadrados, están dotadas de laboratorios de última generación, así como talleres y salas para la realización de cursos, eventos, jornadas de divulgación y talleres formativos, en los que han participado más de 500 trabajadores e investigadores. En la actualidad tienen en marcha 23 proyectos de ámbito internacional, de los cuarenta en los que participan.
Entre ellos destacan el 'Efective', que tiene como objetivo desarrollar soluciones tecnológicas basadas en la naturaleza, digitalización e implicaciones sociales para la restauración del fondo marino. Está liderada por este centro y el presupuesto es de 10 millones de euros. En él participan 22 socios internacionales.
También es importante el 'Transeation', con cinco millones de euros y doce socios europeos. Plantea como objetivo demostrar la eficacia de las infraestructuras híbridas azul-gris marinas y costeras, y validar un nuevo nivel de gestión basada en ecosistemas que combina soluciones basadas en la naturaleza.
Imanes superconductores
Pero si hay alguno en el que destaca es el proyecto europeo 'Poseidón', cuyo objetivo principal es reducir de forma rentable las emisiones del transporte marítimo en un 90%. Uno de los puntos clave del proyecto es el uso de las tecnologías de imanes superconductores, volantes de inercia y supercondensadores que dos navieras aplicarán inmediatamente en barcos reales para testar la eficiencia.
La inversión es de 5 millones y en la investigación y desarrollo participan entidades españolas, italianas, francesas, holandesas y suecas, así como el reputado Centro Europeo para la Investigación Nuclear. Incluso ya trabajan en la creación de nuevos materiales para los barcos y submarinos de la Armada. Lo hacen en un gran tanque de agua instalado en las entrañas del centro y una balsa, en los exteriores del mismo.
La sostenibilidad se convierte en la bandera de centro
En sus inicios, hace veinte años, la sostenibilidad era un factor importante para considerar en todas las innovaciones. Entonces se buscaba que los proyectos e iniciativas no tuvieran un impacto negativo en el medio ambiente. Con el paso de los años, la sostenibilidad ha ido cogiendo mayor relevancia y el Centro ha pasado de tener un papel más reactivo en materia de sostenibilidad, en el que la innovación persigue la adaptación del sector a los requerimientos normativos, a un papel proactivo en el que el centro lidera proyectos internacionales para la conservación y regeneración de fondos marinos, como los proyectos 'Efectiva' y 'Transeation'.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión