Una apuesta por La Mar de aquí

Todo el mundo mira hacia Estados Unidos cuando se habla del nacimiento de la música folk originado a partir de las músicas tradicionales de aquellas tierras a las que llegaron tantos inmigrantes. Dos músicas potentes dominaran buena parte del siglo XIX. De una parte, el country de los blancos con sus baladas tradicionales y los bailes británicos, que tanto hemos visto en películas del oeste. Por otro lado, el blues negro, la americanización de los ritmos que traen los esclavos, música negra que deriva del blues y los espirituales al jazz y a un ritmo bailable como es el rhytm and blues. Ya en los años 20 del XX comienzan las grabaciones de discos y su emisión por radio, contribuyendo a su propagación por todo el mundo. Se suceden las generaciones de artistas y aparecen grandes personalidades que transforman con su sello personal las músicas tradicionales como Woody Gutrhie, vagabundo acompañado de su armónica y su guitarra (a la que llamaba máquina de matar fascistas porque sus letras estaban cargadas de lucha sindical y política) y Peter Seger, que rastrea los campos del país buscando baladas rurales. Ellos serán los padres espirituales de las grandes figuras del género como son Bob Dylan y Joan Baez, muy influidos también por el rock. Aunque vuelta a empezar, porque el rock and rock de los años 50 es la fusión de la música campesina de los blancos norteamericanos, los ritmos negros, las baladas anglosajonas, las guitarras latinas y una letras ya urbanas e incluso de rebeldía. Todo se retroalimentaba.

En España el folk tendrá notable presencia en grupos como Jarcha y sus músicas tomadas de la tradición andaluza y flamenca, al igual que Carlos Cano o el primer Víctor Manuel inspirado en los sonidos de Asturias, Labordeta y todo lo que hizo a partir de la jota aragonesa o Los Sabandeños y el folklore canario.

Flamenco

Conocí a José Antonio Aarnoutse en el Festival de Folklore de La Palma, un profesor de guitarra flamenca del Conservatorio Profesional de Música de Cartagena que además es integrante del grupo de folk La Banda del Pepo. Ahora trabaja con gran afán en un disco propio con Osvaldo Jorge en el que hay música clásica, jazz y mucho flamenco. Estaremos pendientes.

Me cuenta que en nuestro conservatorio ejerce su labor de profesor de guitarra flamenca con su colega Francisco Javier Capiscol, enseñando dicha especialidad a 15 alumnos. La didáctica del cante corre a cargo de Antonio Ayala El Rampa y de Julián Páez, contando con 16 o 17 matriculados (no recordaba bien); la del baile flamenco es responsabilidad de Daniel Valera.

En Youtube vemos y escuchamos a sus alumnos interpretar tangos, la farruca de Sabicas a la guitarra, alegrías de Cádiz o fandangos de Alosno. La enseñanza del flamenco está implantada solamente en dos conservatorios superiores, los de Córdoba y Murcia, donde enseña Carlos Piñana. Celebramos la docencia de este arte en nuestra tierra porque contribuye a que continúe la tradición, como festejamos que La Mar de Músicas haga un hueco en su apretada agenda a la música folk de la región bajo la sección Somos de Aquí (este grupo actuará el martes día 21, en la Plaza de San Francisco).

Folk en el festival

Tenemos grupos notables como son Taray, Azarbe, Malagüero y por supuesto, el patriarca Manuel Luna y su cuadrilla maquilera. Ellos reinterpretan a lo actual jotas, cantes de siega y trilla, aguilandos, seguidillas, pardicas o parrandicas, fandangos o malagueñas, verdiales y yerbabuenas. No en vano muchos de sus músicos proceden de cuadrillas tradicionales o de campanas de auroros, caso de mi amigo Tomás García, además guitarrista de los troveros huertanos. Aunque lo mejor que tiene es su novia de El Albujón, María Luján Ortega, con la que ha firmado numerosos trabajos de investigación etnográfica.

Taray ha sido capaz de crear una bella canción en la que meten las notas del aguilando de La Aljorra y en su CD 'Folk Resort' escuchamos música tradicional refrescada con jazz y pop. Malvariche, de Alhama de Murcia, subieron al escenario al tío Juan Rita y a su nieto para presentar a un multitudinario público juvenil el aguilando de Aledo en versión rockera. Digno de verse en Youtube el entusiasmo de los congregados, jaleando al veterano aguilandero.

La Banda del Pepo es un grupo que nace en 1999, que tiene tres discos editados y al que han podido escuchar hasta en Egipto. La primera grabación se titulaba 'Vengo del barrio', el segundo 'Tanto por hacer', fusión de sonidos mediterráneos con aires urbanos y crítica social y el tercero 'Coger para saltar' con aromas flamencos e influencias orientales. Entre sus componentes se encuentra el músico griego Christos Barbas, intérprete de dos instrumentos: kaval y ney. Las danzas orientales son bailadas por Sara Guirado, Pepo Sánchez canta, Aarnosuste se encarga de la guitarra española, Diego López de las percusiones, Abel García de baglama y lauto griego, Jaume Pallardo del bajo eléctrico y Jorge García pone el baile flamenco.

Azarbe ha grabado también discos producidos por Surefolk (Alicia Baltasar), una productora murciana que organiza eventos de música de raíz, y por el gran Eliseo Parra, una referencia del folk hispano. Junto a Curro Piñana montaron en 2009 un espectáculo donde se hermanaban flamenco y folk.

Malagüero es grupo cartagenero que irrumpe en 1997, igualmente indagando en sonidos de procedencias diversas como el rock, la música oriental, celta, la tradicional de la región, la del norte de África, el jazz o el flamenco. Los hemos podido ver en la tele, Los conciertos de Radio 3 de RNE en la 2 de TVE. Sus componentes proceden de la clásica, del pop o del jazz, formándose en conservatorios, academias y bandas locales. Larga vida a todos ellos.