El Ayuntamiento de Cartagena supedita la reforma del paseo Alfonso XIII a la obtención de fondos europeos
La zona acumula quejas de comerciantes y vecinos por el mal estado de las aceras y la falta de mantenimiento de los espacios ajardinados
Suciedad, aceras repletas de agujeros cada pocos metros, papeleras insuficientes y atestadas. La imagen que muestra el paseo Alfonso XIII a todo aquel que entra ... en Cartagena por su arteria principal no es la más adecuada para una ciudad turística.
Las quejas de vecinos, comerciantes y peatones en general se acumulan en los últimos años, reclamando una reforma integral que devuelva a esta vía de acceso a la ciudad el esplendor que merece y no tiene desde hace décadas. Unas obras de tal calado requieren de un desembolso igualmente importante, por lo que, en este momento, el Ayuntamiento de Cartagena supedita esta reforma a la obtención de fondos europeos que permitan ejecutarla. Así lo indicaron fuentes municipales este martes, quienes explicaron que en dicha avenida se llevan a cabo reparaciones de forma periódica, pero reconocen que «necesita una gran inversión y estamos pendientes de fondos europeos, como al que opta la Alameda de San Antón».
ÚLTIMAS INVERSIONES
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Redonda del submarino La adecuación de esta glorieta finalizó en 2018 con una inversión de 200.678,94 euros.
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Mejoras en la calzada En 2017 se llevaron a cabo las obras para el reasfaltado del firme de los dos carriles.
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Parterres A lo largo de 2025 se han limpiado las jardineras, renovado el sistema de riego y sustituido varios bancos.
Las últimas actuaciones que se han efectuado en esta calle han consistido en limpiar las jardineras y renovar el sistema de riego por goteo en mayo de este año, sustituir los bancos decorados con los colores LGTBI, la instalación de nuevos semáforos el año pasado, la adecuación de la rotonda del submarino en 2018 y la mejora del firme y repintado de marcas viales de 2017.
Sin embargo, las aceras y zonas verdes no han sido objeto de actuaciones destacables ni de reformas, al menos, en los últimos veinte años.
«Suciedad incrustada»
Además del abandono que presentan las aceras, hay que añadir también la suciedad que impregna las calles y que vecinos y comerciantes aseguran «está ya tan incrustada en las baldosas que es muy difícil quitarla. Mucho menos con las sopladoras de hojas, que son las que pasan por aquí más a menudo. La parte que baja desde el puerto hasta la plaza de España siempre la limpian mucho, pero a partir de ahí ya empiezas a ver suciedad en las calles».
Las aceras rotas y la suciedad son dos de las principales quejas que llegan cada día a los establecimientos de la zona. Alfonso Ros trabaja en uno de estos comercios y confirma que «lo que me transmite mucha gente que viene a comprar aquí es que se percibe mucho abandono para ser una arteria principal de la ciudad, sobre todo por las aceras rotas y esa suciedad que no hay forma de quitar».
Otra de las quejas más extendidas es sobre la situación en la que se encuentran las zonas ajardinadas ya que, pese a que los parterres fueron limpiados recientemente, siguen estando bastante descuidados. «Cuando vinieron a limpiarlos me vine arriba porque pensé que los iban a llenar todos de flores como los tienen en Murcia, pero al final mira cómo los han dejado», explicó Alfonso Ros.
El mal estado de los parterres y la falta de mantenimiento y conservación de la zona por parte del Ayuntamiento de Cartagena han motivado además varios escritos y denuncias del abogado cartagenero Carlos San Vicente. «Tras la contundente última denuncia, se han reanudado las labores de arreglo del paseo, se ha procedido al ajardinamiento de parterres que, a tener del primer escrito del Ayuntamiento, no iban a ser reparados. Sin embargo, a día de hoy, el estado de las baldosas rotas, los semáforos y las farolas oxidadas, sigue siendo una incógnita», dice su escrito.
En relación a la limpieza y el mal estado general de esta céntrica calle de Cartagena, el portavoz de MC, Jesús Giménez Gallo, hizo uno de sus habituales videodenuncias en la que, tanto él como otros concejales y simpatizantes de la formación cartagenerista, empleaban desengrasante, cepillos y escobas para tratar devolver el lustre a las baldosas. En su denuncia más reciente sobre esta zona también ha empleado clips de TeleCartagena de los años 80 y 90 para ilustrar la ausencia de cambios sustanciales en más de treinta años.
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Las baldosas rotas se convierten en un riesgo para los peatones y las personas con movilidad reducida
El Paseo Alfonso XIII es una de las calles que más cantidad de personas recorren al cabo del día, debido en su mayor parte a que cuenta con instituciones como el Campus del Paseo de la UPCT, la Asamblea Regional, el hospital Santa María del Rosell, la Concejalía de Juventud, el Instituto Isaac Peral, el colegio Virgen del Carmen, numerosas tiendas y hasta un centro comercial.
La degradación de las acercas, agrietadas, rotas y con muchas partes hundidas, se ha convertido ya en un riesgo para algunos viandantes, especialmente las personas mayores y las que tengan algún tipo de problema de movilidad, ya que no son pocas las caídas que se han reportado en la zona.
«Es una calle muy importante de la ciudad, con comercios, el hospital y mucho tránsito de personas para que esté en este estado. Es prácticamente parte del centro de Cartagena y pasar por aquí con el carricoche es muy complicado. Pero es que la parte que va desde donde está Carrefour hacia el puente está aún peor», comentó Lucy Pernía.
Las baldosas rotas junto al carril bici que atraviesa el Paseo también son un peligro. «Ese agujero junto al carril bici está para que pase un ciclista y se abra la cabeza. Mi hija vive en Holanda y cada vez que viene aquí alucina con cómo está esta calle. Una amiga mía tiene que llevar una férula porque se cayó en un agujero de esos. Imagínate cómo va a poder pasar por aquí una persona en silla de ruedas, es imposible», contó MJ, vecina del Paseo.
Precisamente sobre los problemas que acarrea el estado de las aceras para las personas con problemas de movilidad habló Ana, también residente de la zona. «Yo tengo mal las piernas y ya me he caído tres veces porque, sobre todo las aceras, están fatal. Las zonas que no están hundidas están levantadas. Si yo tropiezo ahí como estoy me caigo otra vez. No tiene ningún sentido que esté así esta calle».
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